Todo lo que Soy (1er libro )

Capítulo XVI

Capítulo XVI

El condado de Devonshire finalmente le daba a Annette la bienvenida. Ante sus ojos descubría que se encontraba situado en el sudoeste de Inglaterra, limitando con Cornualles al oeste y con Dorset y Somerset al este. Siendo Exeter su capital. Ahora Annette comprendía aún más el motivo de por qué James había decidido ser prevenido y había estado pendiente de que ella descansara en el camino, en aquella dos posadas, en donde se habían hospedado como esposos, aunque su matrimonio aún no se había consumado.

El viaje había resultado ser más largo de lo que esperaba.

— Es hermoso, ¿verdad?— le expresó James al ver el asombro en el rostro de Annette.

— Es la primera vez que vengo a este condado... Y es más hermoso de lo que lo imaginaba.

— Exeter, la capital del condado, es una de las ciudades más antiguas de Gran Bretaña. Te va a encantar el clima suave y su belleza natural, ya que es una mezcla de antigüedad y modernidad con murallas romanas, una catedral normanda y modernas instalaciones. Prometo que te haré recorrer cada rincón...—hizo silencio al recordar que ni siquiera le había planeado la idea de tener un viaje de luna de miel. Algún día se lo obsequiaría, si ese matrimonio realmente perduraba con el tiempo.

— Gracias... James.

— De nada, Annette...

Finalmente la propiedad familiar estuvo a su vista. Y con ello, había llegado la hora más esperada. El momento de presentar a Annette ante su abuelo.

— La rama de la familia Cavendish ha sido una de las familias más ricas e influyentes desde el siglo XVI... Por eso siempre se ha procurado hacerlo ver a través de nuestra propiedad. Nuestra propiedad domina unas 40 hectáreas de jardines, prados y bosques... Y sé por mi abuela que eres una excelente amazona, aunque tu padre te tenía prohibido salir a cabalgar.

— Temía que me escapara en sus narices.

— Y resultó ser que huiste...

— Gracias a ti...— ella sonrió, al mismo tiempo que el carruaje se detenía.

— Gracias a lo convincente que fue mi abuela... Creo que no hubiese podido permitirme verle a la cara, si te hubiese ocurrido algo que podía evitar.

— Desde que te conozco, me has salvado de muchas maneras. Espero ser una esposa digna para ti...

— Sin presiones, no quiero que te sientas presionada a causa mía. He hecho una promesa y prometí cumplirla.—sonrió— Es momento de bajar... Nos esperan...

Con un movimiento rápido abrió la puerta y la ayudó a bajar.

Un anciano hombre les recibió con el ceño fruncido. Su nieto traía a una mujer en aquel carruaje sin una dama de compañía, algo inapropiado para una señorita. Sin esperar, aquella sorpresa que su nieto estaba por darle.

— Buenas tardes abuelo, le presentó a mi esposa.— le expresó James al ver la expresión en su rostro.

— ¿Tu esposa?

— Entiendo su asombro. Pero tenemos mucho tiempo para hablar... Annette, te presento al duque de Devonshire. A mi abuelo...

— Es un honor, su excelencia...— expresó Annette nerviosa al ver a aquel hombre. Como había temido, aquel matrimonio no era de su completo agrado.