Whisper || JASPER HALE

VIII [NOCHE DE BODAS]

Este capítulo contiene escenas de sexo explícito para mayores de 18 y 19 años, si no eres mayor de este rango y aún así quieres seguir leyendo, lee bajo tu propia supervisión.

Si no quieres puedes saltarte este capítulo, no tendrá nada relevante para la historia. Solo habrán conversaciones de tensión sexual entre ambos.

[...]

Llegamos bastante rápido a la casa que ahora era nuestra. El cielo estaba teniño de azul oscuro y lo que lo acompañaba era la luz de la luna.

Los besos de Jasper no tardaron en llegar a mi boca, cubriendo todo a su paso. Sus manos se posaron en mi cintura y sus pulgares empezarían. Dejar suaves acaricias por sobre mi ropa.

No me dio tiempo a pensar, solo pude sentir sus manos empujarme y mi espalda chocar contra el muro de una de las columnas dentro de la casa. Sus labios chocaron salvajemente contra los míos.

Sus manos me tocaron debajo de los glúteos y entendí que esa era una señal para subir a él. Di un pequeño salto y sus manos tomaron completa posesión de ellos. Me llevó hasta una de las tantas habitaciones que tenía dentro. Grandes ventanales de cristal que iban desde la parte superior hasta la posterior dejaban que la tenue luz de afuera entrara.

Me depósito sobre la cama. Tomó mis muslos y me atrajo hasta la hornilla de la cama, dejando mis piernas colgando un poco por lo alto que estaba. Su mirada subió a mi y sus ojos que parecían estar entre café, se veían negros gracias a la oscuridad de la habitación.

—¿Sabes que si me dejas hacerte mía ahora no te dejaré salir de aquí en mínimo dos días? — sus manos abrieron mis piernas y apartaron lo poco que mi falda todavía cubría.

Me reí —No es como que quisiera comer algo, Jas.

Eso fue suficiente para darle rienda suelta. Sus besos subieron por mis muslos, luego de un tirón hizo a un lado mis bragas y su boca se apresuró a hacer contacto contra mi ya humedad entre mis piernas.

Su lengua empezó a dar lengüetazos por mi sexo mientras sus dedos jugueteaban con mi clitoris. Podía sentir todo a un nivel sobre humano, o a como se sentía antes de ser vampira.

A comparación de las veces anteriores, esta vez estaba tomando su tiempo. Se dedicaba a solo juguetear un poco, meter la punta de sus dedos y sacarlos luego. Creó una especie de vaivén lento.

—Compraste la casa muy amueblada, ¿no? — dije para tratar de distraer mis sentidos.

Sentía que estaba en el paraíso, pero el cerra los ojos por breves momentos gracias a las olas de placer y luego abrirlos hacía que pudiera ver todos los muebles como pequeños fragmentos.

No lo había notado antes, pero esta sola habitación contaba con la cama gigante en la que me encontraba ahora abierta de piernas. Tenía cuadros con flores y algo de arte abstracto. Tenía pequeñas decoraciones de cristal y jarrones que parecían completamente caros.

Jasper hizo solo un sonido con su boca dándome a entender que sí. Eso solo provocó que sacudiera mi cuerpo gracias a las vibraciones del sonido.

Sus dedos empezaron a juguetear entre mis muslos para luego empezar a subir lentamente y desabrochar mi brasier. Su mano empezó a juguetear con uno de mis senos, apretandolo suavemente y robandome otro gemido.

Su boca seguía entendiendo a mi sexo mientras su otra mano estaba acariciando lentamente mi pezon. Resople un poco mientras sentía todo mi cuerpo caer rendido por todo el placer.

Mi mente estaba nublada al igual que todos mis sentidos. No podía pensar libremente mientras seguía teniendo la boca de Jasper dándome placer de esa forma.

Pude ser mi estómago contraerse y como sentía la lengua de Jasper más al fondo. Parecía querer devorarme y a decir verdad, eso no me disgustaba para nada.

Otro gemido más fuerte que el anterior salió de mi al sentir que sus dedos empezaban a entrar hasta el fondo. Era increíble hasta donde podía llegar.

—Déjame sentir tu sabor, Addy. Correte con la satisfacción de saber que yo te hice correr solo con mi lengua y mis dedos. — una pequeña risa salió de él cuando volvió a chocar su lengua con mi sexo. Otra corriente eléctrica me recorrió la espina dorsal —¿Te imaginas como te correrás cuando esté dentro de ti, linda? Joder, si solo con mis dedos te siento tan apretada...

No pude contener más mis sentidos y dejé liberar lo que tenía. Un sonido de satisfacción salió de la boca de Jasper y hizo que nuevamente una corriente eléctrica me recorriera. Joder, ¿esto era lo que esperaba hacerme?

Mis piernas se cerraron por inercia cuando Jasper se alejó y se levantó del suelo, —Abre tus bonitas piernas para mi, Addy.

Joder con Jasper.

Decir que mi respiración estaba acelerada era absurdo, pero si lo hubiera hecho cuando era humana claro que ya no aguantaría seguir respirando. Me atrevo a decir que incluso sentía mi corazón empezar a latir nuevamente por lo rápido que estaba pasando todo.

Trate de enviar reacciones a mi cuerpo para poder abrir mis piernas como había dicho. No pude abrirlas, estaba tan ida por el placer antes dado que no podía volver a reaccionar.

Jasper me empujó levemente sobre la cama para subir sobre mi y abrir mis piernas con sus rodillas, —¿No me harás caso ahora?

—Solo dame... dame un segundo para... — no pude seguir hablando, su rodilla hizo contacto con mi mojada entrada mientras creaba un pequeña fricción deliciosa —Esperaste esto todo este tiempo, ¿no?

Un gemido salió de mi cuando su mano se coló por debajo de mi blusa y su rodilla seguía haciendo fricción sobre mi punto que temblaba. Escuché como se deshacía de sus pantalones y su camisa, me dejó ver su abdomen trabajado solo por unos instantes porque luego empezó a besarme por el cuello. Desabotono mi blusa y dejo expuestos mis pechos para empezar a lamerlos y morderlos suavemente.

Sentí su erección empezar a hacer fricción contra mi sexo. Poco a poco sentí su glande empezar a entrar y gemidos era lo único que salía de mi.

De un momento a otro se introdujo fuertemente en mi, —¡Jas...!— un pequeño gemido salió de mi mientras sus embestidas empezaron a ser más fuertes y frecuentes.

—¿Te gusta que te de duro o suave? — sus estocadas empezaron a ser más lentas y a adentrarse más en mi.

Nuevamente el vaivén de su cadera fue rápido y fuerte. Sí, me gustaba muchísimo más este.

—Duro. — dije dificultosamente.

Una pequeña risa salió de sus labios y empezó nuevamente a bombear dentro de mi.

La cama rechina mientras su boca seguía en la mía y sus manos me acariciaban. Mi falda estropeaba el paso de sus manos y mis tacones seguían sobre la cama.

—¿Te gusta follarme en falda, Jas?

Él asintió, —Te ves sexy. Joder, te ves demasiado bien.

Me traté de reír por eso pero otra de sus estocadas me hizo callar y en lugar hizo que saliera un gemido de mi.

Vaya que me esperaba todo menos tener sexo así. Esto parecía estar en el jodido cielo.