Capitulo 27

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Samantha se había quedado dormida primero que Rocio y por un momento la mayor se dispuso a detallar la habitación que ahora compartía con ella, tan grande y tan vacía, muy diferente a la del que alguna vez fue el bebé de la casa. Giró su cabeza solo para verla dormir, sus ojos cerrados y su tenue respiración, nadie pensaría que da miedo cuando se enoja; a Rocio le parecía tierna.

– Samy – susurró pasando delicadamente su mano por su mejilla – ¿Samy, estás despierta?

– ¿Uh? – preguntó sin abrir sus ojos.

– ¿Qué sueñas? – le preguntó dulcemente.

– Sueño que estoy dormida – susurró acurrucándose en la almohada. Rocio rió un poco.

– Yo no he podido dormir, no sé por qué – respondió.

– Mañana tenemos que ir a trabajar, Rocio – bostezó. Rocio asintió.

– Mañana pienso presentarte a mi papá como mi novia – le comentó, entonces los ojos de Samantha se abrieron de golpe y repentinamente ya no tenía ni una pizca de sueño.

– ¡¿Presentarme a quién?! – preguntó levantando su cabeza de la almohada – Rocio, hoy dije que no quería que me despidieran.

– Y no te van a despedir – respondió naturalmente – ¿Por qué te preocupas?

– Eh, Rocio, estuve casada y tuve un hijo, tú estuviste a punto de hacer lo mismo – dijo – ¿No crees que sorprenda un poco a tu padre saber que somos pareja? – Rocio llevó su índice a su mentón.

– Entonces mañana se lo diremos – asintió – yo quiero que lo sepa, Samy. No quiero esconderme del amor y mucho menos negar que eres mi novia – Samantha lo pensó por un segundo, ella tampoco quería eso.

– Está bien – suspiró – mañana le diremos a tu padre... pero tienes que darme tiempo para preparar a los míos – pidió de inmediato.

– Por lo que me has contado son un poco difíciles – recordó. Samantha asintió rápido.

– Son demasiado difíciles, sin embargo... creo que puedo presentarte a mi hermanita – sonrió al recordarla, no la veía muy seguido desde que murió su hijo.

– Me encantaría – le dijo sinceramente. Samantha sonreía al mirarla, nunca se imaginó enamorarse así, en realidad, nunca imaginó volver a enamorarse en sí.

Samantha estaba tan nerviosa en aquel silencio incomodo que reinaba entre los tres.

– Y bien... – comenzó el señor Marco mirando a las chicas, aunque una tuviera una expresión en realidad confusa – ¿Querían hablarme sobre algún caso? – Rocio negó con su cabeza mientras que Samantha no dejaba de sonreír de la manera más forzada posible.

– De hecho queríamos hablarte de nosotras – respondió Rocio. Samantha asintió rápidamente.

– ¿Ya no quieren trabajar juntas? – preguntó sorprendido – me cuentan que hacen un gran equipo.

– De hecho, ahora somos una clase de equipo diferente – dijo Rocio buscando las palabras adecuadas.

– ¿A qué te refieres? – preguntó acercando su rostro sobre el escritorio. Samantha se sentía presionada y nerviosa.

– Nosotras... – Rocio decía mientras que su padre la miraba expectante.

– ¡Somos pareja! – interrumpió Samantha a punto de desmayarse, siempre había sido una persona tímida frente a sus superiores. Marco ladeó su cabeza – Rocio es mi novia, ya sabe, yo soy la novia de Rocio – sonrió torcidamente.

Paper Hearts || Factor RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora