Tres, dos, uno... ¡Acción!

La declaración

Hola, espero que estén bien :3 Perdón por haberme aventado toda la letra de la canción que encontrarán más abajo, pero está tan hermosa la letra que no lo pude evitar, de cualquier manera está traducida y con la música en multimedia. Espero que les guste el capítulo, y mil gracias por leer :3

Jazmín ya no tenía nada que hacer en las tardes, estaba oficialmente desempleada y ahora tendría que buscar campo en otra producción, o pronto se le acabaría el dinero. Sucumbió ante todos sus impulsos de ir a visitar a Ben al estudio, a pesar de que él se lo había pedido muchas veces.

Simplemente no quería ver a todos los que trabajaban ahí, les detestaba un poco más cada día. Y sobre todo, no quería ver ni en pintura a Hugo ni a Laurie, sobre todo a esta última, si hacía alguna idiotez, Jazmín ya no estaba tan segura de que fuese a poder contener en darle su merecido.

El sábado llegó pronto, tanto para Jazmín como para Benedict. El actor fue temprano a la casa de su amigo Tom para saber si ya había preparado todo, o si necesitaba algo. Estaba nervioso, tanto que Tom le tuvo que dar un té con un calmante deshecho en el líquido.

─ ¿Quieres calmarte? Le pedirás que sea tu novia, no que sea tu...─ el rubio espero a que su novia desapareciera a la cocina. ─Tu esposa...─ terminó.

─ ¿Por qué te ocultas de Cristina?

─Ya sabes cómo son las mujeres, se cuentan todo, si me escucha hablando de matrimonio pensará que soy yo el que piensa en boda...

─Y... ¿No es así?─ Benedict agradecía que su amigo tuviese tantos divanes en la cabeza, ayudarlo a aclarar sus ideas, le ayudaba también a él de cierta forma.

─No, no quiero casarme, no todavía, pero ella está muy entusiasmada con el hecho, y no quiero que malinterprete las cosas. ¡Deja de cambiarme el tema! ¿Por qué estás tan nervioso? Como si fuera a la primera mujer que le pides que sea tu chica.

─Obviamente no es la primera, sólo que siento algo muy especial por ella, y no quiero arruinarlo.

─Por mi madre, de verdad estás enamorado, no estabas jugando con eso. ¿Va a haber boda?

─ ¿Quieres ayudarme en lugar de complicar más vida? Gracias.

─Gruñetas.

─Ricitos de oro.

─Bueno, ¿a qué hora se supone que irás por ella?

─A las tres.

─Pues bien, tú ya tragiste la bebida, ya tenemos la comida, los bocadillos, y les hemos adornado una habitación arriba con pétalos de rosa en forma de corazón. ¿Verdad, Cris?─ Tom se giró y le guiñó un ojo a su novia que asintió sonriendo. ─ ¿Ves?

─No es gracioso, Hiddleston.

─No, no es gracioso, me llevó toda la mañana estar haciendo el maldito corazón, así que ahora lo aprovechan.

─Ya deja de bromear, me pones más nervioso.

─Relájate, seguro que te va a decir que sí, ya te dije, si te batean ya tengo el tequila para que nos pongamos a maldecir el amor... Todo saldrá bien. ¿Ya sabes qué le vas a decir?

─Sí. Mejor me voy yendo, así me queda un poco de tiempo para, ya sabes, pensar las cosas durante el camino.

─Ok.─ Tom acompañó a Benedict hasta la salida de la casa, el moreno subió a su moto y con un asentimiento de cabeza arrancó y se fue. Hizo una parada en su propia casa, se dio una ducha, se perfumó, se puso su mejor camisa, su mejor chamarra y sus mejores jeans, esos que le quedaban ajustados al cuerpo. Se tardó media hora en decidir cómo acomodar su cabello, gracias a que empezaría pronto a grabar la quinta temporada de Sherlock, tenía que dejarse crecer el cabello, y eso lo molestaba. Se decidió por echarse el cabello hacia atrás y dejarse un único rulito negro colgando sobre su frente. Sí, eso, se veía bien... ¿O no? Miró su reloj: la una y media. Aún tenía tiempo, si se quería peinar de otra manera tenía que decidirse ahora, se miró otra vez y se rindió dejándose el cabello quieto por la paz.