Capítulo 34 "¿Quieres que duerma contigo?"

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Al regresar de la preparatoria solamente me tiré a la cama, el pelirrojo no había asistido otra vez a clases, lo cual comenzaba a ¿Preocuparme?, Suicide Silence estaba a un volumen alto el cual casi hacía que mi cama se moviera por las vibraciones, mamá solía molestarse pero no se encontraba en casa.

Entró de la nada mi cuarto, dando un fuerte portazo detrás de él, se veía molesto, me levanté rápidamente de la cama y me alejé de Joe. Bajó un poco el volumen de la música.

—¿Qué haces aquí?—pregunté mirándolo preocupada.

—Aprovechar—subió los hombros.

—¿Aprovechar qué?

—Que nadie te escuchará por tu fuerte música, pequeña—formó una escalofriante sonrisa que me erizó los vellos de todo el cuerpo.

—Te he dicho que hay alguien más en la casa—hablé intentando que me dejará.

—Y yo te he dicho que nadie te oirá—sonrió.

Subió de nuevo el volumen.

Termino de acercarse y tomó mi cabello con fuerza, intente que me soltará pero solo conseguía que jalará más mi cabello, me tiró a la cama con fuerza, haciéndome soltar un quejido de dolor, me arrastré por el colchón tratando de alejarme pero tomo mi tobillo y me jaló atrayendome a él, solté un grito.

Me removí y extendí mis brazos en su pecho intentando alejarlo, solamente quitó mis brazos con sus manos y sostuvo mis muñecas a los lados de mi cabeza, y se acercó a mi oído.

—¿Cuántas veces has tratado de defenderte, preciosa?- habló en mi oído—te admiró por seguir intentándolo, lastima que no lo lograrás—su risa retumbó en mi cabeza.

—J-Joe—intente hablar.

—¿Qué pasa, amor?—beso mi cuello y paso sus manos a mi cintura para levantar mi blusa.

—N-no quiero, suéltame—dije llorando.

—Preciosa, si lo hiciéramos cada que quisieras seguirías virgen—rio—pero eres una zorra ofrecida...y con solo doce años comenzaste.

—Yo solo quería que me notarás—dije llorando.

—Después podemos hablar de esto, ahora podemos seguir—desabrochó mi pantalón.

—¡Suéltame!—grité soltando un golpe a su rostro, se sobó un poco dolido y me miró.

—Muy mala idea, pequeña—negó y me regresó el golpe, haciéndome caer con fuerza al suelo.

El golpe me hizo soltar un grito de dolor, rápidamente me metí debajo de la cama y miré sus zapatos apoyándose en el suelo, tragué saliva más que nerviosa, mis ojos estaban llorosos y mi respiración se agitaba al ver como se ponía de rodillas.

—Vamos, pequeña. No puedes dejarme así, no después de golpearme, debo...vengarme—dijo asomándose, mirándome, estiró su brazo para tomar el mío pero me moví hacía afuera de la cama, me levanté y corrí a la puerta.

La abrí con rapidez.

—¡Chandler!—grité con todas mis fuerzas, pero al momento la puerta se cerró con fuerza, después de que Joe la pateó.

Me jaló tirándome al suelo sentada.

—Me das ternura—rió—¿Creíste que podrías escapar o que alguien te escucharía?—se burló—ahora será aquí, en el incómodo piso—subió los hombros.

Bajo mis pantalones, yo pataleaba tratando de que me soltará, pero nada funcionaba, lo único que hacía era hacerlo enfadar más, hasta que se harto y su mano se estrello en mi rostro, haciendo que esa parte ardiera. Término de bajar mi pantalón junto con mis bragas.

—¡Chandler, por favor!—grité buscando su ayuda, sería el único que me escucharía a pesar de la música, Kevin traería audífonos y mis padres no se encontraban en casa.

—Ay, preciosa. Chandler te odia, él no te ayudará, probablemente grabe esto para verte gritar y llorar o quiera ayudarme, si es que viene, porque...no le importas, ni lo que te pase—rió fuertemente—y no planeó compartirte con ese idiota.

Separó mis piernas y me penetró, grité con dolor...

Desperté agitada, sentándome de golpe en la cama, mi cuerpo sudaba con intensidad y aún así diferenciaba las lágrimas que corrían por mi rostro, tragué saliva al no lograr ver por la obscuridad, sollozaba fuertemente. Maldita sea, mis pesadillas con Joe eran recurrentes de nuevo.

Mire por todos lados pero todo estaba muy obscuro y me daba miedo si quiera pararme para prender la luz, porque yo nunca dormía con todo apagado.

Una silueta en la puerta llamo mi atención, lo cual me hizo notar que estaba abierta pero casi no lo parecía ya que el pasillo estaba igual de obscuro que mi cuarto.

—¿Tuviste una pesadilla?—preguntó la voz de Chandler.

Me tense al verlo.

—Si—sollocé.

—Yo estuve en tu pesadilla, ¿No?

—¿Cómo sabes?

—Estabas gritando...“Chandler”, “Chandler, por favor”—habló prendiendo mi lamparita.

Limpie mis lágrimas.

¿Quieres que duerma contigo?—preguntó a un lado de mi cama—prometo que no te mataré mientras duermas, ni te haré otra cosa y cuando despiertes estarás aún en tu cama—subió los hombros y soltó una pequeña risa la cual me sorprendió.

Tragué saliva y asentí levemente, estaba totalmente sorprendida por ofrecerse a dormir conmigo, por otro lado las palabras de Joe en mi pesadilla me habían puesto a pensar si Chandler haría algo para ayudarme o lo dejaría seguir, lo ayudaría. Espero jamás averiguar eso.

Se acomodó al lado mío en la cama, mirando el techo.

—Dulces sueños, gatita.


¿Gatita? :0❤

Las amo🐼

Tu Me Cambiaste La Vida (Chandler Riggs) Where stories live. Discover now