Capitulo 16

121 20 1
                                    

Samantha releía el caso de las chicas asesinadas de nuevo, sentada frente a su escritorio con Rocio frente a ella leyendo una copia del mismo folder. Buscando respuestas a preguntas que jamás debieron ser formuladas, Samantha no quería desviarse de lo que realmente debía enfocarse.

– Samantha yo... - comenzó Rocio, sin embargo se vio interrumpida por el ruido de alguien deteniéndose de manera brusca fuera de la oficina, junto a una respiración un poco agitada. Las chicas dirigieron sus ojos a él, era Sebastián y estaba muy golpeado, sin embargo tenía un cuaderno fuertemente agarrado por una de sus manos.

-¡¿Sebastián?! – preguntó Samantha preocupada levantándose de su silla. Rocio hizo lo mismo acercándose al chico para ayudarlo a sentarse en una de las sillas – Sebastián ¿Qué sucedió?

-Me golpearon, señorita – respondió un poco ansioso mientras se sentaba con un poco de dificultad – gracias – le susurró a Rocio – fue el imbécil del novio de la madrastra de Sabi, ah – hizo un gesto de dolor, tenía su ojo morado y sangre seca por su rostro.

-¿Quién es ese hombre? – le preguntó Samantha acercándose – podemos ponerle una orden. Haberte golpeado le podría costar al menos unas horas en prisión, podría hacerlo en dos segundos si me dices su nombre.

-Traje esto – respondió extendiéndole el cuaderno – escribí todo a mano, espero que no le moleste – Samantha tomó el cuaderno y rápidamente comenzó a leer.

-Norah Lennon – leyó Samantha un poco sorprendida mientras Rocio miraba a Sebastián pensando en cómo auxiliarlo – sigue usando el apellido de su ex esposo, cuarenta y tres años, la muerte del señor Lennon y la muerte de Sabi se dieron en un intervalo de tiempo de seis meses – susurró – reclamó el seguro de ambos, está saliendo con un chico casi veinte años menos que ella – hizo un gesto – el cual te acaba de golpear... - Sebastián asintió rápidamente.

-Justo en mi camino hacia acá – respondió tomando aire – me dijo que debía dejar de meterme en sus asuntos y estupideces de ese estilo. No pensé que esos brazos golpearan tan fuerte la primera vez – Samantha lo miró.

-¿Lo conoces? – le preguntó directamente. Sebastián se encogió de hombros – nos dijiste que no lo conocías – dijo un poco molesta – Sebastián, no puedo ayudarte si no me dices toda la verdad.

-Es cierto – intervino Rocio – cada detalle es importante y más si es un caso de homicidio.

-No pensé que fuera muy relevante, parecía un buen chico – respondió encogiéndose de hombros – un caballero.

-Un caballero – Samantha rió irónica – un caballero que probablemente asesinó a tu novia, Sebastián, oh perdón ex novia – dijo sarcástica, tan enojada porque el chico le mintió – no sé si entiendes la gravedad de lo que sucede.

-Disculpe, fue mi error – dijo avergonzado – acepto que esté enojada. Le diré todo lo que sé.

-Debiste hacerlo desde el principio – respondió yendo hacia su silla – te golpeó como advertencia, no esperemos que a la próxima te mate como aviso para mí – suspiró sentándose – adelante, dime todo lo que sabes – dijo un poco sarcástica.

-Yo sí lo conozco, de hecho lo he visto varias veces – dijo sinceramente – eh, él parecía llevarse muy bien con Sabi – frunció un poco el ceño, demasiado bien – conducía o conduce un auto blanco – dijo tratando de recordar. Samantha ladeó su cabeza, Sebastián no estaba al tanto del color del auto que atropelló a su hijo – él no vive con la señora Norah y es por eso que su auto nunca está en aquella casa – suspiró – es joven, muchos años menor, es blanco, alto, cabello corto, ojos negros... no sé qué más decir – Samantha suprimió una risa irónica. Rocio se dio cuenta que Samantha era muy sarcástica cuando estaba enojada y ahora lo estaba con Sebastián. 

Paper Hearts || Factor RWhere stories live. Discover now