Capítulo 16.

989 116 6
                                    

Luhan.



El suelo estaba frío y húmedo cuando caí sobre él de rodillas, raspando mi piel debido a un cemento desigual. Cerraron la puerta en un golpe sordo, y yo simplemente me quedé ahí, sintiendo el escozor, sin saber qué hacer, o cómo hacerlo. Sabía que debía ser sincero, no un mentiroso. Advertirle sin ser notado, ni hacerle sentir traicionado. Deseaba todo aquello que había pasado con todos. Quizá... Incluso deseaba abrazarlo. 

Quería tantas cosas que se amontonaban en mi cabeza, cada una nublando a la anterior, que no podía siquiera pensar con claridad.

Me retiré el pañuelo negro de los ojos y levanté la mirada, deseando que aquello no fuera más que una pesadilla, más fuerte que cualquier otra de las veces que allí encerrado lo había querido. Un amigo muerto, otro bajo amenaza de muerte, otro más con la memoria perdida, y la única persona por la que jamás me había sentido atraído, a punto de ser traicionada por mí mismo. Si Sehun desaparecía o fallaba iba a ser mi culpa, no salvaríamos a la humanidad, y Chanyeol no haría más que culparse a sí mismo.

Pero allí estaba, tumbado sobre una manta andrajosa, agazapado en una esquina de la habitación gris sucio. Temblando de frío, como si realmente lo tuviera.

Me levanté y dirigí hacia él lentamente. Mis manos y rodillas escocían, y me temblaban las piernas. Sabía por qué precisamente yo estaba allí, y no otra persona. Lo sabía de sobra, y eso era lo que más me asustaba. Porque no era porque solo a mí pudieran amenazarme con Yeol, ni porque KyungSoo ya no recordara ni quién era. No. Era por aquella razón que hizo a ese robot murmurar mi nombre mientras dormía, implorando por mi compañía.

Me senté frente a él con las piernas cruzadas, y me quedé unos segundos observándole dormir, de la misma manera en la que él lo había hecho tiempo atrás, cuando llegamos a aquel lugar, aunque quizá, con un sentimiento diferente.

Acaricié la mejilla que mostraba al estar acostado de lado, y deslicé mis dedos hacia arriba por su rostro, para retirar el oscuro flequillo de sus ojos. Se revolvió sobre el sitio, aún dormido, y suspiré. Me habían dejado muy claro que debía darme prisa, y estaba haciendo de todo menos eso.

-Sehun... -Murmuré, inclinándome un poco más sobre su rostro.- Sehun, despierta...

Primero entreabrió los ojos vagamente, volviendo a cerrarlos inmediatamente después, y soltando un grave "hmmng", antes de, momentos después, incorporarse con los ojos muy abiertos, como si estuviese alerta.

-Lu... Han.- Miró a los lados, y volvió a mirarme, repetidas veces.-¿Qué haces aquí? -Susurró, probablemente pensando que había entrado allí en contra de las normas.

-Me han... -Respiré hondo, buscando el valor que tanto me faltaba, y proseguí.- Me ha enviado el señor Do, Sehun... Quiere que te haga prometer algo... Bueno... Mejor dicho... Yo necesito que prometas algo, por su culpa.

-Te han enviado... -Se dejó caer sobre la pared, mirándome.- Ya les prometí colaborar, ¿No? Me han hecho jurarlo y perjurarlo una y otra vez con amenazas desde que estoy aquí encerrado. ¿Qué mas quieren? -Bajé la mirada, humedeciéndome los labios.

-Ellos quieren... Dicen querer cambiarte algo, no sé de qué, pero... Sehun. -Tragué saliva, y clavé mi mirada en sus ojos.- Por favor, sé precavido. Si puedes hacer algo para que no te dañen el sistema, o lo que sea, hazlo... -Susurré.- Pero no te resistas, o todo terminará peor.

-¿Pero qué...?

-Querían matar a Chanyeol, yo... No podía permitirlo.- Murmuré, bajando de nuevo la cabeza, con los hombros encogidos.- Lo siento, Sehun.

「ERROR: 391」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora