𝚢 𝚘 𝚞 𝚌 𝚊 𝚗 𝚗 𝚘 𝚝 𝚎 𝚜 𝚌 𝚊 𝚙 𝚎 | Jeongmi

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Jeongyeon saco el humo del cigarro mientras ve el cielo oscuro, tiene las manos e incluso las mangas blancas manchadas de sangre, se supone que las subió para no mancharse pero ese hijo de puta no coopera.

– Jeongyeon se que es mi chamba pero no creo que la adrenalina sirva por mucho, puse a dos cabrones a curarlo un poco para que aguante más pero tampoco soy Dios no mames – chaeyoung nego y de su saco gris al puro estilo de rancho, saco un cigarro – ¿Tienes chispa?

Sin decir nada le paso su encendedor y jalo un poco más del humo, el aire es fresco es un lugar rural normalmente en esas zonas hay un muy buen clima, más en las noches le encanta el frío.

– Con que lo mantengan vivo un tiempo es suficiente, va hablar y si no lo hace voy a tener que seguir buscando a cualquier otro que hablo o estuvo con ella, no puede escapar de mi – tiro la colilla del cigarro al suelo y lo puso con fuerza – ¿Porqué tuvo que irse?

– Entiendela, este no es su mundo y tampoco su ambiente.... ¿Qué hubieras echo tú en su lugar si fuéramos personas normales? – se cruzó de brazos y saco el humo para después suspirar.

– Ella no se hubiera ido si el idiota de guardaespaldas que tenía mi papá no le hubiera dicho que yo fui quien mato a Edgar – apretó su tabique y solto un suspiro pesado – Conmigo jamás le iba a pasar nada malo, si esta lejos alguien puede encontrarla, incluso alguien de los contras.

– Mira wey sabes que entiendo tu punto y te apoye cuando te quisiste quebrar a ese cabron, era un ajuste, el mato a tu papá y tú mataste a su hijo.... – no hace falta decir que tuvo mucho que ver en la posterior captura del Chapo, no lo parece pero la persona que tiene alado suyo fue la que inició una de las olas mas violentas en todo el país solo porque "Los Zetas" no solo asesinaron si no que le mandaron la cabeza cuando ella apenas tenía unos 13 años, al menos agradece ser su mejor amiga desde que ambas aun tenian que chambear siendo muy pequeñas por la falta de comida algunas veces. Yoo Jeongyeon es una total hija de puta, con solo decir que ella fue la que inició con los famosos "mata zetas" que después evolucionaría de nombre a lo que todo el país conoce – Mina solo se asusto, es japonesa, no es difícil hacer que se aleje.

– Lo se... pero no quiero que algo malo le pase por haber estado involucrada conmigo, si no la encuentro yo alguien mas lo hará – miro sus manos un momento y suspiro – ¿Ya terminaste cula?, apúrate necesito seguir con ese pendejo habla porque habla no quiero ser tan dura con el.

Chaeyoung tiró la colilla al suelo y la puso varias veces, ¿No quiere ser dura?, no quiere imaginarse como es cuando esta realmente enojada. Bueno ya lo sabe, cuando estuvo hirviendo de la ira fue la que fundo el cartel más peligro de todo el pais y todavía le dejo el crédito a otra persona para permanecer en total anonimato para todo el país menos para los que están dentro del negocio.

Empezó a caminar dentro de la finca que parece abandonada pero en realidad la tiene asi aproposito, ¿Quien va a sospechar de una finca en un pueblito que esta llena de ellas?, además que los locales jamás diran nada. No los tiene amenazados pero si contentos, regalos, despensas y dinero, no hay nada más fácil que ganarse la lealtad del pueblo cuando les das lo que el gobierno no.

– ¿Ya terminaron? – acomodo sus mangas hacia arriba de nuevo, abrió y cerro sus manos haciendo que las venas de sus manos y brazos se marquen. Como buena alfa pura es muy fácil intimidar a los demás solo con una mirada, por algo fue tan fácil hacer todo lo que hizo siendo todavía una niña.

– Si patrona solo acá mi compadre va a terminar de inyectarle la segunda jeringa de adrenalina, apúrate cabron – le dio una palmada a su amigo que hasta el sombrero le movio.

Los quejidos del hombre con rasgos asiáticos se escucharon cuando le sacaron la jeringa sin una pisca de delicadeza.

– Y...Ya le dije que no se nada – nego varias veces y se tenso cuando uno de los dos hombres detrás suyo le pasaron bruscamente un trapo por la cara para limpiarle la sangre que traía algo de alcohol incluído, lo hizo gritar del dolor por eso. Pudo escuchar la risa de los tres alfas en la habitación y se puso peor cuando escucho la puerta abrirse y cerrarse indicando la llegada de un quinto en la habitación.