The Last Virgin Standing / Tiffany Huynh

Capítulo 5: Un libro, Dos libros, Un chico, Tres chicos.

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Capítulo 5: Un libro, Dos libros, Un chico, Tres chicos.

Era demasiado cobarde para confrontarlo sobre Lauren, así que lo evité toda la semana. Estaba yendo muy bien... hasta la noche de película. Realmente no hablé con él en nuestros viajes de ida y regreso al colegio y me ocupé con Emma durante el almuerzo. Durante nuestra maratón de películas de Barbie -su idea no mía- se volteó y me preguntó-: ¿Cuál es el problema?

Metí un puño de palomitas en mi boca. -¿De qué estás hablando?

-Sabes exactamente de lo que estoy hablando. Has estado ignorándome por los últimos tres días. ¿Hice algo malo?

Am... sí, lo hiciste. Hiciste que me enamorara de ti, no te diste cuenta, y besaste a otra chica. -No.

-Eres una mentirosa. ¿Por qué estás enojada?

-No estoy enojada -insistí despreocupadamente.

-Es porque me enojé porque saliste con Ian, ¿verdad?

¡No pero gracias por la excusa, amigo! -Sí, por eso. No puedes simplemente controlarme así. No eres mi padre, Luke.

Él suspiró. -Solo estoy cuidando de ti, Charlie.

-Bueno, no tienes que ser un cerdo celoso al respecto -dije duramente.

Está bien, tal vez solo estaba buscando una excusa para gritarle por el incidente de Lauren porque me lastimó. ¿Es mi culpa por no decirle que lo amo? Probablemente. Pero oye, tampoco iba a tomar el riesgo si yo no le gustaba.

Gruñó, cruzó los brazos, y se hundió en el asiento. Lo imité pero con una sonrisa en mi rostro. Se vio tan adorable cuando hizo eso. Me recordó cuando éramos más jóvenes y menos maduros. Seguimos viendo La Princesa y el Mendigo -mi favorita. Ocasionalmente cantaba con los personajes... más o menos. Seguí liándome con las letras de las canciones y exageré el tono para que ni siquiera sonara como el original.

-¿Hay algún botón de mudo(1) en tu boca? -Se quejó Luke, presionando dos almohadas en cada una de sus orejas.

-Ja, ja, eres tan gracioso, Luke.

-Apestas cantando.

-Y tú tienes la voz más angelical que he escuchado nunca.

-Todas las chicas piensan eso.

-¿Quieres decir que también les cantas a ellas? Y yo que me sentía especial...

Colgó su brazo en mi hombro y tiró de mí hacia él. -Eres especial, Charlie -susurró, acariciando mi nariz-. Eres como mi hermana menor.

Parpadeé. Genial, era como su hermana menor. Si eso no grita friendzone(2), no sé qué lo hace. ¿Pueden siquiera las chicas ser puestas en la friendzone? ¿Cuál sería la respuesta apropiada? ¿Gracias? Medio sonreí y le di un suave puñetazo. ¿Qué? ¡Fue lo primero que se me ocurrió!

-Así que, ¿qué te parece si, en lugar de continuar con la noche de película, salimos?

-¿Como una cita?

Él se rió y me dio unas palmaditas en la cabeza. -Claro, como una cita.

No pude evitar la sonrisa que se estaba formando en mi cara. Luke había aceptado a ir a una cita conmigo. Claro, no era oficial ni nada, pero seguía siendo una cita. Y ese hecho por sí solo me hizo sentir más allá del éxtasis.