Capítulo 7

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El lunes siguiente, Betty, Sam y Tamara llegaron un poco más temprano de lo usual a la escuela, encontrándose a Emi... o Emily... no estaban seguras, pintándose los labios con el mismo labial que habían visto que usó el sábado. Cuando se acercaron a saludarle, notaron bajo su camisa de la escuela un par de montículos, discretos, pero notorios si se le veía con detenimiento, en su pecho; además vieron su piel aún más limpia de lo usual, aunque no se veía ningún rastro, sabían que estaba usando maquillaje. Ninguna de las tres sabía qué nombre usar para saludarle, pero pronto su duda se despejaría: les anunció que era Emily. "Estos días como Emily me di cuenta de que me he sentido mucho más cómoda que lo que me he sentido toda mi vida como Emiliano, y todo se los debo a ustedes chicas. Aunque, siendo sincera, aún no me siento lista para que todos lo sepan, así que sí, entre nosotras soy Emily, pero cuando estemos con alguien más, sigo siendo Emiliano, ¿de acuerdo?"

Las tres chicas respetaron la decisión de su amiga; aunque entre ellas luego armarían un plan para que ella sintiera la confianza de hacerlo público. Los primeros tres días de la semana transcurrieron sin demasiada novedad; algunas chicas se habían percatado del maquillaje de Emily, haciéndole un montón de cumplidos y halagando el que un "chico" se decidiera a cuidar su apariencia. Por la tarde del miércoles sería el festejo que la madre de Emily le haría por su cumpleaños; cabiendo aclarar que ella aún no sabía de la nueva identidad de su hija. Las amigas de Emily irían a alistarse a sus casas y por los regalos para "Emi", ya que finalmente su mamá no sabía de las compras del sábado, mientras ella regresaba con su madre para los últimos preparativos.

"Emi" recibió a sus amigas, notando ellas que esta vez no usaba nada de maquillaje además de un par de pasadas de mascara, entendiendo bien el porqué del asunto, aunque sí se dieron cuenta de que aún llevaba su brasier, pero no les quedaba claro si era a propósito o simplemente olvidó retirárselo. La madre de Emily la cuestionó sobre por qué sólo habían llegado chicas a la casa, diciéndole su hija que sí había invitado algunos compañeros, pero que imaginaba que no podrían asistir; sus tres amigas estaban al tanto de que no era verdad, pero siguieron la corriente.

El festejo únicamente consistió en una pequeña comida para Emily y sus invitadas, para posteriormente proceder a partir un pequeño pastel de tres leches. Posteriormente sería el momento en que Emily recibiría los obsequios de sus amigas. Sam fue la primera en entregarle su regalo, el cual sería un monitor de entrenamiento de pulsera, con la pequeña peculiaridad de que el nombre del color de este llevaba "rosa" en él, aunque no lo parecía; Tamara después le entregó a Emily un perfume con una deliciosa esencia cítrica, aunque el olfato más fino detectaría las sutiles notas florales que contenía. Betty, por su parte, había ideado un plan, que a ninguna de las otras dos chicas les había comentado, esto para no arruinar la sensación de naturalidad. Ella le entregaría una pequeña bolsa a Emily, de donde sacaría una pequeña cajita, cuyo contenido sorprendería a todas las presentes... o eso creerían.

"¡Oh, no...!" exclamó Betty al "darse cuenta" del contenido de la cajita: un par de hermosos aretes de chapa de oro con incrustaciones de cristales de Swarovski. "Creo que mi madre se confundió", dijo, y comenzó a explicar que le había encargado a su madre conseguir el regalo para "Emi", pero, ya que ella solía hablar en inglés con su mamá, hecho conocido por todas las presentes, quizá había confundido "ring" con "earrings". Emily quedó un poco estupefacta con la explicación, pensando que esto era simplemente un caso de una ironía de la vida, pensando lo mismo Sam y Tamara. Betty comenzó a "disculparse" con "Emi" y su mamá, diciendo que se sentía profundamente apenada y que se encargaría de remplazar el regalo con el adecuado. La mamá de Emily la "tranquilizó" diciéndole que no era necesario, que "Emi" estaba más que feliz de recibir los aretes.

-Pero mamá, no puedo...

-¡Emiliano! – dijo con un leve grito la madre de Emily - ¿Qué te he dicho de los regalos?

-Que ningún regalo se desprecia...

-¡Exactamente! – y, dirigiéndose a las otras tres chicas, dijo – Discúlpenme, chicas, debo hablar un momento con mi hijo – Y con eso se retiró a su habitación, llevando a Emily con ella.

Sam y Tamara cuestionaron fuertemente a Betty sobre lo que había pasado, temiendo haber causado un problema grande para Emily, pero ella se mantendría fiel a la historia, terminando por creerle las dos. Después de un silencio incómodo que se prolongó por casi media hora, la madre de Emily regresaría con ella, yendo cabizbaja, de la mano. Las tres chicas notaron inmediatamente que "Emi" llevaba puestos los aretes que Betty le había regalado, su madre le había perforado las orejas para que pudiera usarlos, pero no era lo único, ¡estaba maquillada! En sus ojos llevaba aplicadas sombras de ojos en un sensual estilo ahumado, con un delineado felino muy bien trabajado y sus pestañas rizadas y con abundante mascara, además de un sutil rubor en tono durazno y un labial rojo con una generosa capa de brillo labial.

-¿Cómo se me ven mis aretes? – preguntó tímidamente Emily.

-Te quedan muy lindos... Emi – respondió Tamara, prefiriendo usar su nombre masculino para no causar algún otro conflicto.

-Sí, te ves muy bien, Emi – dijeron al unísono Betty y Sam.

-¡Qué amables son, chicas! – habló la madre de Emily por ella – Pero estoy bastante segura de que "Emiliano" es un nombre demasiado masculino para una mujer tan hermosa como ella, ¿no creen? ¿Qué nombre creen le quedaría bien?

-¡Emily, se ve como una Emily! – gritó Betty, sin poder ocultar su emoción, recibiendo una mirada fulminante de sus amigas, haciendo que disminuyera su expresividad.

-¡Gran sugerencia, linda! Emilia, o Emily para sus amigas.

Yaentonces la madre quiso justificarse en que, finalmente, eran 4 mujeres "y unhombre", así que, aprovechando que Emily se pondría los aretes para mostrar sugratitud, harían que esa reunión fuera sólo para chicas, diciendo que Emilyestaba de acuerdo con la idea; y realmente lo estaba, pero le apenaban lascircunstancias en que su madre veía por primera vez su lado femenino. Estoaligeró bastante el ambiente, haciendo del resto de la velada bastante amena,lamentando mucho las amigas de Emily tener que irse, pero debiendo hacerlo yaque tenían clases al día siguiente.

Uno de ellasWhere stories live. Discover now