dramática

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Todos los martes como era de costumbre salía con mis amigas a tomar café y a adelantar cuaderno, me encantaba estar con ellas éramos tan diferentes, pero nos completábamos muy bien éramos amigas hace 7 años aproximadamente desde el colegio, habíamos conocido todo de las otras y pasado por amores, despechos y demás eran mis mejores amigas y estaba agradecida por ellas y hoy era martes así que les contaría todo lo que paso en nuestro viaje y todo lo que hicimos en el.

K: enserio, no lo puedo creer mi amiga la santurrona jajaj *y me abrazó*

L: ya era hora, no mentirás. Pensarán que somos unas precoces. Jajaj

Yo: ¡tan bobas, sólo esperaba que se diera el momento y QUE MOMENTO!

L: ¿pero amiga te dolió o cómo fue?

Yo: pues pensé que me dolería más, estaba traumada con eso. Pero él fue muy tierno.

K: se enamoró esta pendeja jaja.

L: cayese que usted está peor

Yo: como así *alce las cejas*

K: conocí a alguien amiga, es divino. me trata muy bien no sabe dónde ponerme. Siento que encajamos bien desde que lo vi sentí mucha química.

L: como raro yo la solterona

*explotamos en risa, hasta cuando nos dimos cuenta de que toda la gente nos estaba viendo*

Cuando llegué al departamento él no estaba y ya eran las 7pm él solía llegar alrededor de las 5 y 40 pm. Lo llamé 4 veces, pero no me contestó, me preocupe bastante y le marque a su mejor amigo, me dijo que a las 5 se habían despedido y que pensó que ya estaba acá que le iba a marcar a otros amigos a ver si estaba con ellos y me avisaba. Estaba demasiado nerviosa había marcado a todos mis contactos y nadie me daba respuesta de él, tenía el corazón en la mano estaba sentada en nuestra sala viendo la vista y tomando un té de manzanilla para relajarme el nunca hacia eso y yo temí en que le pasara lo peor. Las horas se me hacían eternas ya eran las 10pm y no tenía idea de que hacer me puse un suéter suyo para sentirlo lo más cerca posible y cuando por fin me decidí en llamar las autoridades escuché la puerta.

-amor donde estabas, el corazón se me iba a salir de la preocupación. - me abalance hacia él y lo abrace tan fuerte como pude, él me quito los brazos de su cuello y me miro sin ninguna expresión, yo empecé a sentir pinchazos en el corazón como si un balde de agua fría cayera en mi cara -,

- tú siempre tan dramática - paso a su habitación sin ni siquiera voltear a verme.

¡Me quedé como una estúpida llorando en la sala, después de todo lo que hemos pasado y me trata de dramática! por favor! Ahora preocuparse es malo, él nunca me había tratado así todo está tan confuso, es como si de repente todo hubiera dado un giro y ahora fuéramos unos desconocidos entre lágrimas y pensamientos no tan positivos me quedé dormida.

La mañana siguiente me levante temprano, tenía clase de 7 y no quería encontrármelo, salí del apartamento y me tome un café al lado de la Universidad, llamé a mi mamá para hablar de todo un poco la extrañaba bastante. Los 10 minutos que hablamos me subieron el ánimo. ¡Él marco todo el día, pero decidí que no iba a pensar en eso para no amargarme porque claramente! soy una dramática! Las dudas se apoderaron de mí, dónde estaría, con quién estaría. Esta noche tendríamos una conversación larga. claro si se le da la gana, gracias al universo hoy salí de clases a las 5 así que no pensé en lo absoluto o por lo menos lo intente en la horrible situación de anoche, tome mi bolso y en vez de tomar metro me decidí a caminar mientras me tomaba un café y observaba a los demás caminar sin saber para donde iban y que les pasaba por la mente, aunque me gustaba imaginarlo para ser sinceros, yo iba pensaba en cómo hablar de una manera pacífica porque en realidad quería ahorcarlo.

Cuando llegué a la casa olía a ceviche, maldito me quiere comprar con un ceviche porque sabe que me encanta, pues no lo voy a perdonar tan fácil.

-mi cielo te hice ceviche- estaba en la cocina con un delantal probando con una cuchara el ceviche y alzo su mirada con cara de perrito, sabía que estaba molesta porque no le contestaba el celular y nosotros hablábamos todo el tiempo, yo lo mire acusadora y pase por el pasillo-,

+me voy a bañar, estoy muy dramática hoy también. - (1-0) dije en tono sarcástico y una sonrisa apareció en mi cara, ajá si le parezco así, claro que puedo serlo, él casi corrió por la cocina para alcanzarme-.

-amor discúlpame tenía que hacer unos trabajos, se me olvidó contarte, estaba muy estresado. Tú no eres dramática o a veces, pero así me gustas y lo sabes. - dijo mirándome a la cara y mordiéndose el labio, porque tiene que ser tan perfecto -.

+me voy a bañar. - dije casi en un suspiro y me metí al baño sentía que iba caer derretida, pero tenia que se fuerte, así fuera por un momento-.

- nos podemos bañar juntos – escuche a lo lejos y al abrir la puerta para decirle que comiera lo que ya sabemos, sonrío ladeado maldita sonrisa porque es tan hermosa. le saqué el dedo de la mitad y cerré la puerta entre risas-.

Mientras me bañaba estaba pensando en lo que le tenía que decir porque, aunque lo perdonara por su actitud de mierda tenía que explicarme porque lo había hecho y que estaba haciendo, pase a mi cuarto corriendo mientras escuchaba ruido en el comedor, me puse un pijama de perritos que me encantaba era muy cómodo y calientico. Me encaminé hacia el comedor y vi flores, velas y vino en el comedor, es tan detallista que me confunde no puedo estar brava con él y me molesta, aunque claro un poco o tal vez mucho me encanta.

+¿con quién estabas ayer?- dije mientras me sentada al frente suyo en el comedor.-

-ya te dije, con unos amigos- me miró fijamente y trato de tomarme la mano, pero no lo deje en el fondo sabía que algo me estaba ocultando-.

+sí, ¿cuáles amigos? - dije alzando la voz y sintiendo que iba a explotar-.

- deja el interrogatorio- dijo sin más con un tono neutral y siguió comiendo, mi mirada fue tomando más fuerza y sentía que mi piel ardida-.

+y tú deja de ser tan mentiroso-. Me levante de la mesa y tire la servilleta el abrió los ojos como platos y trato de detenerme, pero no fue tan rápido me fui para mi habitación furiosa "amigos" si, sobre todo, gracias al cielo el departamento era de dos habitaciones, la mía era como la de huéspedes porque siempre nos quedábamos en la suya.

- Ábreme por favor hablemos no quiero discutir contigo. - decía mientras golpeaba la puerta, yo me resistí a abrir y él se cansó de rogarme para que abriera-. 

Mi vida, Mi salvación (Editando) Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt