Capítulo 3. ¡Boxers, Calzoncillos, y Oh-Mi-Biología!

11.9K 589 91
                                    

Banner hecho por PrettyPinkPenguins.

----

Capítulo 3. ¡Boxers, Calzoncillos, y Oh-Mi-Biología!

Cerré los ojos con fuerza y recé para que terminara rápido. Pero, el momento nunca llegó. Ni siquiera me tocó. Alivio flotó sobre mí en cuanto solté el aire que estaba conteniendo. Un único pensamiento llegó a mi mente en ese instante.

Todavía era virgen.

Mi ropa estaba hecha jirones y destrozada. Lo cual era muy malo porque era realmente bonita. Sería demasiado revelador y super obvio si regresaba así a la fiesta. Sin embargo, todos estarían demasiado ebrios como para notarlo siquiera. Metí el resto de mi traje en el basurero de la esquina y tomé sábanas limpias (al menos espero que lo estuvieran) que encontré en el closet cerca de mí. Tal vez podría hacerlo pasar por una toga o algo.

Corrí hacia la puerta, tropezando con algo –o alguien- en mi camino. Miré hacia atrás y contuve un grito. Mi violador estaba en el suelo, inconsciente, con la nariz sangrante. Cualquier persona normal y sana lo hubiera dejado así como estaba, pero yo no podía simplemente dejarlo ahí en esa condición. Miré alrededor en busca de algo que pudiera usar detener el sangrado. Tiré de la sábana de la cama, mentalmente disculpándome con Ian, y se lo pasé por la cara.

Era una idiota. Estoy ayudando a mi violador. ¿Quizá había cambiado de parecer y se había detenido? Lo dudo, probablemente se desmayó por todo el alcohol que tenía en el cuerpo.

-¿Qué demonios estás haciendo aquí todavía?

Esa no era la voz de Luke ni la de Ian. Me volteé muy despacio y un chico alto con desordenado cabello castaño y ojos azules me estaba mirando. Tenía una buena constitución y tenía músculos de buen tamaño. Vestía una chaqueta de cuero, una camiseta wife beater(1) que mostraba su perfecto pecho trabajado, y un par de jeans gastados. Un cigarrillo encendido yacía en su mano.

-¿Tyler?

-Felicidades, conoces mi nombre –dijo sarcásticamente-. ¿Por qué estás aquí todavía?

-Tenía la nariz sangrando...

Lo vi rodar los ojos. –No deberías estarlo ayudando. Si quieres hacer algo, entonces agradéceme. ¿Por qué eres tan estúpida, Charllote?

¿Sabía mi nombre? Debería, hemos estado yendo a la escuela juntos desde el jardín de niños. Siempre fue el niño solitario en el campo de juegos que no quería jugar con nadie.

-No podía sólo dejarlo –protesté-. Podría morir por una pérdida de sangre.

-Seguro que podías. Él no te mostró misericordia, ¿por qué deberías mostrársela tú?

Tyler tenía un punto. ¿Por qué iba yo a mostrarle amabilidad? –Porque tengo un corazón y compasión.

Él ser burló. –Pero no cerebro. Eres como el hombre de hojalata de El Mago de Oz.

-De hecho, es el espantapájaros el que no tiene cerebro –corregí.

-Como sea. El punto es, ¿qué si él recuperaba la consciencia y decidía terminar lo que empezó? ¿Qué si yo no hubiera estado aquí para salvarte de nuevo?

Él definitivamente tenía un buen punto. –N-no lo sé –admití-. Pero gracias.

-No me agradezcas. Hice esto por mis propios propósitos egoístas.

Levanté una ceja. -¿Y eso sería?

-No sería capaz de tomar tu virginidad si él lo hubiera hecho.

The Last Virgin Standing / Tiffany HuynhWhere stories live. Discover now