Whisper || JASPER HALE

IX [BESO]

Jasper estaba atento, mientras me miraba yo estaba realizando aquellos ejercicios en silencio. En esa habitación solo se podía oír su respiración junto a la mía.

Jasper se levantó de su silla y se colocó detrás de la mía. Se inclinó para que su cabeza quedara a un lado de la mia y sus manos se posicionaron sobre las mías para evitar que siguiera escribiendo.

—No has aprendido mucho, ¿no? — su voz ronca al lado de mi oído envió sensaciones diferentes a todo mi cuerpo.

Tragué y me quedé en seco. Gire mi cabeza para verlo a los ojos, esos ojos amarillentos ahora combinados con café miel me miraban expectantes. Su nariz quedó rozando con la mía y sus labios quedaron a centímetros de los míos.

—Estoy acabada...  — susurre. Por la cercanía seguro que me escuchó, el haber hablado hizo que mis labios rozaran los suyos y que mi respiración se juntara con la suya.

Él sonrió de lado, —Se te dan muy mal los números, Addy.

—Sí. Terribles. — terminé por decir. Su mano dejó de tocar la mía para traerme desde la parte trasera de mi cabeza hacia su boca.

Sus labios fríos cubrieron los míos en un suave jugueteo. Los nervios que antes sentía se estaban calmando un poco al dejar que él guiara el beso. Por su fuerza no le fue difícil levantarme de la silla y colocarme sobre la mesa en la que anteriormente estaba estudiando. Sus manos se posicionaron en mi cintura baja para luego volver a besarme.

Podía sentir como mi corazón latía a mil por hora y como muchos pensamientos de lo pudiera llegar a ser esto venían a mi mente. Mi respiración estaba agitada, y la de él también.

Paró unos segundos para mirarme a los ojos mientras acariciaba un mechón de cabello que estaba al lado de mi oreja, —¿Estabas nerviosa por estar solos? — su pregunta me hizo quedarme callada. Asentí luego de algunos segundos en silencio, confirmando con un sonido de boca.

Su mano dejó de tocar mi cabello y se posicionó sobre mi muslo, —No es que te vaya a morder, Addy. Pero el besarte mucho no sería bueno para ninguno de los dos.

Arrugue mi entrecejo, —¿No? — él asintió —. ¿Por qué no sería bueno? — interrogué.

Él empezó a jugar con su mano sobre mi muslo mientras con la otra aún me sostenía de la cintura, —Tengo mucha fuerza, más de la que quisiera en casos como este. Podría llegar a hacerte daño, Addy, y créeme que es lo último que quiero. — asentí aún en silencio.

—Igual tengo que estudiar para mi exámen. — intenté bromear.

Su mirada pasó de estar entretenida en su mano jugando con mi muslo hacia mis ojos. Su mirada estaba algo oscurecida, ahora sus ojos eran miel con un color avellana. No me preguntó mucho, solo me jalo nuevamente de la cintura para poder besarme otra vez. Su mano jugaba entre mi muslo, abriendo poco a poco mis piernas para dejarle una posición más cómoda.

En la habitación solo podía escuchar nuestros besos y respiraciones algo agitadas. Lo alejé colocando mis manos en su pecho, tirando de él hacia atrás, —Aléjate, tengo que estudiar, ¿lo olvidas?

Él bufó, —Seguro ni estudiando logras pasar. — su voz algo divertida me hizo sentir más calmada, ya no estaba enojado al parecer.

Me indigne y lo señale, —Deja de ser tan malo conmigo.

No me había bajado de la mesa, así que fue fácil para él volver a posicionarse como antes, ahora cerca de mis labios, rozandolos, —¿Yo soy el malo, Addy? — su voz ronca envió corrientes de electricidad a mi cuerpo entero.

—Podrías intentar no serlo tanto... — susurre por la cercanía.

Era increíble como de un momento a otro me podía tener así, solo a su disposición.

Sus labios cubrieron nuevamente los míos, esta vez mis manos las subí por su pecho para empezar a jugar con su cabello rubio entre mis manos. Me alejé un poco, solo dejando sus labios con los míos, —Tengo que estudiar, Jas... — pude visualizar una pequeña sonrisa de lado en su rostro.

—Te daré copia. — fue lo último que dijo para volver a besarme. Sonreí entre el beso y seguí moviendo mis labios a su tiempo.

[...]

Habían pasado algunos días desde mi examen de física y química. Edward y Bella parecían estar saliendo. Cuando los vimos bajar del carro de Edward nos impresionó a todos, aunque creo que fue la misma reacción que tuvieron con Jasper y conmigo.

—¿Puedo hablar contigo, Addy? — la petición de Bella hizo que la mirara extrañada, pero aún así asentí.

Ella seguía sentándose con sus amigos, no se sentaba en la mesa de los Cullen como acostumbraba a hacerlo yo algunas veces por petición de Jasper.

La seguí fuera de la escuela, llegamos a un bosque cerca y ella se giró para mirarme con muchas emociones, —¿Pasa algo?

—¿Tú lo sabías? — se pregunta me hizo saber que Edward ya le había confirmado lo que era.

—Sé muchas cosas, Bella. Podrías ser más específica, ¿no crees? — ella giró sus ojos a mi petición.

—¿Sabias que son vampiros? — su pregunta en lugar de ser alarmante fue más bien de indignación.

—Sí. — respondí.

Ella resoplo, —Lo que me faltaba, una hermana enamorada de un vampiro.

Arrugue mi entrecejo, —Tú también estas enamorada de un vampiro. — defendí.

—¡Es diferente! — exclamó —. Te podrían matar, Addy. ¡¿No lo entiendes?!

Bufé, —Creo que la que no lo entiende eres tú. — escupí.

Bella se agarró del cabello con desesperación, —Escucha, yo amo a Edward. Pero tú y Jasper...

Me enojé y la miré mal, —¿Yo y Jasper qué? — pregunté antes de enojarme por completo, solo por si yo mal interpretaba las cosas.

—Bueno... tal vez no se aman tanto, Addy. ¿Lo has pensado? Creo que esta más deseoso de tu sangre que de ti.

Me enojé, y me enojé mucho, debo decir, —Eres una completa hipócrita. — dije, antes de darme la vuelta y empezar a caminar para salir de aquel bosque.

Bella gritaba que la perdonara pero que era la simple verdad y que debía empezar a aceptar. No, no la iba a aceptar porque Jasper y yo sí que nos queríamos, no sabía hasta que punto, pero sí que era cierto lo que teníamos.