Martes parte 1

71 26 2
                                    

Este martes sería perfecto, retomaremos nuestro plan habitual de chicas. Nos veremos en Juan Valdez a las 4 así que tengo 2 horas para arreglarme. Estoy ansiosa por verlas y porqué mañana será miércoles, tengo miedo de saber los resultados, tengo miedo de no saber que hacer, tengo miedo de esperar un bebé de alguien que nunca me amo como yo lo hice.

K: dame un granizado de café, con un brownie.

L: a mi un frappe de frutos verdes.

Yo: a mí me regalas un café orgánico, grande por favor.

Éste café era mi favorito, no sólo por sus bebidas magníficas sino por su decoración tan natural y fresca, amaba la vista hacía la ciudad; se observaban los grande edificios a lo lejos, la gente transitando pensando tal vez en cosas vanas o en sus problemas diarios, los árboles con sus hojas un poco secas, los niños correr y sonreír. No puede evitar pensar que alguno de esos niños podría ser mío y sin querer hacerlo empecé a llorar como si estuviera en mi casa o en algún lugar que no fuera público, la gente me observaba de manera desconcertada hasta que K y L lloraron conmigo y luego empezamos a reír para parecer más normales supongo.

K: ¿qué harías si esperas un bebé del pendejo?

L: no seas imprudente k, por favor.

Yo: tranquila L, la verdad no se. Yo siempre había dicho que el aborto no estaría en mis planes, pero ese bebé sería mi cárcel o tal vez mi salvación.
Mi cárcel por que me va a atar siempre a él o mi salvación porque puede reparme, recostruirme.

L: me vas hacer llorar de nuevo.

K: te apoyaré en lo que decidas.

Llegué a casa con la poco energía que me quedaba, sabía que no estaba haciendo nada de ejercicio desde hace un mes pero no pensé que estuviera tan mal de físico por eso decidí caminar hasta el departamento para despejar la mente aunque k me rogó que no lo hiciera, pero los pucheros siempre funcionan con ella.

Cuando llegué al edificio el portero me entrego un ramo de girasoles con rosas rojas; los girasoles son mis flores favoritas así que no pude evitar sonreír de par en par, mi MA enserio es el mejor compañero, amigo y ex que cualquier persona desearía tener, al entrar el citofono estaba sonando quién más que K podría ser la conozco y puede ser la persona más sofocante que conozcas.

Yo: ¿Quién es?
Portería: señorita se me olvido darle la nota que venía con el ramo.
Yo: ya bajo, gracias.
La nota no venía marcada, se me hizo extraño que mi MA me dejará una nota, ¿Porqué no un mail o un texto?

No se como empezar esta carta, si diciendote amor, cielo o el sin fin de nombres que tengo para ti o simplemente empezar con tu nombre. Optaré por amor es mi apodo favorito, entiendo que no quieras saber de mí, pero quiero brindarte mi apoyo incondicional. No sabes lo feliz que sería si me dieras el honor de seguir siendo tu compañero y el futuro padre de nuestro hijo si llegará a ser así, tú sabes que amaría tener una muñeca igual a ti; sonriente de ojos avellana que me diga papi o a un campeón que me diga que le enseñe a montar en bicicleta. Te pido que no me quites el derecho de ser un padre ejemplar, cometí errores pero soy humano y no puedo evitarlo.
Te amo y te amaré siempre cielito mío.

Este definitivamente era el día para llorar, no se que pensar. Si mi embarazo fuera una realidad no podría evitar querer que el estuviera conmigo y no podría quitarle el derecho a mi bebé de que estuviera con su padre.

Mi vida, Mi salvación (Editando) Where stories live. Discover now