CAPITULO 53

1K 83 11
                                    

Una mirada a mi reloj me dijo que llegaba unos minutos antes de lo que había quedado con ella, pero me dirijo a su casillero de cualquier manera, queriendo terminar con esto tan pronto como fuese posible.

Ella estaba apoyada contra su casillero, hablando con un chico, obviamente ligando por la forma en que se ríe y toca su hombro, todo preparado en una trampa para seducirle.

Me aclare la garganta después de ponerme a su lado no queriendo gastar más de un segundo de lo necesario. Ella me mira, una expresión desagradable en su cara antes de que se recuperara y me sonriera rápidamente.

-Kevin, solo necesito un minuto. Te veré en clase ¿Vale?.- Le dice ella, pero sus ojos no abandonando nunca los míos.

Él chico me sigue mirando mientras se aleja, obviamente un poco preocupado sobre por que ella le despidió. Tan pronto como estamos solas le tiendo el café y la barrita energética.

-¿Esta mi orden correcta? Si hay un error tendrás que ir a por otro antes de la primera clase.- Me advierte, mirándome escépticamente.

Suspiro y me trago mi enfado.

-Si. Es exactamente lo que pediste.- Susurro, colocando una falsa sonrisa cuando alguien pasa mirándonos curiosamente.

-¿Mi trabajo?.- Ella exige, mirando sus uñas impacientemente como si estuviese aburrida o algo.

Yo saco y le entrego las hojas impresas que había terminado la noche anterior antes de que Bruno y yo fuésemos a por comida china.

-Espero que este por encima de un 7 o le dirás adiós a tu guapísimo profesor.- ella me lo arrebata y empieza a leerlo.

Estaba secretamente agradecida de no haber aceptado la sugerencia de Bruno de añadir insultos a cada frase por que él creía que ella no lo notaria.

Saco el dinero de mi bolsillo trasero y se lo doy, estampándoselo contra el pecho.

-Mantente alejada de mi desde ahora mismo.- Le dije, intentando hacer que mi voz sonara más fuerte de lo que me sentía. Ella me sonríe malvadamente.

-Mañana vendrás conmigo después de comer; harás mis quehaceres mientras mis padres están fuera. Podrías querer vestir algo viejo, tengo un par de caballos que necesitan ser limpiados.- Dice ella riéndose para si misma.

¿Caballos? Sentía mi cara brillar con enfado y mis manos luchaban por estamparse contra su cara.

-No puedes estar esperando que yo limpie la mi...- Paro de hablar abruptamente mientras Mrs. Halston camina cerca.

Wow, eso estuvo cerca, casi consigo ser castigada después de todo.

Romilda se ríe y empuja su cabello rubio platino sobre su hombro.

-Definitivamente. ¿Aunque quizás quieras incumplir el trato? Si no sigues hasta el final, yo tampoco lo haré.Y se que el director está libre ahora mismo.- Ella mira por el pasillo hacia la oficina con mucho interés.

No podía hacer que mi enfado creciera y se escapase de mis labios.

-¡Bien! Tendrás que darme tu dirección o algo.- Murmuro, moviendo mi cabeza con desagrado.

¡Que pequeña bruja!

-Oh, no te preocupes. Nosotras hablaremos a lo largo del día.- Ella agita su mano en un gesto de echarme.

-Vete. Solo recuerda de venir cuando seas llamada.- Ella me miro una última vez antes de que me girase y me fuese hacía donde sabia que Ginny podría estar a esta hora de la mañana.

A mí no me importa la edad [BM] |Terminada|Where stories live. Discover now