Whisper || JASPER HALE

III [DESPEDIDA]

El día de ayer; fiesta de Bella, fue todo un rollo. Ella dañada, Jasper y Edward enojados consigo mismos y yo sin querer estar más de un lado que otro para no crear más enojo.

Le sonreí a Jasper cuando lo vi caminar hacia mi, él llegó con un aspecto serio y frío.

—¿Tienes alguna enfermedad?

Él negó ante mi pregunta, —Tengo que decirte algo.

Sonreí nuevamente mientras ponía mi cabeza de lado, —Dime lo que quieras, Jas. Sabes que siempre podrás decirme lo que quieras.

Él pareció dudarlo un poco, lo vi apretar su mandíbula y un poco sus puños antes de comenzar a hablar, —Addy, yo...

Un silencio se extendió entre ambos. Trate de no empezar a pensar mucho las cosas, pero me fue imposible.

Él levantó su mirada y me miró nuevamente. Esos ojos ahora un poco café me miraban atentamente, —Nos tenemos que ir.

Me quedé en silencio mientras lo miraba, —¿Irse?... ¿Irse quiénes?

Nuevamente; silencio.

Me acerqué un poco más a él y coloqué mis manos en su pecho, —¿Irse quiénes, Jasper?

Su mirada estaba baja, mirándome fijamente, —Mi familia y yo.

Otra vez; silencio.

Un nudo se empezó a crear en mi garganta, —¿Me vas a dejar? — dije con ironía mientras sonreía entre mi tristeza. El nudo en mi garganta ya no me dejaba decir más, no quería decir más porque sabía que me iba a quebrar ahí mismo.

—Te hago daño, Addaly. — mi nombre completo salió de sus labios, sabía que iba en serio —. Consciente o inconscientemente te hago daño. — podía sentir mis ojos cristalizarse y mi corazón empezar a latir demasiado rápido. Mi estómago empezó a dar vueltas y a jugar en mi contra —. Creo que lo mejor será tomar distancia entre ambos.

Suspiré, tragué y apreté un poco mi mandíbula para que el sabor salado que se estaba empezando a formar desapareciera, —No me dejes, Jasper. Por favor, no sé que fue lo que hice mal pero; por favor no te vayas.

No rogaba porque lo necesitara, rogaba porque era el amor de mi vida. Era quién estaba ahí para mi, quién me apoyaba siempre y quién me enseñó muchas cosas.

—Es lo mejor para ambos, ya no estarás en peligro. Además; Bella y Edward han estado teniendo problemas, él quiere un poco de espacio entre ellos.

¿Un poco de espacio? Me reí un poco. ¿No podía tomar ese espacio solo?

No sabía que decir, las lágrimas caían por mis mejillas llegando hasta mi mentón, mojando mi rostro en el proceso. Quería decirle que no se fuera, quería decirle que no me hacía daño y que el hecho de que Bella y Edward estuvieran mal no tenía nada que ver con nosotros; pero... las palabras no salían de mi boca, solo podía ver sus ojos amarillosos mirarme llorar mientras me quedaba sollozando en aquel bosque.

Mi risa irónica inundaba mi boca de algunas lágrimas y aire que me secaba. Lo miré nuevamente, sus ojos; esos ojos que amaba me dieron una última sonrisa para luego darse la vuelta y desaparecer de mi campo de vista.

Me arrodille en la tierra algo mojada por las lluvias de Forks y me liberé. Lloré todo lo que había estado conteniendo, punzadas de dolor atacaban mi cabeza mientras seguía llorando y sollozando.

¿Los Cullen no cumplían sus promesas acaso?

[...]

Mis últimas diez horas se resumieron en estar sumergida en una intensa tristeza. Mis ojos me pesaban, podía sentir como mi cuerpo pedía a gritos dormir mínimo una media hora, pero el dolor no me dejaba.

Bella estaba igual que yo, pero no quería verla; no ahora.

Miraba mi ventana mientras trataba de olvidar todo aquellos recuerdos pero, me era imposible. Siempre que trataba de calmarme y cerrar mis ojos para poder descansar, el rostro de Jasper aparecía en mi cabeza y su linda sonrisa mientras me miraba comer una que otra hamburguesa o salíamos y reíamos. Sus labios con los míos, sus abrazos y cariños... todo se había ido.

No podía pensar en nada más que él; sé que estaba mal, pero estaba sumergida en una intensa tristeza.

Unos toques a mi puerta hicieron que me girara, me levantara, y que toda mi cabeza girara para empezar a sentir mi cuerpo pesado.

La puerta fue abierta luego de unos minutos, —Addy... por favor, déjame ayudarte, déjame sanar tu tristeza momentánea.

¿Momentánea? Estaba segura que esta tristeza no era momentánea; sin embargo, no tenía nada más bueno que hacer. El vacío que sentía en mi vida fue como un hoyo negro que me tragó consigo mismo.

Acepté ayuda, sabía que estaba mal y lloré por eso, por estar mal y saber que aunque estuviera destrozada; Seth estaría ahí.

Sus brazos llegaron a rodear mi cuerpo mientras yo sollozaba nuevamente, —Por favor, Addy. No llores más, no me gusta oírte o verte llorar.

Sorbia mi nariz mientras mis lágrimas se quedaban impregnadas en la camisa de Seth. Dejar atrás a Jasper sería algo difícil, muy difícil a mi parecer.

[...]

Mire a Seth con una ceja levantada mientras trataba de encontrarle forma a su dibujo.

Había pedido unas hamburguesas y había comprado coca-cola, estaba junto a mi mientras trataba de reanimarme realizando diversos juegos entre ambos.

Me reí ante su rostro, —Creo que es algo como... ¿una ardilla?

Su expresión de indignación me hizo callarme, —Se suponía que era un conejo pero, tal vez si tiene forma de ardilla.

Me reí nuevamente por lo bajo. Estar con Seth empezaba a sanar un poco de mi dolor.

La mayoría del tiempo que estuvimos juntos me quedé callada, trataba de asimilar todo y buscar una forma de sobreponerme ante la situación y poder mejor de a poco. Sabia que iba a ser difícil, pero realmente era; o ponerme a llorar de por vida, o tratar de superar y avanzar así que; elegí la segunda.

Iba a avanzar, con o sin Jasper, no me iba a quedar estancada en su recuerdo.