El demonio radio encontró un libro misterioso en un callejón y al leer unas palabras grabadas en este fue teletransportado a un mundo donde todos eran ponis. Mientras él esté en este mundo aprenderá el significado de la amistad y compartirá a grande...
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Alastor quien era el demonio más temido del infierno camino por las calles de la gran ciudad pentagrama con esa gran sonrisa la cual siempre lleva. Mientras caminaba pasó por un pequeño callejón el cual emanaba una luz color rosa brillante. El pelirrojo no pudo resistirse a tentación de ver que había en ese callejón y al mirar abajo de este encontró un pequeño libro con siete elementos incrustados en este.
—¿Quién sería tan tonto para dejar un libro en un callejón? —preguntó el demonio radio con una sonrisa en su rostro levantando el libro y guardándolo en su saco para leerlo más tarde.
Al llegar al hotel fue recibido por la pequeña cíclope.
—Hola Alastor —dijo ya de forma alegre hasta que no toque algo adentro del saco de este brillaba—¿Qué traes ahí? —señaló ella.
—Oh, nadie de importancia cariño —dijo con una sonrisa de lado a lado revolviendo el cabello de la pequeña cíclope y alejándose de ella.
En la habitación de este, el se despojó de su abrigo y lo colgó en el perchero más cercano mientras dejaba el libro en una pequeña mesita de noche. El libro empezó a brillar más intensamente que antes cosa que entregó mucho al pelirrojo pero no le dio mucha importancia ya que tenía que bañarse.
Alastor salió del baño y chasqueó los dedos para ponerse su pijama. No toque el libro empezaba a temblar y a brillar más de lo usual así que con un suspiro se sentó en la orilla de la cama y tomó el libro para así poder leerlo.
—Tan solo un sol y una luna —dijo algo aburrido y con una clara decepción en su voz.
Pero no toque en la parte inferior de esta había un lenguaje extraño y sin pensarlo lo leyó en voz alta.
“Magicus amistusd”
La habitación empezó a temblar al igual que el hotel mismo para luego en medio de la habitación abrirse un portal muy colorido el cual dejó un poco ciego a Alastor. Este estaba a punto de retirarse pero fue jalado por una extraña presión la cual venía del portal.
—Mierda.... —y sin más fue arrastrado por el portal.
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