CAPITULO 43

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Pegué un grito, pero una mano me tapó la boca.

-Shh, monada.- Bruno siseo en mi oído.

Mi corazón empezó a latir desbocadamente mientras sentía como mi espalda se apretaba contra el duro tórax de Bruno, un tórax que mis manos y boca habían recorrido incontables veces.

Escuché un par de voces dirigirse hacía otra dirección. Después de un minuto de silencio, él me soltó, y noté como un sonrojo me cubría la cara.

Me dí la vuelta para mirarle. Él también se había quitado el casco, y lo llevaba despreocupadamente colgando del brazo. Su pelo estaba en desorden, aplastado y sudoroso por llevar el casco protector.

Desde luego, como siempre, se le veía guapo. Inmediatamente me preguntaba como estaría mi pelo al estar llevando el mío. Ladeé mi cabeza, confundida al comprobar que no tenía intención de dispararme, siendo obvio que me capturó.

-¿Que estás haciendo?. ¿Has olvidado que estamos en diferentes equipos?.- pregunté, mirándole como si se hubiese vuelto loco.

Él sonrió, y movió la cabeza.

-No, no se me ha olvidado, pero vi que te quedaba tu última vida. Pensé que todavía no querrías estar fuera.- dijo encogiéndose de hombros.

Miré a ver si sólo tenía una banda amarilla en mi brazo, indicando que me quedaba una vida.

-Oh, bien.... gracias.- Sonreí agradecida.

-De nada. ¿Dónde está tu pareja? Tu equipo nos enfrenta en pares.- inquirió él, escaneando con cautela los árboles.

-Ni idea. Ronald se fue corriendo hace unos diez minutos y no soy capaz de encontrarle.- Me senté sobre un árbol caído, soltando el casco y la pistola en el suelo junto a mis pies.

-¿Bueno y cuales son los planes de tu equipo? ¿Atraer a tus oponentes a una falsa sensación de seguridad, para luego dispararlos cuando menos se lo esperen?.- pregunté riendo.

El sonrió avergonzado.

-No, nosotros también estábamos emparejados pero le di esquinazo a Jessica.

¿Quién es Jessica?

-¿Quién es?.- pregunté, frunciendo el ceño.

-Jessica... Miss Teller para ti.- aclaró él, poniendo los ojos en blanco.

Noté la línea de frunce en mi frente. ¿Además fue emparejado con ella? Apuesto que él lo solicitó para poder protegerla y evitar que le salpicase pintura en su perfecto pelo. Estúpida, caprichosa mujer.

-¿Que pasa con esa cara?.- pregunto él, mirándome con curiosidad.

¡Oh mierda!

-¿Qué cara?.- pregunté, fingiendo no saber de lo que estaba hablando, aunque era obvio que estaba enviando pensamientos de odio a la profesora de teatro.

-Esa cara. "La enfadada".

Me encogí de hombros sin comprometerme.

-¿Por qué la dejaste sola? ¿No deberían los dos trabajar juntos?.- pregunté, intentando distraer su atención sobre mis celos.

-Me vuelve loco, coqueteando conmigo todo el tiempo.- se encogió de hombros.

Yo me reí y sacudí la cabeza. Él si que es raro.

-Pensé que su objetivo era el de coquetear contigo todo el tiempo, cuando salíamos juntos nunca te importo coquetear.

Me sonrió con satisfacción, sus preciosos ojos chocolates perforando los míos.

A mí no me importa la edad [BM] |Terminada|Where stories live. Discover now