Aquelarre...chifosca mosca

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Pero un día la envidia salió de su "Envidiario" [esta frase tan padre no es mía, de la robé a un amigo español, poeta, actor, escritor, declamador, actor de teatro, contador, entrevistador, cocinero, etc.] y de colocó no la palma de una "señora" que no había sido ni pastora, ni de pueblo, tenía o al menos debería tener otro nivel; de verdad era de "Buenas familias", nada más que tuvo nodriza con leche si letrada y por eso salió de tan mala leche. Esta era la señora Veneno, tenía una hija, Gargarita, que no estaba mal, pero ustedes ya saben que el peligro de lo "bueno" es lo MEJOR, y ahí fue donde la agarró contra nosotras.
La señora Veneno era la Promotora de su propia hija, se la pasaba alabándola y poniéndola como el non plus ultra en todos los campos, viniera al caso o no viniera. Además le ayudaba en todas sus movidas, "chuecas" o "derechas". Ella si que le dio vuelo a la hilacha y a todo lo demás; no es que me espante de nada (y menos ahora), oye, porque tú puedes ser de lo peorcito, pero con la anuencia, tutela y dirección de tu madre, ¡eso ya tiene otro nombre! (Que no lo pongo porque las groserías no me quedan)

Aparte hagan de cuenta que la traía en subasta, siempre la andaba ofreciendo, ella por un lado y por otro su hermano chico, éste les decía a los muchacho del club: "si me das $10.00 te digo a que cine va mi hermana hoy", y le contestaban: "te doy $10.00 si no me lo dices" (ya estaba muy quemada con la mayoría...pero lo peor es que todas las patinadas, resbaladas, arrastradeces, sinvergüenzadas y vulgaridades que hacía su hija nos las achacaba a nosotras.
Fíjense bien en esta parte (V.I.P.)*: se acercaba de "grupo en grupo" a las señoras del club y les decía: "andan por ahí unas chicas que acababan de entrar, se apellidan de Tal o de Tail no estoy muy segura, pero son de "malas familias", debemos procurar que las corran, para protección de nuestras hijas. Saben, es que ellas ya son "pan comido"...¡Vieja canalla! Zutana y yo éramos unas niñas —y palabra que no le exagero ni un ápice— criadas en la más estricta moral verdadera —no ficticia.

*V.I.P (Very Important Part)

Mis tíos decían que mi mamá exageraba, pero nuestra conducta era por convicción no por obligación, ni por miedo y mucho menos para que dijeran que "éramos buenas". Y lo peor del caso es que la VENENO lo sabía perfectamente: nosotras no necesitábamos escolta ("Virtud bajo siete llaves, no es Virtud"), con la aclaración de que a la edad que teníamos no era posible ser TODO ESO, ¿no creen?. No olviden lo subrayado (V.I.P) porque más sel ante se van a quedar de a seis.

En las que encontró más eco fue en las Viborel, las Marquesas del Rábano (se juntaron el hambre con las ganas de comer) y aliada con ellas comenzaron su obra de destrucción. También solicitó la malvada colaboración de otra "invertebrada", Petrita Zugoya, con unos antecedentes y un historial más negro que un eclipse de luna en África; el deporte favorito de esta "SEÑORA" era destrozar honras ajenas para rebajar a la gente a su nivel, ya que en su "lejanísima" juventud había sido como las gallinas. ¿Ya saben cómo son las gallinas? ¡Pregúntenles a los gallos!

Las Marquesas del Rábano tenían una hija —la otra ya era casada—que era tan envidiosa como Gagi, la hija de la señora Veneno, –su conducta con los muchachos si era normal y decente– y para la intriga y el chisme eran tan "finas" una como la otra. Dicen que la envidia es la peor de las pasiones y yo creo que si es cierto, pues empuja a la gente a hacer cosas tan horribles que ya jamás reparan.
Amor, odio, intrigas, había de todo: en la mañana con la gente del trabajo y en la tarde con la del club. Una vida ¡EMOCIONANTISIMA!

Peor lo más padre es que al llegar a la casa nos esperaba mi mamá, siempre dispuesta a escuchar con interés, a apoyar nos con amor y a aconsejarnos con inteligencia. ¿Qué nos hacía falta?, absolutamente nada...pues por su parte, el Licenciado —mi papá— siempre ha sido a todo dar en todo, pero no se crean que mis papás son unos "SANTOS" (así dice mucha gente que se adorna) si lo fueran no los hubiéramos podido sentir tan cerca y quererlos tanto. Un Santo o un perfecto nunca comprende a la gente normal, con sus altas y sus bajas (mucho menos a las anormales) que por angas o mangas siempre andan metidas en líos, relajos y cotorreos, y no lo digo sólo por mí si no también por Zutana.

Anecdotario de una vida inútil...pero divertidaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin