De vuelta

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Midgard era extraño. La sensación de ya no pertenecer a ese mundo le llenaba el pecho, sobreponiéndose en ocasiones, a su duelo. El viaje en el portal fue agitado, y recordó como si hubiera sido esa misma mañana cuando hurtó el cetro del Dios para ir a salvar a... Tom.

Sabía que era estúpido sentir celos, pero los sentía. Y por otro lado, la figura de Loki, dormido en un profundo sueño atacó su memoria. Pudo escuchar de nuevo su risa privada de la mínima pizca de dulzura. Los ojos verdes... Y de nuevo sintió que su cuerpo sin vida descansaba sobre sus piernas.

Alicia sabía que debía empezar por afrontarlo si quería vivir. También sabía que tardaría en superar el horror y el sentimiento de soledad, recordado por el eco que hacían sus sollozos en la sala vacía. Resolvió irse cuanto antes de aquel departamento, que no sólo le recordaba a su ahora ex-novio, sino a su recién fallecido enamorado.

Avanzó por el pasillo hasta las habitaciones, entró a la de huéspedes y vio que la cama estaba hecha. Un perfecto orden en todos lugares, Loki... El perfecto Loki. Revisó el closet y se topó con una bata de dormir de seda verde. Él la había olvidado, quizá... no importaba. La chica tomó la tela entre sus manos y se aferró a ella destrozando todo intento por la templanza. Cuando tuvo razón de sí se halló en la cama, con la bata abrazada y llorando sin consuelo.

─Cálmate, Alicia...─se reprimió. ─Nada de lo que hagas lo va a revivir....─sin soltar la bata salió de la habitación, cruzó el pequeño pasillo y entró a la recámara principal. Lo notó de inmediato: alguien había estado hurgando en ese lugar. El único que pudo haberlo hecho era Loki, había ordenado todo el desastre que era el closet de ella. La ropa acomodada por color, el vestido que le había regalado en navidad estaba en primer lugar, sin duda era de otro mundo.

Alicia sonrió enternecida, y vio que sobre la cama estaba una nota de periódico, un cuaderno y una pluma fuente. Le echó un vistazo para reconocer una foto: ella de la mano de Tom, pero ese Tom era Loki en su disfraz. Él tenía el semblante duro, y ella estaba partida de risa. Reconoció la foto como aquella vez en la conferencia de prensa, al margen de la foto había notas hechas por el Dios: "Soy mucho más guapo en mi forma natural", "Estas loca, Alicia, pero sin duda te ves realmente hermosa. Pues claro, yo te di el vestido..." La chica no pudo evitar reír, y se preguntó en qué momento Loki se dio la molestia de volver a Midgard para hacer todo eso.

La chica tomó sus dos maletas y empezó a llenarlas con toda la ropa, el vestido de Frigga que Loki le dio lo guardó bajo un cubre trajes. Era mejor que se fuera antes que volviera Tom, no quería hablar con él, simplemente sabía que lo único que ganaría sería reclamarle por algo de lo que él no tenía culpa.

Guardó con esmero las notas que Loki le escribió, las cartas que Tom le dio en su momento, las fotos... Todos los recuerdos de la época más feliz de su vida estaban bajo llave en una maleta. Una vez estuvo lista, avanzo hasta la puerta del departamento y arrastrando ambas maletas cerró con llave, sabiendo que jamás volvería a poner un pie ahí de nuevo.

─ ¿Cómo te sientes, Tom?─ Sif ponía tal esmero en cuidar de él, que el chico no sabía discernir si era bueno o malo.

─Bien, creo que ya es hora de que me marche, ¿sabes?

─No, aún no...

─Sif, yo jamás voy a pertenecer a este mundo. Soy un mortal, entiéndelo. Y mi vida está allá.

─ ¿Es que no te importó lo que pasó entre nosotros? ¿Lo que está pasando?

─Me duele, pero yo no puedo quedarme y dudo que la gente de aquí me acepte.

─Te equivocas...─ la voz de Thor interrumpió la charla y ahogó el comentario de Sif, ésta se volvió hacia el Dios con evidente recelo. ─La honestidad, la valentía y la entereza para defender lo que se ama...─Sif levantó una ceja ─Son valores que yo, como Rey de Asgard y ahora Guía de los Nueve Mundos, admiro y comparto.

Este cuerpo es un errorWhere stories live. Discover now