Ojos Esmeralda.

Extra III

Hay un silencio sepulcral y muy sospechoso en la casa. Eso me hace pensar enseguida en mi hija. Ya camina y no hace mas que desorden y travesuras. Es como si tuviera venas de todos mis hermanos.

Salgo de mi habitación a buscarla, la he dejado sola solo por unos minutos mientras me bañaba. Mari se ha mudado con nosotros y ella me ayuda con la casa y con Jazmín.

En el pasillo de las habitaciones encuentro a mi AL osito en el piso, el pobrecito ya tiene rayones de colores por todos lados, es imposible quitárselo a mi hija. Hoy papá, Sally y los chicos vendrán a almorzar. Entro al cuarto de princesas y no la encuentro.

-Jazmín, dónde estás princesa?- salgo de su cuarto y camino hasta la sala.

-Jazmín, hija te he dicho que las paredes no son para colorear- me quejo con pesar.

Se lo he dicho muchísimas veces pero a ella al parecer le encanta pintar en las paredes.
Ella me mira y sonríe,

-mami, papi y min- señala su dibujo en la pared.

Ruedo los ojos y resoplo, es imposible.
Mi hija es una pintora en formación. El timbre de la casa suena y voy a abrir.

-hola hija- saluda el príncipe de mi vida.

-hola papi- lo abrazo y dejo un beso en cada mejilla. Pasa y detrás de él Eduardo y Jeff.

-y esa cara?-

-tu sobrina es una pintora empedernida y no deja de rayar mis paredes- los tres se quedan parados viendo a mi chiquita emocionada rayar la pared con solo una blusita de algodón verde y en pañales.

-Jaz..- voltea con una sonrisa enorme en su cara al escuchar la voz de Eduardo.

-Edu!- chilla.
Si, mi hija llama a su tio por el apodo que él odia.

-Eduardo, Jaz. No Edu- la regaña.

Ella tira el color en el suelo y viene corriendo hacia los hombres de mi vida.
Papá la agarra primero, y se deja besar y abrazar de él.

-y Sally?- pregunto.

-no podrá venir. Ha llegado un paciente a urgencias y tiene que atenderlo- se queja papá.

-Joel y Sofi?-

-vendrán en un rato- me contesta Jeff.

Ellos se entretienen con mi hija y yo paso al olvido. Sonrío contenta al ver la felicidad de mi hija estando con mis hombres.
Voy a la cocina y ayudo a Mari con la preparación, luego empezamos a llevar la comida a la mesa del comedor.

La puerta de la casa se abre y entra Allan acompañado de su inseparable amigo.

-papi!- chilla mi hija y se baja del regazo de Eduardo para correr donde su padre, que se agacha para recibirla y estrecharla entre sus brazos.

-hola mi princesa!- la abraza y se pone de pie. Me mira y me guiña un ojo, yo le regalo una sonrisa.

-veo que esta chiquilla ha vuelto a hacer una gran pintura!- se burla Jace mientras toma asiento en uno de los sofás.

-qué se supone que son esos rayones?- dice Jeff con cara de confusión.

-el rayón amarillo se supone que soy yo, ella es el rayón verde y Allan el negro- supongo que ha escogido los colores por la ropa que llevamos puesta.

-interesante!- murmura Jeff.

El timbre suena y Allan abre aun con Jazmín en sus brazos.

-Toto!- chilla mi hija al ver a su primo.