Whisper || JASPER HALE

XII [CUMPLEAÑOS]

Salí de casa de papá por la noche para llegar a tiempo a la casa de los Cullen.

Al llegar a ella, lo primero que recibieron mis ojos fue a Alice y a Rosalie tirandome confeti y sonriendo.

—¡Felices diecisiete!

Sonreí —. No tenían que hacer esto...

Mire a mis alrededores cuando me jalaron dentro de la casa. Estaba decorada con algunos globos de colores rojo vino y dorados. Cuando entramos al lugar del salón donde se encontraba la sala, pude observar muchísimos más globos vino y dorados por las paredes, en algunos muebles y estanterías. Tenían una decoración algo simple y elegante, habían colgado cortinas brillantes pero solo los pedacitos de estas estaban por algunos lugares. También en el centro de la sala se encontraba toda la familia, incluyendo a Jasper.

Sonreí, —No era nada necesario hacer esto.

Esme me sonrió, —Eres parte de la familia, lo has sido desde que empezaste a hablar con Jasper y lo escuchábamos pedir consejos para hablar contigo sin parecer raro. Eres nuestra familia, Adda.

Una emoción muy grande al saber que me aceptaban de instaló en mi pecho.

Emmet carraspeo y apareció de detrás de Jasper, dándole un pequeño empujón para que llegara a estar frente a mi. Ambos nos miramos a los ojos en silencio, su mirada bajo un segundo a mis labios y luego volvió a mis ojos para darme una pequeña sonrisa cálida con ellos.

—Feliz cumpleaños, Addaly.

Auch.

¿Decir mi nombre completo era algo bueno o malo? Presentí que malo, de hecho, después de eso todos intercambiaron miradas entre sí.

—Yo... gracias.

Las palabras se agotaron en mi garganta al no poder decir nada. ¿Esta era su idea de estar bien? Porque se notaba a kilómetros que no estábamos bien.

Emmet carraspeo nuevamente, atrayendo la atención de todos. Él sonrió y abrió sus brazos, —Ven aquí, caramelito.

Mire por un instante a Jasper, parecía que no iba a decir nada más, así que solo le sonreí de lado y corrí hacia Emmet para que me abrazara.

Miró mis ojos y sonrió, —El rojo definitivamente es tu color.

Me alejó un poco, a expectación de todos ahí y sacó de su bolsillo un regalo, —Espero que te sirva, o que al menos te guste. No sé mucho sobre esto, es por parte de Rosalie y mío. — un collar colgó de entre sus dedos.

El dije que tenía era una pequeña mariposa roja de color vino, sus alas tenían pequeños cristales dorados y la cadena igual era dorada. Sonreí mientras la tomaba en mis manos y la admiraba mucho mejor.

—Una vez dijiste que te gusta todo lo que tiene que ver con la joyería. Queríamos regalarte algo que te gustara.

Sentí mi corazón apachurrarse ante tanto cariño. ¿Así se sentía ser amada por alguien que no fuera de tu familia? Con Jessica y Seth había experimentado algoigual, pero... a ellos los conocía desde niños, salíamos a divertirnos y contábamos nuestros secretos en la calle mientras llovía y nadie estaba afuera. Esas eran mis pruebas de amor.

—Está muy linda. Muchas gracias. — sonreí después de decir eso.

—¿Por qué no dejas que Jasper te la ponga?

Me giré hacia Alice, quién estaba al lado de Jasper señalandolo como si no pudiera observar que era obvio que estaba a su lado.

—No es necesario. — ella no pareció entender la incomodidad entre ambos, ya que solo negó.

—Tranquila, a Jasper no le molesta, ¿no es así? — ella giró hacia él y él solo se dedicó a negar con la cabeza —. ¿Ves? Ven, ven.

Fui hasta donde estaba ella, para entregarle el collar a Jasper en sus manos. Me giré y aparte mi cabello, pronto sentí sus fríos dedos empezar a tocar parte de mi cuello para luego, en suaves roces, empezar a colocar el broche. ¿Por qué tardaba tanto?

Luego de algunos segundos lo acabó y me giré, —Gracias... — él asintió y me sonrió señalando a Carlisle, quién ahora me sonreía.

—Es hora de nuestros regalos.

Poco a poco empezaron a darme los regalos. Carlisle y Esme me dieron una linda pulsera de color dorado, y Alice me dio un nuevo teléfono. Esme dijo que me quiso regalar un auto, pero Rosalie le dijo que me iba a negar a aceptar y era verdad, nunca podría aceptar algo de ese valor de parte de ellos solo porque sí.

Pronto, después de acabar con los regalos y de comer, Alice me miró con una sonrisa que me daba algo de escalofríos.

—Jasper no te ha dado nada aún, ¿no?

Asentí ante eso. Todos se quedaron en silencio, intercambiando miraditas entre todos nuevamente.

Esme carraspeo, —Mejor los dejamos. Ahora son como algo así de una pareja que vive junta, ¿no? Y pronto... bueno, esperamos que sean algo más que eso. Les dejaremos su espacio.

Todos salieron de la sala luego de eso, deseando me suerte en mi futura vida vsmpiresca y mucha felicidad al lado de Jasper. Jasper, quién estaba frente a mi en otro sofá, solo se quedó ens silencio un gran rato al igual que yo. Por mi parte empecé a juguetear con el collar entre mis manos, él por su parte solo movía su dedo índice topandolo con el sofá.

Suspiré y me levanté, —Me voy a mi cuarto. No quiero tener que estarte obligando a compartir un espacio conmigo.

Él solo se quedó en silencio. Parecía estar conteniendo algo que quería decir, pero al no decirlo, solo caminé hacia mi habitación.

Al entrar en ella, luego de algunos minutos, escuché algunos toques. Me levanté para ir a abrir —. Emmet, te juro que ahora no quiero...

Me quedé callada al ver el cabello rubio de Jasper y sus ojos cafés con miel mirarme. Tragué saliva y hice un amague de sonreír.

—¿Necesitas algo?

Él dudó un poco su respuesta. Parecía estar debatiéndose entre sí decirla o solo irse nuevamente y quedarse en silencio.

—Sí, a ti.

Arrugue mi entrecejo, —¿A mi? ¿Quieres dormir o algo?

Él me empujó levemente del hombro para ir unos pasos hacia atrás, permitiéndole entrar en la habitación y así, poder cerrar la puerta. No tardó en colocarle el cerrojo.