Epilogo

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Aíma (desde el abismo)

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Aíma (desde el abismo)

Oscuridad era lo único que podía ver, ciertamente yo había accedido a ese oscuro trato, pero no me comprometí a ser una habitante silencia, oculta en mi propia mente, ¿quizás era mejor así? No creo que pudiera llevar a cabo este plan de manera satisfactoria; pero saber que Daniel estaba a salvo me daba paz, soportaría una vida silenciosa si él se encontraba con vida, lo estaría, me conformaría con ser una sombra de lo que un día fui, si la única persona que he amado, aún en contra de mi naturaleza seguía existiendo. Una risa vibró en mi cabeza, era macabra y desgarradora, sentí dolor, ganas de gritar, poco después un olor a sangre invadió mis fosas nasales, reconocería el aroma que precede a la muerte, pues más de una vez estuve cerca de él.

«Aíma te acompañará pronto» esas fueron las palabras que salieron de mi boca, aunque yo no era quien las decía. La frase golpeó mi cabeza fuertemente y con ella los latidos de un corazón a segundos de fallecer; por una extraña razón quise saber a quién le pertenecían esos latidos, miré desde un rincón, al igual que lo haría un ladrón; entonces lo vi, en ese momento mi alma se partió, sentí un enorme dolor; esa cosa no debía tocarlo. A él no lo dañaría.

La criatura que vivía en mi cuerpo, lo miraba de la misma forma en qué yo lo hice con tantos humanos, como la pieza de un juego, que se puede desechar. Pero yo no se lo iba a permitir si él moría pues yo mataría a ese ser, traté de tomar el dominio de mi cuerpo, pero eso no me dejaba, la ira me invadía. No ganaría, lo juré por mis demonios, entonces todo se llenó de luz al tiempo que la sangre goteaba sobre mi mano, susurré el mismo hechizó que usé para guardar mi corazón. Miré al suelo y lo vi, estaba herido, sangrando, pero vivo. Eso era suficiente para mí.

«Nunca será tuyo» resonó su grave voz dentro de mi cabeza.

—Lo sé cariño, él no va a ser para mí, pero tampoco para ti. Lo juró por la sangre de demonio en mis venas—murmuré de manera casi inaudible. Yo lo protegería con mi vida si fuera necesario, ahora tenía la certeza de ello. Sin duda lo amaba.


Ángeles caídos |Trilogía cielo o infierno  #2© |Where stories live. Discover now