La señora "No me olvides" o los intereses creados

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No todo era negativo e inútil; de repente sucedían cosas buenas, pero surgían así solas, muy padremente.
Un día llegó a mi lugar una señora joven, mona, de aspecto sencillo y me preguntó por el Dr. Taladro.
—No está —le dije—, pero ¿qué se le ofrece?
—Vengo a buscar trabajo y me recomendaron con él.
—¿Y de qué quiere trabajar?
—Pues aunque sea de afanadora...
—¿Afanadora?...¿y por qué no de secretaria? Se gana un poco más y no es tan matado...(que me lo preguntarán a mí, ¿verdad?)
—Yo no sé hacer nada, señorita, me quedé viuda hace poco, tengo dos hijos, mis padre ya viejos que viven conmigo y necesito llevar dinero a la casa. Claro sé leer y escribir, conozco la máquina pero nada más de vista.
—Espéreme tantito, voy a ver si se puede hacer algo, pero usted tiene que decir que sí puede hacer todo. Después ya veremos, aquí lo importante (y difícil) es entrar, ya una vez dentro, uno se las arregla.
Me fui a la oficina del Aviador, abrí la puerta con un gesto de película, le eché una miradita de "puede que me caigas bien" y le obsequié una de mis "regulares" sonrisas (las mejores no las iba a desperdiciar). Puso una cara de idiota (¡!) superior a la que usaba; una vez "hipnotizado", le pregunté "con otras palabras, por supuesto", qué tan arriba podía volar sin avión, o como si dijéramos qué tanto poder tienes como jefe de personal de este departamento.
Y naturalmente, su respuesta fue apantalladora, equivalente a algo así como una Nave Espacial. Casi casi le vi una capa de Superman en lugar de saco (¡Cómo te comprometes, Tontejo!, pero dicen que A.C.Q.S.G.L.E.*....ni modo).
* A Cada Quien Su Gusto Le Engorda.

—¡Ay, qué bueno! —le dije— entonces "gracias a tu poder", serás el héroe de este capitulo (que iba a empezar apenas)
—Cómo no, Fulana, ¿de qué se trata?, estoy para servirte.
—Mira Aviador, hay un arquitecto que está LADRANDO por una secretaria, el Arq. Puerquillo, ¿no es así? Pues ya la tengo, ahora mismo te la presento, es estupenda trabajando, está recomendadísima por el Dr. Taladro, quien como tú ya sabes está muy "bien parado" con el Rey. Si tú contratas a esta muchacha, matas dos pájaros de un tiro, te echas a la bolsa al Arq. Puerquillo y de paso quedas bien con el Dr. Taladro, atendiendo a su recomendada, que la ve casi como su ahijada de Primera Comunión, (Taladro ni siquiera se había enterado); el doctor, en agradecimiento, te pondrá en las nubes con el Rey y Puerquillo también tendrá algo a tu favor, ¿no crees?
Me miró con unos ojos de Perro Agradecido que hasta olían a jabón, hizo los trámites burocráticos de rigor (que por lo general se llevaban seis meses y por lo burócrata dos años) como los hacen los JEFAZOS, en diez minutos.
A la mañana siguiente (se comentaba en la prensa, no es cierto, no es cierto) la señora No Me Olvides empezó a trabajar, el Arq. Puerquillo andaba feliz, los bonos del Aviador seguirían subiendo y yo no me sentí comprometida a pagar, puesto que ahora el Aviador me salía debiendo a mí, ¿no lo creen?
Claro que el problema lo tendríamos No Me Olvides y yo, porque No Me Olvides no sabía hacer nada, E.D.L.M.*, pero nos coordinamos muy padre.
* Era De Las Mías
Cada trabajo que Puerquillo le daba a hacer, me lo traía a mi y mientras yo lo sacaba en mi máquina, ella practicaba en la suya, así Puerquillo creía que estaba haciendo lo que le había encargado...
Con el tiempo y el esfuerzo de una persona que quiere llegar a ser algo, No Me Olvides obtuvo el título honorario de "una de las mejores secretarias". A ratos hasta me ofrecía "ayuda" y No Me Olvides le hizo honor a su nombre, mientras pudo. Nunca pasó una Navidad sin hacerse presente con esta maldita de Fulana, aunque ya no trabajara ahí —por motivos que conocerán "más adelante—. Hace ya dos Navidades que No Me Olvides no puede venir personalmente, pero casi estoy segura que desde DONDE ESTÁ AHORA ME sigue recordando.

Anecdotario de una vida inútil...pero divertidaWhere stories live. Discover now