TRILOGÍA (Encuentro Mi primer amor Mi primer trabajo)

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Una vez libre, o sea cuando ya no iba a la escuela, fue cuando empece a vivir...

Mi mamá siempre fue para nosotros lo mejor del mundo, pero ahora que yo estaba dejando de ser niña, además de madre e hija, éramos también amigas y compañeras.

Un día le conté lo horrible que yo me sentía cuando iba a la escuela, que en el camión del colegio de me antojaba cambiarme por las sirvientas que veía ir al mercado con su canasta, con tal de no llegar.

A mis papás les respetamos siempre por cariño, nunca por miedo, y cuando te dan mucho cariño en tu casa te sientes muy fuerte para enfrentarte al mundo.

En mi casa nunca hubo consentidos, pero yo sentía que mi mamá y yo teníamos una comunicación muy especial...descubrir eso y vivirlo, fue como un maravilloso ~~encuentro~~.

Casi recién llegada del colegio de los Estados Unidos empezamos a ir a un Club de la H.Colonia Española, que está en la esquina de mi casa y del que mi papá había sido socio toda su vida, pero Zutana y yo nunca habíamos ido. Como éramos chicas, monas y además nuevas en el ambiente, llamábamos la atención y teníamos "nuestro pegue"... Ya pasando unos meses formábamos parte del Cuadro Artístico en el que había teatro, coros y bailes y al que pertenecían todos los muchachos y muchachas del club, ambiente familiar. Había tantos muchachos que nada más hacías así en el suelo con el pie y te salían siete novios...¡era padrisimo! A mí el que más me llamo la atención fue uno de los más grandes...era el Hombre más Guapo del Mundo...para no hacerles largo el cuento, nomás les digo que nos hicimos novios...y ese fue M.P.A* *(Mi Primer Amor)

Por esos días me llamó una chica del colegio de Estados Unidos para decirme que si quería trabajar dónde estaba ella -ella si había terminado de estudiar-. Me entusiasmé mucho. Era una dependencia del gobierno; a mi mamá como que no le gustaba tanto, pero acabó diciendo que sí. Como todo era tan informal, parecía casi un juego, ni me hicieron exámenes ni nada...a mi papá no se lo dijimos al principio porque ya sabíamos que iba a protestar, y como me iba después y llegaba antes, ni cuenta se daba. Al tercer día me dieron que me llamaba el jefe de personal, el señor Pete Pata de Palo...En esas oficinas hay como 4000 empleados y eso de que me llamarán a mi que acababa de entrar...luego luego me empezaron a hacer cerebro.

-¡Cuídate Fulana! Tú no tienes experiencia, ese viejo es un maldito, aprovechado, siempre detrás de las muchachas.

-¡Lividinoso! ¿Por qué te manda a llamar?

Me hicieron tal ~~propaganda negra-- contra el señor que francamente baje temblando de miedo...traía mi rosario en la bolsa y metí mi mano para irlo rezando y en la otra mano llevaba una engrapadora, que fue lo primero que encontré, por sí acaso se ponía pesado aventarsela en la cabeza -pensé- Le dije a la secretaria quien era yo y espere como dos minutos. Salió P. P de P (Pete Pata de Palo) a recibirme...¡pobrecito! Era un señor parecido a Santa Claus pero sin barba y no tan blanco, alto, gordo y simpático. Me vio de arriba a abajo (usaba unos lentecitos redondos)...se río monisimo y me dijo:
-Te mandé a llamar al ver tu apellido y quise conocerte...así que tu eres De Tal. Muy bien, muy bien, ¡acabas de entrar, sin examen, no llenaste las formalidades requeridas, no tienes la edad solicitada para aceptarte...pero,  fíjate que casualidad, tu tío abuelo paterno y yo, fuimos compañeros en la Revolución. Es un gran hombre a quién yo estimo mucho. Siendo tu de estas familias, quiero decirte que me tienes a tus órdenes...que si quieres quedarte a trabajar aquí puedes hacerlo sin necesidad de trámites, que cuentes conmigo como si fuera tu "abuelo".

Se me hizo un viejito lindo. Saque la mano de la bolsa para saludarlo. Me dio un beso en la frente y me pregunto:
-¿Y esa engrapadora?
-Es que la traje por si se le ofrecía a usted engrapar algo...-no se me ocurrió otra cosa-
-Bueno, hija, vete a tu lugar y ya sabes donde me tienes

¡Cristo! Qué diferente es el mundo de como me lo pintaron esas viejas mensas -pensé- Ya estaba en M.P.T (mi primer trabajo)

Estas tres cosas empezaron en la misma época -cuando yo regrese del colegio-. En la mañana el trabajo, en la noche el club y a todas horas mi Madre...para mí fue un tiempo padrísimo, no lo cambiaría por nada en el mundo. No se dónde me divertía más, si en el trabajo o en el club...pero todo lo que me pasaba, triste o alegre, estaba compartido con ella. Mi mamá vivía nuestras penas y alegrías. Era tan padre llegar del trabajo y contarle a mi mamá lo que había pasado...y ya en la tardecita, empezarnos a arreglar para irnos al club, en donde tenemos de todo: amigas, amigos, pretendientes, amores, baile, canto, teatro...y de todo esto se desprende: emociones, éxito, chismes, envidias, halagos, críticas, enemigas, etc, que al regreso depositábamos en el corazón de mi madre quien lo vivía con la misma intensidad que nosotras.

Anecdotario de una vida inútil...pero divertidaWhere stories live. Discover now