「ERROR: 391」

Capítulo 5.

Sehun.

Comenzó a poner pegatinas por mi frente y pecho, provocándome un tirón de pelo en un momento dado, en el que solté un quejido.

-Quiero que me digas la primera palabra que te venga a la cabeza al ver las siguientes imágenes. -Asentí una vez, sin desobedecerle en ningún momento. No quería problemas.

Observé a aquel hombre de reojo. Su pelo era negro como el carbón, con el flequillo cayendo sobre sus ojos, oscureciendo aún más si cabía, los círculos negros de sus ojos. Parecía un panda... Un panda asesino en realidad, pues su mirada se veía severa.

Cuando las luces se apagaron, mi visibilidad de su rostro quedó nula, por lo que pasé a mirar la pared blanca, que momentos después, se iluminó por un viejo proyector, que hacía un sonido extraño tras de mí.

La proyección mostró una rana.

-Viscoso.

Un cerdo.

-Alimento.

El cielo.

-Profundidad.

Un arbol.
Sonreí para mí mismo al ver aquello, y aquel nombre salió solo por mi boca.

-...Luhan.

Tao.

Humedecí mis labios una vez más. Llevaba todo este tiempo haciéndolo, por los nervios. Había algo en aquel chico que me intrigaba, demasiado.

Encendí la luz de la habitación y apagué el proyector, pero no la máquina "detectora de mentiras", como la llamaba Minseok. Me senté frente al joven, y le miré directamente a los ojos, que brillaban de un color negro absoluto.

-¿Sehun... cierto? -Asintió.- Eres realmente... -De pronto algo pasó por mi mente. Bueno, mejor dicho... algo pasó por el ojo del interrogado, y eso se clavó como una aguja en mi mente. No podía ser cierto.

Me levanté algo brusco para tomarle del rostro, y bajar su párpado izquierdo con mi pulgar, mostrando mayor parte de globo ocular, y la cara interna del párpado. - Joder... -Murmuré, al ver la luz que recorría velozmente aquella parte mucosa, como si tuviese un nano-cable luminoso ahí dentro... Y lo tenía, vaya si lo tenía.

-Fascinante... -Murmuré, volviendo a mi asiento. Me sentía algo mareado, por lo que respiré a fondo.- Dime, ¿Qué modelo eres? ¿Eres el nuevo juguetito de los altos cargos, o qué?

-Y...Yo no...

-Mira... Podemos tener ahora una conversación normal y tranquila, en la que me expliques ciertas cosas de tí, y me convenzas de que no eres un peligro... o puedo llamar a cualquier guardia y hacer que te mate, despiece, y descargue aquí y ahora.

-¿Moriré de todas formas?

-Eso depende de tí.

Era asombroso. No tenía la menor duda de que la persona que tenía delante era una máquina, pero su... humanidad, realmente me sacaba de mis casillas. Era como estar delante de un humano, y me costaba actuar como si no lo fuese, aunque lo supiera. Su cerebrotrabajaba de la misma manera que el nuestro. Había estudiado demasiados libros sobre neurología como para errar en eso. Y su electrocardiograma... Todavía seguía revisando la misma parte una y otra vez, y no le encontraba sentido. Entonces, cuando continué por las respuestas cardíacas a las imágenes, algo en mi cerebro hizo 'click'.

-¡Minseok! ¡MINSEOK! -Corrí a la puerta, y grité a uno de los guardias de seguridad qie me trajera a mi compañero, rápido.

Me volví para mirar aquel cuerpo misterioso, y así permanecí hasta que la mano del otro doctor tocó mi hombro, alarmado.