Capítulo 22. Balanceándose con el enemigo

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Capítulo 22. Balanceándose con el enemigo


Desde que alejé a Emma y a Luke, me di cuenta de que en realidad no tenía amigos. Seguro, estaba esa gente a la que le hablas en la escuela cuando nadie está alrededor, como eran más-que-conocidos-pero-menos-que-amigos, pero no tenía a nadie para salir. Aún me sentaba con la misma gente, a parte de Luke, quien se sentaba con sus otros amigos. Emma y yo solo no hicimos contacto visual, o simplemente yo lo evité. Hizo algunos intentos de disculparse pero le dije que solo necesitaba tiempo para pensar y dejar que se asentara.

Pasé mis fines de semana y mis noches libres (lo que era básicamente todas las noches porque realmente no tenía vida) estando sola, mensajeando con Ian o descansando con mi papá. Esta noche, Ian dijo que iba a "salir" pero sospeché que se estaba quedando porque el pequeño Ian estaba sintiéndose solo sin algo de acción. Así que pasé la noche con papá mirando las repeticiones de Full House.

­—Uh... ¿Charlotte?

Levanté la vista de la ceremonia de boda de Stephanie y Harry.

—¿Sí?

Asintió hacia la mesa donde estaban encaramados mis pies.

—Una de dos, o nuestra mesita de noche está poseída o alguien está intentando llamarte o mensajearte.

Me reí y miré mi teléfono vibrando y sacudiendo la mesa con pequeños temblores.

Brillando en la apenas iluminada pantalla (me gustaba conservar mi batería) estaba la foto de Tyler en una pobre calidad. Estaba un poco borrosa porque su mano estaba moviéndose para cubrir su cara. Tomar esa foto casi me costó la vida. Aparentemente a Tyler no le gustaba que le tomaran fotos. Nunca.

—¿No vas a responder eso?

—Uh... sí. ­—Tomé el teléfono y lo sostuve en contra mi oreja—. ¿Hola?

—¿Charlotte? —Su voz estaba ronca y un poco fuerte.

—Sí, es a quien llamaste.

—Puedo... me preguntaba si te gustaría hablar.

—¿Tú... quieres hablar? —Nunca había escuchado que un chico solo quisiera hablar por teléfono. Eran usualmente ellos preguntándome si quería salir y después salíamos. Mensajear, usar Facebook, realmente cualquier tipo de interacción social que involucrara teclear era usual, también. ¿Pero verbalmente por un instrumento que no fuera cámara web? Ahora eso era casi obsoleto para la gente de nuestra edad.

—Lo...siento —farfulló—. Sabía que era una idea estúpida. Solo que dijiste que podía llamarte cuando necesitara hablar —ahora estaba balbuceando, podría decir.

—Tyler, esa oferta sigue en pie. ¿Qué ocurre?

—Bueno... es solo que... ¿sabes que te dije que mi mamá me dejó?

Asentí, pero después me di cuenta de que no podía verme.

—¿Charlotte, sigues ahí?

—Oh, ¡lo siento! Sí, me dijiste.

—Ella... ella no nos dejó de buena manera —dijo suavemente.

—¿Tu papá la asustó? —respondí en una voz igualmente suave. Me sentía como si estuviera caminando en cascaras de huevo.

—Supongo que se podría decir así.

—¿Tyler por qué me estas llamando en lugar de a tu mamá? ¿No tienes su número?

The Last Virgin Standing / Tiffany HuynhWhere stories live. Discover now