Epílogo

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Epílogo

Ver de nuevo a sus hijos había sido un inmenso regalo cuando ella recuperó por completo la salud. Beatrice, la abuela de James, había sido quien le había dado la sorpresa, cuando el duque de Devonshire y James le informaron que se encontraban en Escocia junto a ella. No siendo verdad, porque ellos estaban allí. En aquella propiedad.


Y ella había ido a aquel jardín, siendo escoltada por James, después de que finalmente le habían indicado que podía salir y respirar un poco de aire puro. James le había pedido que le acompañara para que viera como habían florecido las nuevas rosas que había sembrado junto al jardinero.


Mientras caminaba junto a ella se recordó aquella tarde de otoño de 1820. Había sido casualidad su primer encuentro.


¿Qué le había llevado a cruzarse con ella? ¿Cómo un hombre como él, que había mantenido una imagen de eternamente soltero, de pronto se había permitido conocer a alguien como aquella señorita?


Era consciente que había nacido en Edimburgo, aunque parte de su niñez y adolescencia la había pasado en el condado Devonshire. En aquella propiedad cercana a Exeter. Había sido educado como inglés, al ser el único nieto varón de Bernand Cavendish, duque de Devonshire. Y por lógica, su único heredero.


Pero haber recibido aquella carta de su abuela le había llevado de nuevo a aquel lugar. No por mero capricho, sino porque se había preocupado por la salud de ella. Encontrándose finalmente con algo que no esperaba hallar. Todo había sido una mentira... Y cuando había querido huir de lo que envolvía aquella mentira. Su alma había empezado a sentir. Convirtiéndolo en un buen samaritano...


El resto de la historia se resumía en ser parte de su vida. Ahora veía a su abuela salir de su escondiste, haciendo que Annette la viera con sus dos tesoros. Sus razones principales para querer seguir viviendo.


— Bienvenida a la vida...— le dijo James cuando la vio llorar de felicidad al ver todo lo que amaba, estaban cerca de ella. Los abrazó con ternura comprendiendo que después de todo. La felicidad si había nacido en su vida.


Tiempo después...


— ¿En qué estás pensando?— le preguntó James al abrazarla, mientras ella se encontraba mirando aquel atardecer por su ventana.

— En que valió la pena todos aquellos intentos fallidos en los cuales no pude huir...—sonrió al buscar su mirada—. Incluyendo aquel en que creíste que era un ladrón... Y te negaste a creerme.


¿Qué hubiese sido de mí sino lo hubiese hecho?— expresó con picardía.


— Lo mismo que hubiese sido de mí, sino hubieses interrumpido y evitado mi maravilloso plan de huir con Absalon... ¡Sería un absoluto nada! Contigo, mi amado James, encontré un lugar que llamar hogar.—rozó su mejilla, mientras él también le miraba a los ojos—. Mi hogar está en donde estás tú y nuestros hijos. ¡Está aquí en este condado de Devonshire!

— Pienso lo mismo.


La luz en sus ojos era tierna, por lo que realmente Annette sintió cómo se le aceleraba el corazón. Aún más, cuando James se acercó más a ella, al mismo tiempo, que colocaba sus manos en su espalda y la atraía hacia él.


— Te amo, Annette... El día en que te conocí, jamás pensé que te robarías mi corazón... Y doy gracias a Dios por esa oportunidad que me dio al conocerte...—sonrió con picardía, guiñándole un ojo, mientras se acercaba a su oído derecho—. Le diré un secreto. Estaría perdido sin usted, mi amada lady Cavendish. Porque tendría todavía un corazón frío que jamás sabría lo que es amar realmente...— y luego de aquella confesión, besó sus labios.


Los ojos de Annette se empañaron de lágrimas de alegría.


¿Quién hubiese pensado que eso pudiese sucederle a dos seres que al principio no se habían llevado bien?


— ¿Me amas?— le preguntó James al rozar su mejilla derecha, secando sus lágrimas.

— ¿Amarle, lord Cavendish?... ¿Quieres saber un secreto?— le miró con picardía—. Hay muchos motivos para amarle...Pero una de las razones más fuerte, es que detrás de esa actitud arrogante y fría, que me mostró cuando le conocí. Hay un hombre maravilloso que me robó el corazón por completo. Y me salvó...

Fin


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Muchísimas gracias por su apoyo en mi historia. Por leerla, por sus votos, por sus comentarios. No pensé que iba a gustar tanto. Me alegra haberme animado a escribirla y compartirla con ustedes. Aquí les dejo el final. Y les indico que sera una serie de cuatro historia. Posiblemente me anime a publicar todas simultaneas. Les informare luego.

Sería así el orden:

1. Todo lo que Soy

2. La Princesa de Hielo

3. Un corazón Inalcanzable

4. Un Inevitable Reencuentro.


Todo lo que Soy (1er libro )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora