Whisper || JASPER HALE

IX [MÁS QUE UN BESO II]

Este capítulo contiene escenas de sexo explícito para mayores de 16 años, si no te gusta leer este tipo de escenas puedes saltarte el capítulo, solo habrán conversaciones entre ellos de tensión sexual o algo que pasó anteriormente.

Saltarte este capítulo no te hará perder el rumbo de la historia.

[...]

—¿Qué esperas para usarme, Addy?

Su pregunta hizo que mi lado algo competitivo saliera, ¿quería que lo usara? Pues bien. Lo iba a usar.

Bajé de aquel mueble y me encamine hacia él, al llegar a estar frente a frente, tomé su rostro entre mis manos y lo atraje a mi boca. Tuvo que doblar un poco su cuerpo debido a que yo era más pequeña que él.

Sus manos no tardaron en tomarme por la cintura y acercarme más a él.

Los besos que antes nos dábamos eran simples, besos dulces que no nos satisfacían completamente pero que servían para aplacar la tensión y eso. Ahora, los besos que Jasper me estaba dando eran algo más... intensos.

Su lengua jugueteaba con la mía, sus manos subían por mi espalda hasta llegar a mi sostén, no tardó mucho en desabrocharlo. Empezó a repartir besos por mi mejilla hasta bajar a mi cuello. Mi respiración estaba agitada, podía incluso empezar a sentir mi corazón latir nuevamente.

—¿No se suponía que yo te iba a usar? — mi pregunta hizo que riera contra mi piel y solo chupara para luego dejar un pequeño moretón algo rosado.

Su rostro se acercó al mío nuevamente y sus labios se quedaron a escasos centímetros de los míos —. Cambio de planes, dejémoslo para otro día — dicho eso, siguió besandome.

No había caído en cuenta que ahora yo era la que estaba contra una pared. Su posesividad era algo que notaba con cada toque y cada roce de su cuerpo con el mío. Podía sentir su gana de querer marcar mi piel, mucho más de lo que había hecho alguna vez.

—¿Es idea mía o estas siendo algo posesivo? — no me dio alguna explicación, solo volvió a chocar sus labios con los míos.

Luego de algunos segundos bajo nuevamente a mi cuello, —Créeme, estoy siendo muy posesivo.

Un pequeño ruido, algo vergonzoso, salió de mi boca al sentir sus dedos empezar a jugar con una parte de mi pecho.

—¿Y eso se debe a...?

Nuevamente, otro ruidito. Esta vez fue más un estilo de quejido cuando sentí sus fríos dedo empezar a acariciar parte de mi pezon.

—Te vi besando a ese lobo asqueroso — hizo una pausa mientras su mano que aún seguía en mi cintura me acercaba muchísimo más a él hasta sentir un poco su creciente erección —. Quiero recordarte a quién le perteneces.

—Así que te pertenezco, ¿eh? — intenté reírme, o al menos hacer un sonidito de burla. Pero Jasper empezó a bajar más su mano hasta el dobladillo de mi falda mientras lo subía un poco y empezaba a tocar mi muslo.

Lo que fue un intento de risa, se convirtió más bien en un pequeño gemido.

—Eres mía, creí que ya te lo había dejado claro el otro día en tu habitación

Luego de eso, como si no pensara nada, me subió ambas piernas hasta quedar en su cintura y llevarme a aquel mueble del que anteriormente me había bajado.

Su mano en mi muslo empezó a ascender hasta llegar a mi ropa interior y empezar a tocar mi parte sensible. Por inercia, al sentir ese toque que envió choques de electricidad a mi cuerpo, cerré las piernas.

No le fue muy difícil volver a abrirlar y dejarlas así mientras me seguía tocando, —Dime Addy, ¿cuántos quieres?

Estaba ida, tanto placer me estaba matando. Su boca se dedicada a besar ahora mi clavícula, pues había bajado mi blusa y estaba empezar a dejar chupetones ahí. Su mano estaba en mi parte íntima tocandome, y la otra estaba dándome suaves caricias a la cintura mientras seguía hablando y repartiendo besos. Como podríamos apreciar, yo no estaba en mis cinco sentidos.

—¿Ah?

Él río ante mi pregunta. Sentí como hizo a un lado mi ropa interior y empezó a juguetear con mi clitoris con su dedo índice y du pulgar.

—¿Cuántos quieres?

Nuevamente, no entendía esa pregunta, —¿De qué? Comida no puedo tener, Jasper. No sé si olvidas que ahora soy una vampirita y ya no puedo comer mis preciadas hamburguesas... con lo que me gustaban.

No tuve tiempo a lamentarme más, ya que uno de sus dedos empezó a entrar lentamente en mi.

—Estás tan mojada, Addy... y ni siquiera te estoy excitando como pienso hacerlo cuando tengamos otro tipo de encuentro sexual. — nuevamente, me quedé ida.

¿Otro tipo de encuentro sexual? ¿No me estaba tocando como quería hacerlo? ¿Por qué no me tocaba como quería?

Un gemido algo fuerte salió de mi, recoste mi cabeza en su hombro mientras respiraba agitadamente. Su dedo dentro de mi no se movió hasta que luego de unos segundos empecé a mover mis caderas en forma de querer más.

No me dolía, creo que eso era algo que ser vampiro ayudaba, no tenía ni idea y sinceramente no quería pensar en ese momento. Estaba muy ocupada perdiéndome en mi propio placer para concentrarme en otro tipo de cosas.

—¿Otro encuentro sexual?

Otro gemido. Jasper había empezado un vaivén de sacar y volver a introducir su dedo dentro de mi. No sabía cuál de todos estaba usando, pero sí que sabía que sus dedos eran largos. ¿Tendría algo más largo?

—Tener sexo en una cama, Addy. — lo volvió a introducir, causando otro gemido de mi parte —. Tenerte para mi, solo para mi.

—Ah... — fue lo único que pude gesticular como reacción ante sus palabras, antes de que me pudiera salir otro gemido.

—Sí.

Después de unos segundos pude sentir otro de sus dedos adentrarse, haciendo que ambos empezaran a formar una especie de tijereo dentro de mi. Solo me hacía gemir más y más mientras sentía mi estómago contraerse, sintiendo una presión en la parte baja, para luego ser liberada.

Jasper sacó sus dedos de mi y miro aquel líquido que se resbala por sus dedos, —¿Te gustó?

Solo asentí ante su pregunta. No tenía aliento para poder empezar a crear otra conversación.

—Bien, porque lo repetiremos cada que podamos.

Me quedé en silencio. Repetir todo esto no sonaba tannnnnnn mal.