El que madruga...checa dos veces

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Había otro problemita: la entrada, a las ¡OCHO DE LA MAÑANA!, y para colmo se tenía que ¡¡checar tarjeta!! ¡Parecía manda africana!...mi mamá todas las mañanas nos repetía lo mismo: "niñas apúrense, van a llegar tarde, acuérdense que su defecto siempre ha sido la impuntualidad...(ay pos' ¿qué, nos sabes algo?).
Pero en esta vida todo tiene solución y aquí hubo varias. Una fue así: nos pusimos de acuerdo Zutana y yo, la primera que llegaba al trabajo entraba hasta el reloj checador -que siempre estaba vigilado con 50 orangutanes, como si fuera la entrada de los Pinos-con abrigo, pañoleta y lentes; checaba su tarjeta, se metía al baño, se quitaba la pañoleta, los lentes y el abrigo y salía -ellos creían que era la otra- iba hasta el reloj y checaba la otra tarjeta. Pero claro, no siempre resultaba bien así...

Una de las veces que a mí me "cambiaron" de lugar, caí con un jefe que era re mono, el Lic. Pera Baja, simpático, agradable, medio chismosón, pero vaciadísimo (digo era porque después dio el cambiazo; ya lo leerán más adelante) y yo le caía perfecta. Se dio cuenta que la tarjeta de checar era para mí como la bruja para Blanca Nieves -también para mi hermana- y como a él no le costaba llegar temprano, hicimos un trato: yo llegaba como tiro corriendo en la mañana (siempre tarde) y él se paraba cerca de los "orangutanes" y si daba tres golpes en el suelo con el pie, quería decir que mi tarjeta ya estaba checada...(los daba todos los días). Por supuesto que yo estimaba mucho a mi jefe y Zutana y yo le teníamos casi casi como ídolo; todo lo que Perabaja decía nos parecía "fabuloso"...yo le contaba de muchachos, de amigos, de fiestas, de todo el "cotorreo" que nos traíamos Zutana y yo en el club, la platicaba de mi novio "E.H.M.H.D.M."* al que le decíamos "El Conejo"...ya sabía que me traía por la calle de la amargura...pero también sabía que había muchos de quién disponer en el club y en el trabajo.
*El Hombre Más Guapo Del Mundo.

Ej jefe general de ese departamento era el Lic. A. Tododar -ahora tiene un puestazo muy superior en la Suprema Corte- A la mayoría del personal del departamento les caía mal el Lic. A. Tododar porque no les hacía mucho caso; a mi me caía perfecto, porque siendo él tan importante me tomaba mucho en cuenta, me daba la razón de todas las "injusticias" que me hacían -porque todas se las contaba-, era como medio su consentida; ahí decían que Tododar era déspota y grosero; pero conmigo era todo lo contrario...lo criticaban horrores, pero eso sí siempre andaban de barberos detrás de él, lo acompañaban hasta al baño.
Perabaja y Tododar no se caían muy bien que digamos -Tododar era el mero-mero, EL JEFE, y Perabaja el subjefe- pero como yo les caía bien a los dos ¡me la pasaba padre!
Yo creo que mi mamá nos esperaba a medio día como quien va a ver una telenovela, porque a la hora de comer (si mi papá no estaba) le contábamos todo lo que nos pasaba allá; a veces de divertía mucho, a veces nos llamaba la atención o se indignaba con nuestros "enemigos" y nos aconsejaba, pero era tan linda nuestra relación con ella, que aún de lejos -ya fuera en el trabajo o en el club- siempre estaba con nosotras.

El Lic. A. Tododar tenía una secretaria experimentadaza, la clásica burócrata que ha nacido y vivido en la oficina y para la oficina, se las sabía de todas todas, inteligente, muy bien apoyada y muy trabajadora...
Eso si, la pobre tenía un tipo que pa' qué les cuento...le decían Chita-la-Guanga-Monga -gorda gorda gorda, morena morena morena y altota altota altota-. Decían las que se llevaban con ella que a nosotras dos nos tenía un odio ancestral...quién sabe por qué sería...mejor ni lo averiguamos...porque al cabo ni nos importaba...el jefe de personal P. P de P.*, era buenísimo con nosotras, siempre nos defendía a fin de cuentas...(estando bien con Dios, te ríes de los angelitos).

*Pete Pata de Palo

Anecdotario de una vida inútil...pero divertidaWhere stories live. Discover now