¿Ella?

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Bien, todo estaba hecho. El plan estaba elaborado en nuestra mente, y a nuestros ojos no podía fallar. Si todo salía como esperábamos, mañana estaría en camino a mi nuevo trabajo. Y conocería a Daniel Radcliffe, cosa que siempre soñé también.

Aunque muchos dicen que "conocer a tus héroes puede ser decepcionante", y vaya que lo había comprobado. En fin, Héctor y yo nos separábamos después de tomar el subterráneo, él se dirigía al lado opuesto de la ciudad y yo tardaba en llegar aproximadamente 20 minutos al estudio caminando.

De acuerdo con el plan, este día tardé media hora más. Como lo supuse, Hugo estaba que se trepaba por las paredes del coraje. Le dije que todo era parte de un plan muy elaborado para que al terminar el día me echaran a la calle. Hugo se puso pálido, obviamente temía por su trabajo, le aseguré que hablaría con Vettuchi en persona, que él no saldría afectado por mi conducta.

─... Has perdido la razón. ¿Sabes cuántos se morirían por tener el puesto que tú tienes?

─ ¿Por qué crees que quiero que me corran? Yo consigo un mejor puesto de trabajo, en un mejor lugar, y alguien con ganas de aguantar al señor Cumberbatch toma mi lugar aquí. ¡Ambos ganamos!

─De mente...─ dijo Hugo con resentimiento. Me encogí de hombros y fui al camerino de Benedict. Hugo se alejó lo más posible, como si una bomba fuese a estallar en minutos. No toqué la puerta, simplemente entré, como si fuese mi casa.

─ ¡Por fin llegas!─ gritó el actor levantándose y mirándome con unos gélidos ojos azules. Yo le sonreí, y eso lo tomó por sorpresa.

─Tenía cosas que hacer...

─ ¡Este es tu trabajo! Quizá lo olvidaste...

─No lo olvidé. ¿Cómo olvidar a alguien tan pesado como tú? Créeme, no es un trabajo fácil.─ Benedict enrojeció... ¡Estaba funcionando! Su ceño se juntó sobre sus ojos y me miró con ferocidad. Ok, sí daba bastante miedo. Pero ya no podía echarme para atrás.

─ ¿Puedo saber qué asuntos eran más importantes?

─Comer helado, pasar a la tienda de ropa... ¿Sabías que la tienda tiene una rebaja del 20% por invierno?

─No...─ dijo amargamente. Sabía que estaba cerca...

─Eso y creo que jugar Candy Crush en el móvil.

─Qué divertido.─ susurró.

─Bueno, pero ya estoy aquí. ¿Quieres algo o me puedo ir a ver cómo editan?

─Tú no te puedes ir.

─ ¿Por qué? ¿Sólo porque tú me lo dices? ¡Ja!

─ ¿A qué demonios estás jugando?

─A nada, Ben-Ben. ¿Así te dice Frederic, no? Ben-Ben, quizá me gusta más Benny o Be-Be ¿Entiendes? Bebé... Jajajaja─ okey, quizá me estaba pasando, pero ¿qué? Debería hacerse justicia más a menudo.

─ ¡Cállate!─ estaba rojo, su piel blanca y pulcra tenía ahora la sangre atiborrada. Tragué saliva, no podía decaer mi espíritu ahora. ─Mejor vete...

─ ¡Gracias! ¿Sabes? Después de todo eres una linda persona.─ abrí la puerta y salí de su camerino, caminé hasta donde estaba Connors dando órdenes a los camarógrafos, me escabullí en medio de todos. Judith se me acercó, por su rostro venía con la disposición de darme apoyo, pensó que de nuevo nos habíamos peleado. En ese momento vi que Benedict salía hecho una furia hacia donde estaba Vettuchi, en la cabina de audio. Lancé el puño al aire. ─ ¡Sí, lo hice!

─ ¿Ahora qué pasó entre ustedes dos?

─Nada...

─ ¿Por qué estás tan feliz?

Tres, dos, uno... ¡Acción!Where stories live. Discover now