Whisper || JASPER HALE

XIV [CAZADOR]

Traté de regular mi respiración lo más que pude, por otro lado, podía ver a Bella sacar la mayoría de su rostro para ver a aquellas personas. Quise gritarle que se escondiera, de verdad que sí, pero algo en mi me decía que sería mucho mejor para mi seguridad quedarme callada.

—Esta pelota debe ser tuya. — el chico de tes negra habló y le lanzó la pelota a Carlisle.

Carlisle la atrapó y la señaló, —Gracias.

Podía ver por los ojos rojos de aquellas personas que efectivamente también eran vampiros, pero, ¿serían vampiros tan buenos como los Cullen?

—Me llamo Laurante. Ellos son Victoria y James. — se presentó y presentó a sus compañeros. Ellos asentían ante sus nombres.

Carlisle se presentó y presentó a todos los demás como su familia. Podía observar por el rabillo de mi ojo como James miraba fijamente a Edward y Bella.

Carlisle habló, —Sus actividades de cacería nos están causando dificultades. — Laurante lo miró fijamente, pasando su vista por sobre cada uno de nosotros.

—Les pedimos disculpas. No sabíamos que este territorio les pertenecía a su familia.

Carlisle asintió, —Sí, bueno nuestra residencia permanente se encuentra muy cerca.

Mientras Laurent y Victoria hablaban con Carlisle sobre como no molestarían más y como guiaron a los humanos que los seguían a otra dirección, James solo se dedicaba a mirar fijamente a Edward, parecían tener una batalla entre ellos.

Laurante sonrió, —Entonces, ¿no les gustaría tener tres jugadores más? — todos voltearon a ver a Carlisle —. Oh, vamos, solo una vez más.

Carlisle sonrió, —Claro, algunos ya se iban, pueden tomar sus lugares. Bateamos primero. — tiró la bola hacia ellos.

Victoria la tomó, —Mi especialidad son las bolsas curvas.

Jasper, quién estaba ahora casi a mi lado habló, —Bueno, creo que podemos con eso.

Todos rieron mientras empezaban a expandirse un poco. Giré junto con Jasper, quién me guiaba hasta su auto. Me cargó un poco del suelo y comenzó a caminar más rápido hasta encerrarme en el lugar del copiloto, cerró la puerta, dejándome completamente encerrada dentro. Todo pasó muy rápido.

Desde mi posición pude ver como Bella trataba de voltearse y una ráfaga de viento le movía el cabello, causando que el rubio James dijera algo y luego pude observar como todos trataban de proteger a Bella.

Bueno, casi todos. Jasper se había apresurado a subir a la parte del piloto mientras empezaba a colocar la llave en la cerradura para encender el auto. Cuando James retrocedió junto a Victoria, Jasper no lo pensó ni dos veces y encendió aquel auto.

—¿Vas a dejar sola a tu familia? — Jasper negó mientras empezaba a dar vueltas por el campo para salir directo a la carretera.

—Esperaremos a Edwar y a Bella en la carretera, un lugar más alejado de aquellos vampiros.

Me quedé en silencio solo asintiendo. ¿Querían matar a Bella? Mucho más importante, ¿podrían querer matarme?

Pudimos ver el carro de Edward luego de algunos minutos. Jasper lo siguió hasta mi casa con algo de ligereza.

Bajé del auto junto a Bella, quién me esperaba en la entrada, —Nos vamos. — fue lo único que dijo para entrar en aquella casa que tanto conocía.

Jasper había subido a mi habitación a ayudarme a armar una pequeña maleta; que en realidad era mi pequeño bolso, mientras Bella parecía discutir con Edward en la puerta.

Papá me miró entrar antes que ella y por los gritos me tomó del hombro, —Oye, ¿qué pasa?

Suspiré y quité su mano de mi hombro, —Nos vamos, papá. Iremos con mamá, Bella acaba de terminar con Edward y sabrás que terminar con tu pareja es muy doloroso. Necesita un nuevo inicio, iré a donde mi hermana vaya.

Subí las escaleras y a mi habitación, donde Jasper ya tenía la mayoría de la bolsa en la que llevaría mis cosas; lista, solo estaba esperando por mi, para comprobar todo. Papá se quedó a solas con Bella, podía oír sus gritos pidiendo alguna explicación o algo por el estilo.

—¿Puedes calmarlo... aunque sea un poco? — mi susurro hizo que Jasper me atrayera a él para darme un abrazo. Podía ver sus ojos amarillos, así que no sabía si calmaba a papá o a mi, pero sin dudas funcionaba lo que sea que estuviera haciendo.

—Vete, te veo abajo. — él solo asintió.

Salí de mi habitación justo al mismo tiempo que Bella, bajamos las escaleras, por mi parte miré a papá y le sonreí con algo de culpa, —No tiene nada que ver contigo, papá. Sabes que si pudiera me hubiera quedado toda la vida contigo.

Pude observar como sus ojos se criztalizaban, salí de aquella casa antes de ver sus lágrimas o algo peor. No podía soportar verlo así por culpa de Bella. Bella se quedó hablando unos segundos con él, segundos en lo que tardó para salir de la casa.

Había subido ya al auto de Bella como copiloto, ella subió algunos segundos después como piloto, tirando su mucholita hacia abajo.

Encendió el auto y luego de conducir durante unos segundos en la carretera empezó a sollozar un poco, —Le dije lo mismo que mamá le dijo antes de irse.

Antes de poder decirle algo, Edward había aparecido al lado de la ventana de Bella y Jasper al lado de la mía.

Me sonrió un poco, —Vamos, dejémolos solos. — asentí.

Bella paró unos segundos para dejarme bajar del auto, subí al auto de Jasper como copiloto, él iba manejado mientras parecía tan tranquilo. Ojalá tener esa tranquilidad.

—¿Y... si le pasa algo? — dije, con algo de duda.

A Jasper le pareció claro que hablaba de papá, —No te preocupes por él, James nos sigue a nosotros ahora. — eso me calmo un poco.

—¿De quién es el auto de atrás?

—Alice está en el. — informó.

Asentí en silencio. Podía ver por la ventana como mis amigos estaban quedando atrás, como mi padre quedó atrás, y como mi antigua vida había quedado atrás. ¿Podría llegar a sobrevivir a esto?

[...]

Habíamos entrado en la casa de los Cullen rápidamente, y ahí lo vi. Laurante estaba junto a Carlisle.

Edward hizo un ruido en forma de protección hacia Bella, Jasper solo se dedicó a colocarme detrás de él.

—¡No!, vino a advertirnos. — informó Carlilsle.

Laurante asintió un poco, —No tengo nada que ver en esto. Estoy harto de sus juegos — miró a Edward y a Jasper —. Pero sus sentidos son inigualables, completamente letales, nunca había visto a nadie como él en mis trescientos años. Y a la mujer; Victoria, no la subestimen. — salió de la casa, dejando un silencio entre todos.