Un violín roto en miles de acontecimientos recordados

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Esa tarde Alicia no quería llegar de nuevo al departamento. Pero por más intentos que su mente le fabricara para huir, sabía que tarde o temprano, Loki la encontraría. Había leído sus notas, y dio gracias a los diez mil dioses que no escribiera su plan de rescate en él. Ahora el Dios sabía que ella lo seguía y observaba. Eso no era bueno, a pesar del tono divertido en el mensaje, no podía evitar pensar que a Loki, no le había gustado nada que lo estuviera checando.

Derrotada y enfurruñada se fue directo al edificio. Las calles tenían el manto blanco a causa de la nieve. Sus mejillas estaban rosadas al igual que su nariz. Mientras iba en el taxi, pensaba las maneras en las que podría decirle al Dios lo que había estado haciendo, para que no estallara en uno de esos  corajes que tanto le daban miedo. Pero cada una de sus disculpas y argumentos parecían infantiles y tontos. Al abrir la puerta del departamento esperó escuchar un grito de ira, ver a alguien muerto o algo peor... Pero no.

Loki estaba sentado en el respaldo del sillón y sostenía un estuche negro, maltratado. Alicia abrió los ojos al ver que se trataba del estuche de su violín. Un viejo instrumento que no tocaba hacía más de dos años. Lo había tenido durante el colegio pero abandonó el arte durante la universidad. La chica pensó que le lanzaría el estuche de un momento a otro, directo a la cabeza a modo de venganza. Pero no hizo nada más que sonreír y preguntar con el tono más tierno que pudo:

─ ¿Qué es esto?

─Un violín...

─Genial. ¿Lo puedo tocar, verdad?

─Loki, ya lo tienes en las manos, sinceramente, ¿lo dejarías si te dijera que no?

─No...

─Ahí está...─ Alicia rodó los ojos pero dejó escapar un suspiro, se giró y cerró la puerta más tranquila.

─ ¿Te gustó mi mensaje de la mañana?─ Loki rió, se estaba burlando. La chica se sonrojó y pensó en los pros y contras acerca del estado de humor de Loki. Negó y se volvió para encararlo.

─Sí, muy tierno de tu parte... sobre todo el XD, se te agradece. Esos son los mensajes que a una chica le encantan recibir por las mañanas...─ avanzó hasta la barra pasando a un lado del Dios que soltó una carcajada casi infantil.

─Fui lo más dulce que pude... Que conste que dije "querida" y "amor"...

─Vaya, eres de lo más romántico...

─Jajaja, ya, bájale al sarcasmo... ¿Estás bien?

─ ¿Qué? Ah, sí. Sólo dolor de cabeza...─ la chica lo miró y recordó haber ganado el dolor por estar pensando tanto en el posible castigo de Loki. Ahora sólo quería dormir.

─Ya... ¿Quieres que te lo quite?

─Gracias, me iré a dormir mejor...

─ Qué floja eres...

─Cállate, Loki. Diviértete con mi violín...

─Lo haré...

─Un momento, ¿sabes tocar el violín?─ ella se giró y vio que él ya tenía el instrumento en posición. El arco sobre las cuerda y había aparecido un porta partituras con los pentagramas que ella había bajado de internet. Se le cayó la quijada.

─Claro que sí...

─Pe-pero... Hace 5 minutos ni siquiera sabías qué era...

─Aprendo rápido...─ le dedicó una sonrisita traviesa y miró las partituras que tenía enfrente. Empujó el violín dando inicio a "Pequeña serenata nocturna" de Mozart. La delicadeza de sus movimientos. Sus dedos delgados y largos acariciando las cuerdas para imponerle la armonía que merecía la pieza; su brazo derecho empujando el arco sobre las cuerdas con agilidad y fuerza, el perfil de su rostro afilado. Alicia sintió que sufriría un orgasmo si lo seguía viendo. Con discreción se giró y casi corrió a su habitación. Cerró la puerta y se dejó llevar por el sueño y las notas que a un bajo volumen le llegaban desde la sala.

Este cuerpo es un errorWhere stories live. Discover now