Traidor

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Alicia menos pudo dormir. Sencillamente cerrar los ojos era volver a escuchar las palabras de Loki rebotando en su mente. Jane se volvió a morir, claro a ella le habían dicho escoria, no le habían declarado semejante barbaridad. Pero sentía algo, que no era ni decepción, ni rencor. Es decir, no se sentía antipática a los sentimientos del Dios. Una vez que Jane se despertó tuvo que soportar lo odioso de sus preguntas, ataques y bromitas con respecto a la más reciente noticia. Le quiso aventar una piedra y destruir su cabeza, pero algo le decía que la necesitaría viva más adelante.

Loki no apareció ese día, noche, lo que fuera. Jane se quejó por la falta de comida, y Alicia agradeció por no tener que verlo, lo último que necesitaba era tener que fingir que lo que había pasado había sido un sueño. El hambre les dio el ocio y energía que necesitaban para planear bien cómo escapar de ahí, entre más pronto sería mejor.

─En serio, Ali. No pensé que diría esto, pero Loki se vio tan tierno...

─Cállate y sigue buscando la maldita tabla...

─ ¿No te da ternura su manera tan romántica de declararse ante una chica?

─A la otra te aventaré la piedra, Foster. No bromeo.

─ ¿Qué dirá Tom al respecto?

─No tiene por qué saber nada.

─ ¿Es que no se lo vas a contar?

─No. ¿Para qué?─ Alicia había encontrado el tamaño de piedra justo para lanzarla al cristal y ver si de pura suerte, se rompía.

─ ¿Para qué? No crees que sería justo comentárselo...

─No. No es su problema... Aquí está, creo que es suficientemente grande para intentarlo, ¿qué dices?

─Si no encontramos una más grande y pesada en el día, lo haremos con esa. Espero que podamos salir, una vez fuera podré contactar a Thor...

─ ¿Cómo?

─Con esto...─ Jane sacó una especie de relicario de plata.

─ ¿Qué rayos?

─Es una especie de GPS asgardiano...

─ ¿Qué esperas para no usarlo justo ahora?

─No funciona aquí dentro, las prisiones de todos los mundos son anti-magia.

─Eso es un embuste... No es justo.

─Tranquila, si salimos, Thor vendrá por nosotras... Te llevaremos de regreso con Tom, descuida...

─Ajá...─ Alicia rehuyó la mirada de Jane, no sabía por qué, pero volver con Tom, ya no le hacía tanta ilusión como antes. ¿Qué le estaba pasando? Sin comida, sin haber dormido, le tomó el sueño por sorpresa y se quedó cual larga era, sobre la superficie de piedra. Jane se quedó despierta hablándole sobre cómo era su vida con Thor, interesante o no, Alicia se durmió a mitad del relato. Soñó con Loki, quiso despertar cuando empezó a tomar consciencia del sueño, pero no pudo. Vio de nuevo su vida, su adolescencia. Volvió a bailar con él, esta vez ella no estaba borracha, y el Dios no estaba forzado. Cuando se despertó estaba sonriendo como una idiota.

─Bella durmiente y sonriente, ¿soñabas con Tom?─ la cotilla de Jane Foster. Alicia se mordió la lengua. Había soñado todo, menos con Tom.


Después de casi medio día haciendo trazos con compás y reglas celestes, Tom pudo descifrar en dónde había más actividad mágica por el movimiento de las estrellas: Jötunheim. Thor casi empalideció y Tom le restregó la pérdida de tiempo que había sido eso en la cara hasta que el dios lo echó de la sala. Una vez fuera, se dio cuenta por primera vez desde que estaba ahí que en verdad existía Asgard. Estaba parado en medio del palacio de un mundo que siempre creyó fantasía.

Este cuerpo es un errorWhere stories live. Discover now