Paper Hearts || Factor R

Capitulo 36

Dustin Sebastián veía a sus mamás desde el asiento de atrás, ninguna hablaba y sentía que su mamá Rocio estaba molesta con su mamá Samantha... pero ¿Por qué?

– ¿A dónde vamos a ir? – le preguntó Samantha, ya no había tono de voz emocionado.

– A casa – respondió Rocio sin apartar su vista de la ventana. Samantha frunció el ceño.

– ¿Por qué? – preguntó – pensé que querrías ir a algún lugar conmigo y con Sebastián.

– Quiero ir a casa – respondió aún sin verla – sí quieres salir con Sebastián y llevarlo al taller, ve. Yo quiero ir a casa – Samantha suspiró sin entender la actitud de su esposa, simplemente se quedó callada hasta que estacionó el auto frente al garaje de casa.

– ¿Por qué te comportas así? – preguntó antes de que Rocio pudiera bajar del auto.

– ¿Por qué me comporto así? – repitió viéndola directamente, con su mano en la manija de la puerta. Samantha asintió – ¿Y todavía lo preguntas?

– Pues quiero saber, Rocio – respondió sinceramente – quiero saber por qué estás molesta conmigo y poder corregirlo.

Rocio la miró, estaba en realidad enojada, sin embargo no quería discutir y mucho menos frente a su hijo – ¿Por qué te comportas así? – Rocio abrió la puerta del auto e ignorando la pregunta de Samantha, bajó y caminó hacia la casa. Samantha suspiró desabrochándose el cinturón de seguridad.

– Baba... – balbuceó Sebastián preocupado. Samantha se encogió de hombros.

– No lo sé, mi bebé – respondió en otro suspiro abriendo la puerta para bajar y sacar a su hijo del auto – también quisiera saberlo – le susurró tomándolo en brazos antes de darle un beso en su mejilla.

Samantha entró a casa y de inmediato escuchó el ruido de la puerta de la habitación cerrarse fuertemente. Solo pudo poner sus ojos en blanco al pensar correctamente que su esposa estaba enojada, lo que significaba drama en su relación, sabía que era normal pero no podía terminar de soportarlo.

– Bueno, supongo que solo somos tú y yo, Dus – rió un poco cerrando la puerta con su pie – ¿Tienes sueño? – el pequeño Sebastián era inteligente, y algunas preguntas podía reconocerlas – ¿O hambre? – preguntó.

– Buba – balbuceó señalando el piso de arriba.

– ¿Cuna? – preguntó en una risa comenzando a caminar hacia las escaleras para así subirlas con su bebé en brazos – está bien – rió un poco. Sebastián lo supo, su mamá estaba triste.

–

Rocio vio entrar a Samantha por la puerta que, su ex esposo había reparado hace unos meses, a la habitación que ahora con él una vez compartió y que ahora compartían juntas.

– Pensé que irías al taller con Sebastián – le dijo Rocio viéndola caminar hacia la cama. Samantha la miró.

– Dustin está dormido – respondió sentándose en la cama – lo acabo de acostar – dijo quitándose los zapatos.

– Llamé a Félix – le dijo de repente, viéndola a sus espaldas ladear su cabeza – lo invité a cenar mañana junto a su novia y su hijo – Samantha mordió su labio para intentar no reír irónicamente – ¿No dirás nada? – preguntó mientras la veía acostarse a su lado.

– No – respondió en un bostezo, acomodando su cabeza sobre la almohada.

– ¿Por qué? – preguntó confundida. Samantha cerró sus ojos.

– Porque no me importa – fue su respuesta mientras que intentaba dormir, tranquilizarse.

– Eso no parecía cuando lo viste cargar al niño – dijo con la intención de que le respondiera, sin embargo Samantha no se molestó en ocultar su irónica risa esta vez – parecías...