No tan rápido, lady...

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"Señor Benedict, soy Jazmín Alcántara, su nueva asistente personal"... "Señor Cumberbatch, soy Alcántara su asistente personal..." "¡Hola! ¿Qué onda? Soy tu nueva asistente, ¿qué transita por tus venas?"

¡No, no, no!

Había pasado 15 minutos frente al espejo de cuerpo completo que estaba fuera de maquillaje ensayando poses ridículas y frases estúpidas de presentación. Y después de todo ese tiempo no conseguía una manera decente de presentarme ante mi ídolo.

─ ¡¿Qué infiernos estás haciendo?!─ el grito de Hugo hizo que brincara como una rana.

─Santo Dios, no hagas eso de nuevo...─ me quejé.

─Hace 15 minutos que te mandé para el camerino de Cumberbatch y tú estás aquí haciendo no sé qué...

─ Es que no sé cómo presentarme ante él, tienes que ayudarme...

─Tengo cuatro contratos que revisar, siete fechas que corroborar y nueve empresas con las cuales contactar, ¿te parece que tengo tiempo?

─No.

─ ¿Entonces? ¡Haz tu trabajo!

─ ¡No puedo! Por favor, no te tomará más de dos minutos, sólo presentarme y ya...

─Joder, de acuerdo...─ sin previo aviso me tomó del antebrazo y me arrastró de no muy buena manera hasta el camerino de Benedict. Yo iba que no sentía las piernas por los nervios. Llamó dos veces a al puerta.

─Adelante...─ respondió una voz grave al otro lado. El corazón se me detuvo por dos segundos. Hugo abrió la puerta y pude ver a Benedict, estaba sentado frente a su tocador leyendo unas hojas, creo que era el guión.

─Señor Cumberbatch.

─ ¿Sí?

─Ella es Jazmín Alcántara. Será su asistente personal durante todo el rodaje, cualquier cosa que necesite en su estancia puede pedírselo a ella.─ hasta entonces Benedict se giró, sus ojos azules, preciosos, me vieron de arriba abajo por un segundo, luego asintió y se giró de nuevo. Hugo y yo nos quedamos con la boca abierta... ¡Sólo había asentido con la cabeza! Pudimos haberle dicho que yo era una terrorista y que le colocaría una bomba al pecho y hubiese reaccionado igual. Mi jefe me miró de reojo y alzando los hombros, abrió la puerta del camerino y se largó.

Me quedé quieta en mi lugar, creo que dejé de respirar. Estaba a menos de un metro de distancia de Benedict, podía oler su perfume flotando en el ambiente. Él seguía enfrascado en su lectura del guión. Llevé mi mano con cautela a la manija de la puerta y abrí. Sin dejar de verlo llevé mi cuerpo fuera del camerino, pero su voz me detuvo.

─Quédate.

─Claro, ¿se le ofrece algo?

─No.─ ¿entonces para qué diablos me quería ahí parada como una estatua? ─Sólo quiero que te quedes ahí. Podría necesitar algo, ¿y cómo se supone que te voy a localizar?─ aclaró sin mirarme.

─Ah, no es problema, le puedo dar mi número telefónico, y si necesita algo sólo tiene que llamarme.

─No confío en los celulares. Además de que puedes poner muchos pretextos para no responder mis llamadas, que si se quedó sin batería, que si no había recepción... Ya lo he vivido antes. No soy un idiota. Quédate dónde estás. Al fin que ese es tu trabajo.

─De acuerdo, señor.─ respondí amargamente. ¿En dónde mierdas estaba el Benedict bonito que sonreía y abrazaba a sus fans? ¿Quién era este engreído y qué había hecho con Cumberbatch?

Tres, dos, uno... ¡Acción!Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ