Capítulo 44: Love, Rosie

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-Katy, ya puedes salir -dijo Daniel desde el otro lado de la puerta.

-Vale, ahora voy.

Estiré los brazos y moví la cabeza de un lado hacia el otro haciendo que crujir las articulaciones del cuello. Salí de la bañera y envolví mi cuerpo en una toalla blanca y deshice el moño en el que había atado mi pelo. De pronto me di cuenta de que me había metido directamente sin coger ropa para después.

Abrí un poco la puerta para llamar a Daniel pero de pronto vi que había colgando algo en el picaporte de la puerta. Dos percheros. Uno con ropa interior y el otro un vestido. Sonreí al verlo.

Cogí la ropa y volví a meterme dentro. Cogí el perchero de la ropa interior y sentí como el calor subía hasta mis mejillas. Hasta entonces no me había dado cuenta de que Daniel había hecho las maletas, y aquello implicaba que había estado mirando en los cajones de mi ropa interior.

Me mordí el labio y sacudí la cabeza intentando de alguna manera alejar ese pensamiento de mi cabeza. Me puse el conjunto negro que había escogido y acto seguido me puse el vestido. Me gustaba muchísimo aquel vestido aunque lo cierto era que apenas me lo ponía. Se trataba de un vestido muy sencillo. Tenía un color naranja muy-muy suave, casi salmón. Tenía un escote en forma U y mangas largas. Se podía ajustar a la cintura por el pequeño cinturón negro que tenía, y eso le daba un poco de vuelo a la falda.

Cuando terminé de vestirme me puse un poco de maquillaje rápidamente. Nada extravagante. Solo un poco de delineador y rímel, un poco de colorete y brillo de labios. Daniel decía que no le importaba que tuviese ojeras y espinillas, ¿verdad? Pues entonces estaba perfecta.

Salí de la habitación y me encontré con Daniel de espaldas. No dije nada, quería admirar por unos instantes al atractivo hombre que tenía delante.

Él también se había puesto elegante. Llevaba pantalones y zapatos de vestir, ambos de color negro, y una camisa blanca que le quedaba algo ceñido en la zona de los hombros.

-Te has olvidado de los zapatos -se giró y me miró con el ceño fruncido, después se miró a los pies. Reí y le enseñé mi pie desnudo.

Me sonrió y me hizo un gesto para que me sentara en la cama. Cogió mi maleta y sacó de dentro unas bailarinas negras. Me las enseñó esperando mi aprobación y se la di asintiendo con la cabeza. Me agarró el tobillo derecho y me la puso con cuidado, e hizo lo mismo con el otro.

-¿Tienes hambre? -hizo un gesto con la cabeza hacia la mesa en la que se encontraba la tele. Comencé a reírme sin parar al reconocer el logotipo de la bolsa que había en ella.

-Sí, mucha.

(***)

-Alcánzame el ketchup por favor -dije dejando la caja con la hamburguesa con cuidado sobre la cama

-Ten -me ofreció dos bolsitas y siguió buscando la película que íbamos a ver. Lo bueno de un pendrive es que puedes llevar decenas de películas en ella, lo malo es que luego tienes que buscar la que quieres entre esas decenas-. Aquí está.

Le dio al play y se recostó a mi lado. Cogió su hamburguesa y echó en ella ketchup, al igual que yo había hecho.

-What do you do when you fall in love -comencé a cantar a la vez que Lily Collins aparecía en la pantalla.

-Ya empieza el karaoke de Love, Rosie -rió Daniel mientras cogía unas patatas fritas.

-I'll never fall in love again -seguí cantando sin hacerle caso.

(***)

-Me encanta esta película -dije recostándome en el pecho de mi novio.

-¿Te ha gustado la sorpresa?

-¿Te refieres a la vuelta en caballo o a esta fabulosa cena de hamburguesas acompañado del karaoke de Love, Rosie?

-A todo, supongo.

-Me ha encantado. Ha sido increíble. No puedo creerme que hayas organizado todo esto para mí. No me lo merezco, y no te merezco.

-Quiero que se te meta en la cabeza una cosa; te lo mereces. Te mereces esto y mucho más. Soy yo quien no te merece a ti. Eres amable, dulce, divertida, leal, valiente... Eres lo que cualquier hombre querría para pasar el resto de sus días

-Te quiero -dije sin pensar.

-Te quiero.

Me agarró del mentón con su mano izquierda y con la otra rodeó mi cintura atrayéndome hacia él. Humedeció sus labios y depositó un casto beso en los míos para luego darme otro, más fogoso, más intenso.

-Dani -rompí el beso-. Hagámoslo.

-¿Qué? -me miró perplejo.

-Lo que oyes -le sonreí-. Hagamos el amor.

-¿De verdad? No tienes porqué hacerlo si no te sientes preparada, el propósito de traerte aquí no era obligarte ni nada parecido.

-Ya lo sé. No me siento obligada, si no me sintiese preparada te aseguro que jamás te lo hubiese propuesto.

-Entonces, ¿estás lista?

-Sí. Es raro, créeme que yo estoy tan sorprendida como lo estás tu ahora. Hace un par de días no me sentía preparada y ahora... -solté una risotada, no podía entender lo que había cambiado en mí-. No lo entiendo, no sé qué ha pasado, pero me siento lista; quiero hacer el amor contigo, ahora.

-Supongo que es el momento. Cuando llega el momento uno lo sabe, parece que tu momento ya ha llegado -sonrió ampliamente. Al parecer le hacía muchísima ilusión acostarse conmigo, no sabía muy bien cómo tomarme aquello.

Me dio un besito en la punta de la nariz y después otro en los labios. Acarició mi mejilla con delicadeza. Me miró a los ojos, preguntándome con su mirada si realmente quería aquello; y de verdad que lo quería. Asentí y no tardé en sentir sus labios sobre los míos.

Era el momento, lo sabía; estaba lista para entregar mi cuerpo al hombre que tenía a mi lado.


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Hola, ¿qué tal estáis? Espero que os haya gustado el capítulo. Ya sé que es un poco cortito pero creo que el contenido lo compensará de alguna manera jajajaj Ya iba siendo hora de que lo hiciesen, ¿no creéis? Al fin nuestro querido Daniel tendrá lo que TANTO ansiaba tener XD Comentadme si os ha gustado el capítulo y también si os gusta "Love, Rosie", yo adoro esa película y seguro que si la habéis visto también os gusta, y si no lo habéis visto, ¿a qué estáis esperando?

Un beso.

Enamorada de mi hermanastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora