Capítulo 3.

2.6K 272 27
                                    

Sehun.

No llegué a ver en un primer momento a mi víctima. Me había lanzado directamente contra sus brazos, con un dolor realmente punzante en el muslo izquierdo.

El doctor Wu dijo que una herida sangrando me daría veracidad, y que al ser una máquina, lo soportaría, pero joder, jamás pensé que pudiera llegar a doler tanto. Al parecer mis niveles de sangre se controlaban automáticamente y cuando faltaba demasiada, el riego en ese lugar simplemente se cortaba. Y cómo no, al no funcionar realmente por sangre, no perdería esa pierna.

Pero por alguna razón, cuando caí contra los brazos de aquello que por su constitución me pareció un hombre, mi sistema colapsó y, en términos humanos, perdí el conocimiento.

Cuando desperté, un manojo de gritos chocaron directamente contra mi chip auditivo, de una forma un poco molesta. Hasta habían logrado que algo como el ruido me afectase... Bien hecho, creador.

Abrí los ojos y me incorporé con pesadez, autoprovocándome un punzante dolor en la pierna, y un quejido reflejo. La habitación quedó en silencio, y yo desvié la mirada de la herida ya curándose, hacia las personas que se me habían quedado mirando.

– ¿¡Quién eres!?– Ese grito iba dirigido hacia mí, sin duda. Fui a mirar su proveniencia, y me encontré con un chico bajito armado, y con dos más altos que él a sus lados. El más alto le dio un pequeño codazo.

– KyungSoo, ¿Podrías hacer el favor de tranquilizarte? –El de tamaño medio les hizo un gesto para que se quedaran en silencio, intentando controlar un poco la situación.

– ¿Quién eres?– Su voz entró con tanta suavidad en mi interior que casi me deja atontado, como un virus de software de los peores. Aquel tono aterciopelado y dulce, colapsó mi sistema operativo como un auténtico malware, y no encontraba ningún archivo en mis datos que lo explicase.

– Mi nombre es Sehun. Oh Sehun. –Me concentré tanto en que el tono de mi voz no sonase monótono, que ni siquiera tuve en cuenta la expresión de nada que había tomado. La expresividad, en realidad, no era algo que hubiera tenido nunca en cuenta, y  las sonrisas y los ceños fruncidos eran algo todavía desconocido para mí.

– ¿Y cómo has llegado hasta aquí, Oh Sehun? –Sus labios parecían seguir un perfecto compás conforme pronunciaba mi nombre en un chino algo antigüo, haciendo que clavase mis ojos en ellos como si estuviese hipnotizado, analizando la pequeña cicatriz a uno de sus lados, captando el código del color rosado que tenían. Era un humano asombrosamente bonito, como jamás habría podido imaginar que pudiesen existir.

-Me separé... Me separé de mi grupo para ir a tomar provisiones. Al ser el más ágil de ellos, siempre me encargaba de hacerlo, pero... Esa vez nada salió bien... -Clavé mi mirada en el suelo, encogiendo la pierna que tenía intacta. Sabía que mi actuación estaba siendo perfecta cuando sentí mis propias cejas arqueadas en una mueca.- Cuando volví, los robots habían arrasado y tomado posesión del lugar, y tuve que salir corriendo de allí. Y por ridículo que suene, terminé haciéndome esta herida en el proceso. Me vieron mientras que huía, y dispararon.

Todos me escuchaban atentos. Uno se mordía los labios, otro ponía cara de circunstancias, y el último permanecía impasible.

-¿Cómo puedes demostrarnos que es verdad, y no eres un androide de último modelo que ha venido a darnos caza con sus mentiras? - Encima de bonito, el humano era listo. Parecía haber tratado con varios de los míos anteriormente, y no parecía que fuera a dejarlo pasar fácilmente.

-Oh, vamos... -Resoplé pesadamente, mordiéndome el labio inferior mientras que me autorevisaba de arriba a abajo.- ¿Cómo demonios puedo demostrar algo así...?

「ERROR: 391」Where stories live. Discover now