viviendo con mi ex..

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Cuando llegué al apartamento empecé a desempacar mis cosas, tenía que pensar en donde me iba ir a vivir. Me estaba quedando con mis amigas, pero el apartamento era muy pequeño para las tres y no quería incomodarlas más. Mañana teníamos el día libre así que les pedí que me acompañaran a buscar un piso, ya tenía algunas opciones, pero unas eran muy costosas y no me quería salir de mi presupuesto, aunque tampoco quería solo una habitación porque colapsaría más de lo que ya estaba si eso era posible, me sentiría encerrada.

Como ya lo presentía fue un total fracaso nuestra salida, los pisos que me gustaron valían el triple, en los otros vivían viejos verdes y los otros parecían asaderos de Pollo. Todas llegamos a ducharnos estábamos rendidas, pero teníamos nuestra salida de chicas bueno con mi ex, pero él ya era una de nosotras, quería hablar con él no quiero que se distancie no soportaría perderlo ahora se había convertido en mi bastón y no me quería derrumbar.

Parecíamos trillizas, estábamos vestidas y peinadas casi iguales. Teníamos unos sacos de algodón una talla más grande de lo que éramos, pantalones de chándal, zapatillas y nuestro típico rollo de cabello. Era nuestra pinta de cuando no queríamos arreglarnos, cuando nos vimos soltamos unas carcajadas éramos tan iguales que sorprendía.

A los 5 minutos llegamos al puesto de tacos que quedaba en la plazoleta de comidas del centro comercial, mi ex como raro ya nos estaba esperando, lo saludamos de beso en la mejilla, lo note extraño ya no estaba haciendo sus típicas bromas. K se dio cuenta y se llevó a L al "baño".

Yo: ¿Qué te pasa?

Él: nada, que me puede pasar.

Yo: te conozco, por favor dime.

Él: cómo quieres que actué, te quedas a dormir con él no creas que soy tan bobo para saber que paso, nuestra promesa quedo en el aire como nosotros- sus palabras zumbaban en mis oídos, no entiendo a qué se refiere se supone que todo está claro entre los dos-.

Yo: no creas ese tipo de cosas, pensé que me conocías. Nuestra promesa sigue en pie no vayas a pensar otra cosa. Y sobre lo otro, ¿Qué nosotros? - dije sonrojándome-.

Él: me alegra saber que no caíste- dijo en tono serio y me estrecho la mano- ¿amigos? - le estreche mi mano y mi pregunta no fue respondida.

Llegaron nuestras amigas, entre risas y chanzas nos comimos nuestros tacos. Cuando estaba con ellos me sentía viva se me olvidaba la novela que ahora era mi vida, hablamos del fiasco que había sido encontrar encontrar un piso, mi mejor amigo se ofreció a vivir conmigo para poder costear los gastos, era el mejor definitivamente. El sábado iríamos a ver cuál le gustaba a él, estaba cruzando los dedos para que fuera el del balcón, tenía una vista preciosa y quedaba cerca de el de mis amigas.

Decidimos llevar unos six pack de cervezas para ver nuestras novelas y hablar un poco de todo, nuestra noche fue genial. Todos quedamos dormidos en la sala cuando L trajo unas mantas y unas almohadas. Al despertarnos nuestro chico nos tenía desayuno: huevos con tocino, tostadas y café, lo estaba amando en ese momento era uno de mis desayunos favoritos. Pero cuando me fui a parar para tomar mi delicioso desayuno todo en mi cabeza se  nubló, un dolor insoportable en mi pie izquierdo se hizo presente, las luces y las sirenas no se hicieron esperar, sentía que mi subconsciente me estaba abandonando como si se estuviera despidiendo.

Mi vida, Mi salvación (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora