Capítulo XXVIII

29.7K 2.7K 33
                                    

Capítulo XXVIII

El padre de Annette salió de aquella propiedad y subió a su carruaje completamente indignado. Sabedor que había sido atrapado en pleno intento de lastimar a la hija que la vida le había obligado a darle su apellido. La incertidumbre y las dudas siempre le harían ver que jamás nadie podría asegurarle si realmente era su hija.


Una verdadera Cartwright.


O una bastarda.


- Te has salido con la tuya, Cavendish... Pero no por mucho tiempo...- expresó cuando su carruaje empezó a moverse.


Lejos de allí, Annette se encontraba bajo la compañía del duque de Devonshire y de la duquesa de Huntley. La madre del duque de Huntley. Inconsciente de todo aquello que había ocurrido no tan lejos de allí.


- Allí regresa mi hijo con lord Cavendish...-informó la duquesa al observarlos.


Brandon Aldwych, duque de Huntley, miró a James Cavendish con una sonrisa pícara al observar como su madre le había mirado, respirando con tranquilidad, siendo sabedora que él no había huido cuando se había dado la orden de que todos los presentes debían quitarse las máscaras y hacer saber quiénes eran.


- Mi madre se acaba de percatar de nuestra presencia... Y creo que finalmente ha empezado a respirar con tranquilidad al saber que no he decidido huir.

- Eres el duque de Huntley... Ahora uno de los nobles más codiciado entre las jóvenes presente y tu madre lo sabe.

- ¿Y tienes la osadía de burlarte de mí? Su mero capricho de que encuentre a una digna señorita para convertirla en mi esposa ya se está haciendo insoportable... Hasta el punto de seguir cada uno de mis pasos con la mirada como si aún fuese un niño... ¡A veces pienso que no descansará hasta que lo logre!

- Me recuerda a mi abuelo hacia un tiempo atrás... Aunque no era tan exagerado. Simplemente, me recordaba los deberes de un futuro duque.


Brandon Aldwych se rió ante aquel comentario que considero curioso.


- No hace poco, porque si he de recordar, eras tú quien encabezaba la lista de los solteros más codiciados. La temporada anterior fuiste acosado por muchas madres casamenteras y me juraste que no te casarías aún. Hasta apostaste que yo sería el primero, después de haber heredado el título de mi padre.- expresó al mismo tiempo que sonreía con picardía.

- Viajar a Escocia se volvió en mi contra... ¡Ya ves! Acabe siendo pescado, sin necesidad de una temporada.

- Y dejame felicitarte... Es una mujer hermosa.- admitió al observar a lady Annette Cavendish, mientras se acercaban a aquel lugar en donde les esperaban.

- ¿Admirando a mi esposa?- expresó en un tono que hacía evidente , por primera vez, que estaba celoso de que otro hombre admirara a Annette.

- Sólo es un simple comentario... No hay nada que debas temer. Tengo preferencias por las mujeres castañas... Y aunque he tenido últimamente una fama de mujeriego. Soy un caballero...

- Espero, porque lamentaría perder tu amistad.


Brandon sonrió un poco más, al ver por primera vez, a su buen amigo de Eton, celoso. Jamás había imaginado que aquello pudiera ocurrirle al hermético y orgulloso James Cavendish. Al futuro duque de Devonshire.


- Si es alguna enfermedad contagiosa, espero no contagiarme... No pretendo verme como un idiota enamorado... Aun cuando mi madre pretenda invitar a todas las jóvenes casamenteras que se encuentran en toda nuestra sociedad inglesa. En vez de ver que preferiría gastar mi tiempo en otra actividad o en mi propiedad de Surrey, si no me quedará otra alternativa.- expresó con cierto fastidio, sin observar a aquella dama con la que se tropezaba sin querer-. Dispénseme..- le expresó, sin preocuparse ni siquiera en verla. Y siguió su camino junto a James.


Keyra Middleton le miró indignada. Teniendo en sus manos una razón más de porque no deseaba encontrarse allí. Pero había tenido que dejarse convencer por su tía, al ver aquel ultimátum que su padre le había expresado secamente.


- ¿De qué te ríes?- le preguntó Brandon con curiosidad a su buen amigo.

- Te acabas de tropezar con lady Keyra Middleton...

- ¿Lady Keyra Middleton?- expresó sin entender-. ¿Quién es? ¿Debería acaso saberlo?

- Es la nieta del duque de Rosslyn. Su padre es lord Edmond Middleton... En la temporada pasada me enteré que la llamaban << La Princesa de Hielo >>, por haber rechazado a tantos pretendientes que desearon convertirla en su esposa. O eso fue lo que se rumoró. Has de conocer como vuelan los rumores en Londres.- sonrió con cierta picardía, al ver que su amigo se había girado para ver si la observaba. Sin embargo, ella se había retirado. Dejándolo sin saber quién era ella.


Al duque de Huntley le hubiese gustado haberla contemplado un poco, antes de que ella desapareciera de su vista. No obstante, de seguro no era de su gusto, por lo que no le había dado tanta importancia. Además, si era una joven casamenteras. Era mejor tenerla a distancia.

-¿"Princesa de hielo"?- exhaló un suspiro de hastío-. No seré quien se atreverá a contradecir aquello, ni a conocer alguna razón más de eso...

- Y no me opondré por eso... Siendo sincero, querido amigo, harían una excelente pareja.- James sonrió un poco más al instante en que su amigo colocaba una mirada de horror-. Pero te niegas a observar lo sorprenderte que puede ser el matrimonio.

- ¿Qué ocurrió con mi buen amigo Cavendish? ¿Acaso el matrimonio te ha hecho olvidar que solías pensar como yo?- expresó haciéndose el herido-. Eres sabedor que no me apetece el matrimonio. Por lo que sí está en mis manos la posibilidad de evitarlo, haré todo lo posible.

James Cavendish se burló con gusto del comentario de su amigo. Sabiendo, que tarde o temprano, lo vería caer ante alguna dama.

Él era un fiel ejemplo de eso.



Todo lo que Soy (1er libro )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora