El nuevo Jaguar

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Alicia se despertó con el olor a café recién hecho y pan tostado. Abrió los ojos lentamente. Todo estaba difuminado y borroso. Se talló los ojos para conseguir una vista mejor, una mancha verde oscura se interpuso entre el techo y ella. Una vez que lo enfocó vio los ojos verde esmeralda y la sonrisa de labios carnosos que le recibían a un nuevo día. Alicia chilló pues se había olvidado completamente de él. Se rodó en un ridículo intento de escape y quedó de bruces en el piso de madera.

─ ¡Vaya, pero qué patética!

─Cierra el pico, Loki. No es agradable despertar y verte a ti en primer plano.─ replicó la chica arrugando el gesto y estirando los brazos en un intento por ponerse de pie.

─ ¿Ah, sí? ¿Sabes a cuántas como tú les encantaría despertar y ser yo lo primero que ven?

─Pues...─ Alicia gimió poniéndose de pie y se sacudió el polvo de los brazos. ─ ¿Por qué no te vas con una de esas cuantas?

─ ¡Já! Porque me encanta molestarte a ti. Además, esta es mi casa.

─No, no, no, para el carro grandulón. Este es departamento de TOM y MÍO, no TUYO.

─Pero Tom no está así que... Yo puedo ocupar su lugar...─ Loki estaba bastante divertido esa mañana, Alicia no sabía decir si eso era bueno o malo. Pero igual se enojó cuando mencionó a Tom como si nada. Loki brincó y se echó en el sillón donde antes había estado Alicia. La miró de arriba abajo y le guiñó un ojo carismático. Alicia rodó los ojos y caminó hasta la barra, se frotó el rostro con exasperación y pensó en Tom, encerrado. De pronto una furia insaciable le creció en el pecho contra el cínico que estaba en el sillón.

─Canalla.

─Creí que ayer había quedado claro qué pasa si me gritas u ofendes.

─Ay, cállate.─ entonces miró el plato que tenía enfrente, en la barra. Pan tostado con mantequilla y una taza de café recién hecho. ─ ¿De dónde te fuiste a robar esto?

─ ¿Robar? Me ofendes, doncella. Yo lo hice...

─ ¿Cocinar tú? Vaya, y ¿Luego qué? ¿Te convertirás en hermanito de la caridad?

─No me dejaste terminar... Yo lo hice aparecer.

─ ¡Wow! No te creo, pero en fin... Espacio, voy a desayunar. Toma tu plato...

─Es para ti...

─Ah, gracias... ¡¿Para mí?!

─Sí, ¿por qué te sorprende tanto? Sólo es cuestión de chasquear mis dedos... Tampoco es la gran cosa, ni te emociones.─ dijo el Dios estudiando el control remoto de la televisión como si fuera una bomba que él tuviera que desactivar.

─Vaya, no sabía que la magia fuera así de fácil.

─Lo es para mí. No cualquier idiota puede hacerlo...

─ ¿Me dijiste idiota?─ Loki rodó los ojos y dejó el control en el sillón para dedicarle una mirada fría a la chica.

─ ¿Por qué diablos todo te lo tomas tan personal?

─Bueno, ya... ¿Podrías mostrarme un truco de magia?─ Loki volvió la mirada más exasperada de lo habitual. Alicia casi se quedó petrificada.

─ ¿Me crees un bufón?

─ ¿Por qué diablos todo te lo tomas tan personal?─ Alicia imitó su respuesta en un intento de aminorar el nerviosismo que sentía. Loki bufó y tomó de nuevo el control para encender el televisor.

─Come y cállate, ¿quieres? Te quedan quince minutos para llegar al trabajo...

─ Cómo sabes que...─ Alicia no terminó la pregunta, Loki tenía razón, ahora sí, si llegaba tarde, seguro su jefe la ahorcaba. Tomó dos rebanadas de pan tostado y les dio grandes mordiscos a la vez que daba sorbos al café. Loki la miró y sonrió.

Este cuerpo es un errorWhere stories live. Discover now