Capítulo 2 "¡Todo fue tu culpa!"

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Sonó el chirrido del despertador, abrí los ojos con pesadez, ví la hora con uno de mis ojos, solté un gruñido y lo apagué golpeando el botón con mi puño, di un suspiro y me levanté a iniciar otro triste día de mi horrible vida.

Me metí al baño para darme una ducha, al salir me vestí con mi ropa negra, pantalón negro y holgado, mi blusa negra de manga larga y mi chaqueta de cuero, me maquille como siempre y bajé las escaleras con flojera, no quería ir, quería quedarme acostada lo que quedaba de mi maldita vida.

—Buenos días—saludé sin ánimo a mi hermano mayor Kevin con un beso en la mejilla. Estaba jugando en su computador, como siempre.

—Hola, niña emo—saludo él, sonriente, como siempre.

Suspiré fastidiada.

—Que no soy emo, idiota—ataqué molesta, estaba muy irritable, al darme cuenta de lo que le dije a mi hermano me calmé—lo siento—suspiré—entiende, me considero gótica el problema es la sociedad, no yo, los emos se cortan—me levanté un poco las mangas—¿Ves algún corte—pregunté.

—Si, este—señalo la cortada que ayer me había hecho Joe—¿Qué te paso?- tomo mi brazo.

—Fue un accidente—mentí.

—De acuerdo, niña gótica—rio.

—Gracias—bufé.

Fui a la cocina, tome una manzana de el frutero y le di una mordida.

Abrí el refrigerador buscando algo de comer hasta que vi a mamá preparando el desayuno, escuchaba música mientras lo hacía e intentaba revolver los huevos en el sartén al ritmo de su música, Bee Gees.

—Hola, mamá—le di un beso en la mejilla.

Volteó a hacia mi con una sonrisa pero se borró al verme, como si mi simple presencia le molestará y lo entendía, más no me hacía sentir bien.

—Elizabeth, ¿Por qué te gusta pintarte así?—dijo mirándome con desapruebo y asco hasta cierto punto.

Me molesté, siempre era lo mismo.

—¡Porque así soy mamá y si no te gusta búscate otra hija!—grité molesta, casi todos los días pasaba esto.

Tomé mi mochila y salí de casa con enojo, azotando la puerta, estaba molesta no solo eso sino triste y decepcionada de que mi madre no me acepte como soy, no soporto el como me mira en ocasiones, con despreció. Lo peor es que no sabe porque soy así.

Llegué a la preparatoria, no sentí dolor en mis piernas aún que haya caminado mucho, la escuela era lejos de casa.

Toda la tristeza y enojo se me pasaron al verlo, llevaba su estilo habitual, era perfecto para mí.

Las miradas centraron en nosotros cuando Chandler comenzó a acercarse, siempre que estábamos juntos había gritos, insultos y golpes, todo un desastre pero un espectáculo para las personas alrededor.

—Crocker—dijo tan frío que quemaba.

—Riggs—dije sin mirarlo, sabía que si lo miraba no iba a poder dejar de mirárlo, soy vulnerable ante él.

—Te llaman de dirección—dijo serio.

—¿Otra vez?—rodé los ojos.

—Si—contestó.

Sin decir nada más se alejó y se fue con Sam, su mejor amigo, que es también mi único amigo.

Caminé con fastidió hacia allí, chicos y chicas me abrían el paso entre ellos con solo mirarme, algunos hasta se empujaban para no toparse conmigo, no pude evitar formar una muy pequeña sonrisa en el rostro, me encantaba causar miedo.

Tu Me Cambiaste La Vida (Chandler Riggs) Où les histoires vivent. Découvrez maintenant