Capítulo 9.

1.7K 207 38
                                    

KyungSoo.

Cuando era pequeño, vivía ajeno al mundo exterior, desde siempre. Pasé mi infancia encerrado entre cuatro paredes, de las que no se me premitía salir.

Mi padre siempre me repetía que el exterior era peligroso, pero nunca me explicaba por qué. Al final, tuve que darme cuenta por mí mismo.

Un día, encontré a mi padre realmente nervioso. Iba peor día a día, desde que logró robotizar, y salvar la vida de Jongin. Para mí, era casi como un hermano. Le conocía desde un día que mi padre lo llevó a "casa". Según Jongin, le salvó la vida en un momento muy jodido. El caso es que mi padre parecía que hubiera cometido un crimen, y estuviese esperando, aterrorizado, a su sentencia. Y resultó ser casi lo mismo.

Aquella misma noche, fue la primera vez que vi con mis propios ojos aquellas máquinas que resultaron ser la razón de nuestro aislamiento. Los mismos robots que habían sido el trabajo de mi padre en su juventud. Me escondí en un armario cuando mi padre me lo ordenó, y para cuando salí, media hora después, estaba solo. Completamente solo. Y sin duda alguna me arrepentí de haber obedecido a mi progenitor, cuando me di cuenta de que seguramente, no volveríaa ver a las dos personas más importantes de mi vida nunca más.

Sin embargo, ahora, casi cinco años después, me encontraba delante de aquel chico de piel morena, y pecho de titanio brillante, que a penas se dejaba entrever por una parte de la camisa de su uniforme, mal abotonada. Aquella... versión alta y adulta del Jongin que una vez conocí.

Sin embargo... Aquello me aterraba tanto como lo que me alegraba.

–¿Jong... In?

Ví sus ojos abrirse desmesuradamente, y como su manzana de adán subía y bajaba, tragando en seco.

–KyungSoo... Tú... –Su voz oxidada y metálica, si algo tenía, eso era que era inconfundible. Me llevé una mano a la boca, no era posible.

–Estás...

–...Vivo. –Sin duda, en sus ojos se veía que estaba, si cabía, incluso más sorprendido que yo.

Y entonces, cuando estaba a punto de correr a abrazarle, gritarle, o quizás incluso dejar escapar alguna lágrima, relacioné conceptos.

–¿Dónde está mi padre? –Dejé un silencio de unos segundos, en los que recordé cómo habíamos llegado a este punto, antes de mi siguiente pregunta.– ¿Por qué los llevas encadenados? Y... JongIn, ¿Qué...?

–KyungSoo, ¿Se puede saber qué está pasando...? –Por un momento, juro que había olvidado que tenía detrás a Chanyeol, y que habían más personas conmigo a parte de JongIn. No supe lo que decir, y la pregunta esta vez pasó a reiterarla Luhan.

–¿Kai? –Mi mirada volvió a JongIn. ¿Kai?¿Qué clase de nombre ridículo se había puesto..?

–Será mejor que entremos... Y lo hablemos allí, tranquilamente. –Sentenció, mordiéndose inmediatamente el labio inferior, y dirigiéndose al lugar donde ya habíamos visto un ascensor como plegable anteriormente. Se agachó, y pasó la mano sobre el suelo, como si le estuviera mostrando su palma al césped. En un momento me extrañé, y pensé que nos estaba tomando el pelo, pero pronto pude comprobar que no era así. De pronto, un sector circular del suelo se hundió, y deslizó a un lado, dejando un hueco por el que inmediatamente después, salió el cubículo del ascensor, el cual abrió sus puertas expresamente para nosotros.

Realmente, no tenía ni idea de a dónde nos estaban llevando, pero decidí fiarme un poco de la ausencia de nervios –Y expresiones, por cierto–, de Luhan y Sehun, y de la confianza que un día tuve con el moreno.

「ERROR: 391」Where stories live. Discover now