Whisper || JASPER HALE

V [ARO]

Cuando mi teléfono vibró y la voz de Rosalie se escuchó al otro lado pidiendo que llegáramos a la casa rápidamente, lo único que pensé fue en Aurora. ¿Le había pasado algo? ¿Acaso estaba en peligro?

Mucha fue mi sorpresa que al llegar la vi incluso más grande mientras jugaba en el patio con Emmet a las fuerzitas y él la dejaba ganar.

Le sonreí a Aurora, quién me mostró una sonrisa dulce y entré a la casa junto a Jasper. Mi dedo meñique iba enrollado en su dedo también, ambos caminábamos algo intranquilos.

Carlisle me miró con seriedad cuando entré —Bella está embarazada.

Me quedé en silencio. ¿Bella embarazada? No llevaba mucho tiempo siendo vampiro pero, ¿eso era posible? ¿Un humano y un vampiro podían tener bebés?

—Vaya situación. —dije con un suspiro.

Nos pidió que nos sentaremos en el sofá mientras todos nos explicaban que íbamos a hacer. Primero Bella y Edward regresarían, luego cuidariamos de Bella y Carlisle le haría ultrasonidos y pruebas de embarazo. Alice se había ofrecido como su cuidadora y, sorpresivamente Rosalie también.

Tenían un plan armado para llevar un bebé en el vientre de Bella, quién parecía querer tenerlo. Sin embargo, todos tenían miedo. Miedo del crecimiento de aquel bebé o cosa dentro de ella. Y nadie estaba preparado para lo que venía.

[...]

Con el pasar de los días Bella se veía más pálida, su piel se pegaba cada vez más a sus huesos y su barriga crecía rápidamente.

No podía mantenerse mucho tiempo de pie a causa de que sus huesos no aguantaban el pesor de su barriga. Las bolsas de sus ojos estaban marcadas con colores grisáceos a causa de la falta de color en su piel y la falta de sueño.

—¿Te sientes bien? —pregunté en un susurro entre ella y yo—. Y no quiero que digas que sí por obligación, Bella. Háblame claro.

Ella sonrió —Estoy bien, Addy. Me siento bien al querer ser madre y llevar a mi bebé.

Suspire. Bella no tenía arreglo si esa sería su mentalidad.

[...]

Caminaba junto con Jasper por el bosque mientras Aurora parecía hablar animadamente con sus espíritus amigos.

Alice llegó a nosotros con una preocupación palpitante —Tengo que hablar con ustedes de algo serio pero... —se giro a ver a Aurora— debe ser en privado.

Caminamos junto con Jasper algo lejos, muy lejos. Alice jugueteo con sus dedos en todos el camino.

—Jasper, Addy... Aro sabe sobre Aurora. Lo he visto, él quiere acabar con ella antes de que haga algún problema mayor.

En lugar de que el miedo llegara a mí, lo que llegó a mi fue enojo y descompresión. ¿Algún problema mayor? Ni siquiera había causado un problema menor.

—Y él quiere hablar con ustedes ahora, estará aquí en unos cinco minutos junto a la corte. —avisó.

Parecía ida mientras su visión le mostraba los siguientes escenarios.

Jasper, quién había permanecido en silencio al igual que yo al fin levantó su mirada —No dejare que toquen a Aurora, Addy. Puedes ir con ella, yo me quedaré con Aro y...

Negué con la cabeza y entrelace mis dedos con los suyos. Mi argolla matrimonial se juntaba con la suya y sonreí para mi misma.

—Estaremos juntos en lo bueno y lo malo, Jas. No me pidas que te deje solo en algo como esto.

Alice habló llamando nuestra atención —Nosotros cuidaremos de Aurora. Tranquilos.

Ella sonrió antes de desaparecer con velocidad en busca de Aurora. Espere pacientemente a que Aro llegara. Fueron segundos los que pasaron antes de tener a ese séquito de capuchas negras con rojo que estaban frente a nosotros.

A los otros los conocía ya, el que parecía viejo con cabello negro largo creo que era Aro. Esos eran mis pensamientos antes de que él empezara a hablar.

—Ah... la familia Hale. ¿Dónde está su niña? —preguntó con una sonrisa.

—Aro, podemos hablar esto pacíficamente entre adultos. No hay necesidad de involucrar a la niña. —Jasper contestó.

Una risa salió de Aro —¿Que no hay necesidad? Jasper, esa niña parece ser peligrosa. Por lo que tengo entendido ella puede ver fantasmas, ¿no?

Bufé, —Espíritus. Son distintos a los fantasmas.

Aro me miró con diversión, —Lo que sea, ambos son inmateriales. Ahora, el punto es... ¿qué tantos espíritus puede ver? Y, más importante, ¿qué tanto poder contiene?

—¿Qué quieres con mi hija, Aro? —preguntó Jasper.

Él sonrió en forma de respuesta —¡Conocerla! Quiero ver que tan linda es... y que tan poderosa.

Podía escuchar pasos empezar a acercarse. Mientras Jasper parecía no querer quitar su mirada de Aro, por el rabillo del ojo pude ver el cabello rubio de Aurora. Sus coletas saltaban al ritmo en el que ella caminaba.

—¡La bella Aurora! —exclamó Aro—. He ansiado conocerte...

Aurora se detuvo a mirarlo. Sus ojos verdosos miraban fijamente a Aro mientras él parecía encantado con su imagen física.

—¿Tú eres de quién me han hablado mis amigos? —preguntó Aurora con ciriosidad.

Aro la miro extrañado. Le ofreció su mano y sonrió —Ven.

Aurora pareció fijarse a su lado por unos segundos y, cuando se concentró, empezó a avanzar hacia Aro. Su mano tomó la de él y él empezó a embelezarse.

—Me han hablado de ti, Aro. Puedes ver que no presento ningún peligro para ustedes ni para los vampiros. —Aurora parecía una persona completamente diferente. Su voz había cambiado a una más neutra—. ¿Puedo irme ya?

Los ojos de Aro parecían no saber que parte de Aurora observar. Tomé a Aurora del hombro y la arrastre hacia mi. Ella seguía con su mirada conectada a la de Aro.

—Tienes a una hija maravillosa, Jasper... —se quedó un segundo en silencio—. AHAHAHA es increíble.

La mirada de Aro se posó en Jasper y yo —Los dejaré ir, pero si la pequeña fantasma llega a causar problemas no duden en que iré tras ella.

Y así como de rápido vino, así de rápido se fue. Los ojos de Aurora se volvieron azulados cuando pareció entrar en un pequeño trance que no duró mucho tiempo.

Siendo sincera, Aurora me preocupa. Me preocupaba mucho por todas esas noches en las que solo quería estar con una luz prendida. Me preocupaba por todos esos días en los que hablaba sola y, más que todo, me preocupaba por todos los espíritus que pudiera o no pudiera ver.

No nos ha explicado todas las dimensiones de su poder, tampoco nos ha querido decir qué tanto tiempo puede usar su poder. Pero, a decir verdad, el ver a Aurora cada vez más grande y más temerosa de todo me hacía sentir un poco mal.

El saber que no podía brindarle ayuda me destrozaba.