Capitulo 40.

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Los rayos del sol se filtran por la ventana y caen directamente sobre mi cara.

Siento mi mano derecha entrelazada con una mas grande y áspera, seguramente mientras dormíamos las juntamos. 

Abro los ojos y sonrió al ver a mi hombre dormir tranquilamente, el color ha regresado a su rostro, eso es una buena señal. Me incorporo y suelto mi mano de la de Allan pero él la aprieta y no me deja soltarla. Se mueve un poco y abre los ojos. Parpadea varias veces y luego de echar un vistazo por alrededor, se fija en mi.

-hola mi ángel- sonríe cuando me ve. Su voz es ronca y baja.

-hola AL, como te sientes?- suspira sin quitar su mirada de mi y esa sonrisa preciosa aparece.

-mucho mejor. Como nuevo. Un ángel estuvo cuidando muy bien de mi- con mi otra mano acaricio su cara buscando algún indicio de fiebre, él cierra los ojos apenas siente mi tacto.

-ya no tienes fiebre. Te sientes débil?-

-solo un poco- vuelve a abrir sus ojos.

-por que estoy solo en bóxer?- me mira pícaro y yo inmediatamente me sonrojo, ruedo los ojos y vuelvo a mirarlo.

-para que durmieras mas cómodo, a parte el pantalón estaba manchado de sangre- acaricia mi cara y yo quito mi mirada de sus ojos avergonzada.

-tengo que ir al baño AL, y pedir el desayuno. Necesito que sueltes mi mano- las aprieta mas y luego las afloja permitiendo soltar mi mano.

-esta bien. Pero no demores, tenemos que salir hoy mismo de aquí y entre mas temprano mejor- en seguida me levanto y llamo por el teléfono al restaurante y pido el desayuno; entro al baño.

Regreso al cuarto y Allan esta sentado en la cama mirando y tocando su herida. Tocan la puerta y enseguida voy a recibir el desayuno.

-deja eso quieto Allan! Ya ahora la limpio y cambio la venda- acerco la bandeja a la cama y me subo a su lado, le doy de comer y yo tambien me alimento.

-todo sabe mejor de tus manos- sonrió por su cumplido.

-y las pastillas tambien?-

-si, incluso las pastillas-

-bien, entonces toma, es hora de las medicinas- le paso los medicamentos y él se las toma enseguida.

-puedes ponerte de pie? Tienes que asearte, te ayudaré-

-si, necesito ayuda. Me duele un poco la herida- lo ayudo, ahora si estoy intimidada.

Allan de pie solo en bóxer, mostrando su fuerte y tonificado cuerpo no es lo mismo que Allan acostado y débil.

-despacio Allan- caminamos al baño, su brazo pasa por mis hombros y quedo como un bastón de apoyo.

Lo dejo solo un rato para que tenga privacidad y haga sus necesidades.

-mi ángel, ven, necesito de tu ayuda- me llama, entro en seguida y lo encuentro sentado en el borde grueso de la bañera y completamente desnudo, las piernas hacia dentro de la bañera.

Dios! mi cara está tan caliente, aparto la mirada de este hombre y miro hacia otro lado, mas avergonzada e incomoda no puedo estar. Él se da cuenta y trata de reprimir una sonrisa.

-no puedo mantenerme de pie por mucho tiempo. Me ayudas a bañarme?- él me mira con picardía y mordiendo sus labios para que no se forme completamente su sonrisa. Ruedo los ojos y me acerco a él.

Entro a la bañera y tomo la regadera desprendible y regulo el agua hasta que sale tibia. Evito mirar mas allá de su pecho, sus manos se apoyan en mis muslos desnudos por el short de la pijama y eso me hace estremecer.

Ojos Esmeralda.Where stories live. Discover now