XI [CELOS]

14.3K 1.3K 58
                                        

Jasper me miraba en silencio, con los brazos cruzados y una mirada que podría penetrar el alma de cualquiera.

—¿Estás enojado?

Silencio. No contestó ante mi pregunta, solo se quedó en la misma posición.

Luego de darle aquel golpe a Seth, solo le dijo que yo le pertenecía ahora a él y que se alejara de mi antes de que algo malo pasara entre ambos. Y también que si me volvía a tocar sin mi permiso, iba a terminar muerto. No fue una escena muy bonita que ver.

—¿Estás ansioso?

Nuevamente, silencio.

Yo estaba sobre un mueble de su habitación, al lado de su cama, mientras que él estaba recostado en una columna de cemento que estaba al otro lado de la habitación.

—¿No te podías besar con otro que no fuera él?

Su tono de voz era frío y tosco, como ya lo había experimentado alguna vez.

Me indigne y hice ademanes mientras alegaba por mi inocencia, —¡Yo no lo besé, él me besó a mi!

—¿Y no podías tirarlo al suelo y irte?

Nuevamente, me indigne más, —¡Le dije que era una huamana! ¿Que se suponía que hiciera o dijera? Disculpa ¿Seth, en este mismo instante me convertí en vampirita, te voy a tirar al suelo con toda mi fuerza?

Jasper rodó sus ojos, pidiendo paciencia al cielo.

—¿Por qué mejor no vienes y te doy un besito de consolación? — interrogué, abriendo mis brazos para recibirlo.

Él negó, —No.

—¿No?

Él asintió, —No quiero probar el sabor de un perro mojado en tus labios. — decir eso pareció enojarlo más.

—¿Y si me lavo los dientes? ¿No quieres un besito?

Él negó, —No, gracias. Mejor ve a tu habitación. No quiero enojarme contigo a unos días de tu cumpleaños.

Eso me hizo recordar que faltaban, aproximadamente como una semana y dos días para tener diecisiete.

—Por favor, Jas, no puedes enojarte conmigo porque alguien más me besó.

—No, pero puedo enojarme contigo por no hacer nada al respecto pudiendo hacerlo. Ni siquiera le pediste espacio o una distancia prudente cuando sospechabas de sus intenciones contigo. Fuera. — su tono nuevamente se volvió frío.

Resignada ante esa idea, me bajé del mueble y me acerqué a él para estar lo más cerca posible. Sus brazos siguieron en la misma posición al igual que él, supongo que para evitar tocarme y hacerme daño con su fuerza. Tomé su rostro entre mis manos y al ponerme de puntitas, acerque mis labios a los suyos dejando unos centímetros de distancia entre ambos.

—¿No quieres un beso?

Antes de que pudiera contestarme, me alejó colocando su mano en mi hombro y tirandome hacia atrás con algo de fuerza, fue leve, pero suficiente para alejarme.

—Vete, Adda. No hagas que me enoje más contigo. Solo dame mi espacio por ahora.

Suspiré, —Bien, pero si estás enojado es porque no quisiste solucionarlo a las buenas conmigo.

Salí de la habitación de Jasper para pasar directamente a la mía. Podía entender que estaba enojado, joder, si otra lo hubiera besado y el se hubiera dejado yo estaría igual o incluso más enojada. Sabía que lo que tenía como excusa era algo que fácilmente pude arreglar. Entendía porque estaba enojado, así que iba a tratar de darle su espacio.

Sus sentimientos los entendían perfectamente, sabía que la de la culpa fui yo, por eso no quise seguir insistiendo en un beso de consolación o un perdón que ya había dicho a cada minuto media hora atrás.

[...]

Mire a Emmet mientras sonreía de lado, —¿No crees que dejarle de hablar durante una semana es algo exagerado?

Negué, —Él dijo, y cito; solo dame mi espacio. Cuando ya no quiera o necesite el espacio, él vendrá y me lo dirá, por ahora no me ha dicho nada, ni siquiera lo he visto por ningún lado, por algo será, ¿no?

Emmet negó, —No quisiera que Rosalie se enojara así conmigo.

—No estoy enojada. — debati.

—Claro, y yo no soy vampiro.

Giré mis ojos, —De verdad, lo juro por mi corazón muerto. No estoy enojada, solo le estoy dando su espacio.

Emmet bufó, —Lo que digas, caramelito. Tú sabrás lo que haces.

Bajé de la roca en la que me encontraba para mirar a Emmet con una sonrisa de lado, —¿Listo para soñar de nuevo?

Él extendió sus brazos, —Soy tu sujeto de prueba.

Antes de que pudiera hacerlo dormir o algo, él detuvo una de sus manos frente a mi, indicandome que me detuviera, —Solo no me hagas ver dulces y gatos nuevamente.

Oh, sí. Ahora, resultaba que ahogaba a personas y las podía hacer dormir y soñar con algo que dijera. Eso era algo un poco... irónico, y tonto, pero era lo que había.

—Te haré ver dragones para que pelees con ellos. — dije riendo.

Él asintió y me dio pase libre para hacerlo dormir. No tardé mucho en hacer que cayera al suelo, dije que sonara con dragones para que él peleara contra ellos y ganara. Esperaba que funcionara.

—¿Duerme, otra vez? — la voz de Jasper me hizo girarme y verlo pegado a un árbol. Sus manos estaban en los bolsillos de sus pantalones.

—Sí, sueña con dragones.

Él bufó, —Que gran sueño...

Su tono; a pesar de no ser tan tosco y frío como fue el otro día que estaba enojado, esta vez se podía notar todavía un poco de resentimiento.

—¿Sigues enojado?

Él asintió, —Un poco, pero mañana es tu cumpleaños y no quiero que estemos peleados para arruinar tu día.

Asentí en silencio, solo bajando un poco mi cabeza. ¿Solo por eso me estaba hablando?

Eso me hizo sentir un poco mal, decaída. Me hacia sentir que solo era una carga más para que el día de mañana no le generaramos un ambiente tenso a la familia.

—Bien. Si no tienes nada más que decir quiero ir a casa. — dije, mientras empezaba a caminar.

—Esta es tu casa.

Negué, —Quiero ir a casa con papá y Bella.

—¿Ahora huyes?

Lo miré mal, —Tú eres el que huye. He tratado de decirte que quiero arreglar mi error, ese mismo día te lo dije y no quisiste eso, Jasper — suspiré —, solo necesito tiempo para aceptar que no quieres hablar conmigo para estar bien, pero ya no estoy segura si en serio quieres un para siempre conmigo.

Me giré nuevamente y empecé a caminar, antes de llegar a la puerta y poder entrar para despedirme y ir un rato con papá, la voz de Jasper se hizo presente.

—Sí quiero un para siempre contigo, nunca dudes de eso. Solo... por favor trata de entenderme y a mi situación, y no estoy enojado, solo no quiero liberar toda mi tensión contigo.

No le dije nada, solamente entré a la casa. Entendía su situación, de hecho, por eso mismo fue que no lo busque durante todos estos días. Sabía que necesitaba su espacio.

Whisper || JASPER HALEWhere stories live. Discover now