Felicidad

1.8K 163 98
                                    

Definitivamente debía incluir un abrigo en su traje para la boda. El invierno amenazaba su inminente llegada con un viento que azotaba las ventanas y se sentía como una afilada navaja en las mejillas. Benedict se miró una vez más en el espejo de cuerpo completo.

─ ¿Estás listo?─ llamó a la puerta Martín Freeman asomando la cabeza. Ben se giró y asintió extendiendo los brazos horizontalmente. Martín le alzó un pulgar. ─Bien, porque hay unas personas que tu asistente está que pierde la cabeza porque bajes.

─ ¿Qué pasa?─ Benedict se colocó el pañuelo blanco en el bolsillo del saco com un último toque.

─Dice que tu regalo ya llegó al aeropuerto, ¿qué regalo, Benedict?─ reclamó Martín con gesto desconfiado, no permitiría que le ocultasen nada de nuevo.

─Ah, ya... Vamos, que te cuento en el camino.─ ambos actores salieron a velocidad apresurada para llegar cuanto antes al aeropuerto.

Al otro lado de la ciudad, en el departamento que Jazmín y Héctor habían rentado después de la cena de compromiso, Cristina, Amanda y Judith ayudaban a Jazz para arreglarse. Tom y Héctor pululaban de un lado al otro en la sala ansiosos por ver a la novia. Hiddleston no aguantó y se fue a asomar, pero las mujeres lo echaron de una manera no tan amable. Volvió derrotado a la sala.

─Vaya, ni que yo fuera el novio... ¡¿Yo qué?! Sólo soy el padrino...─ refunfuñó el rubio. ─Y eso soy uno de los dos.

─Las mujeres, Tom...─ suspiró Héctor jugando al Play Station muy quitado de la pena. Una hora más tuvieron que esperar para que por fin, la novia apareciera por el corredor con ramo en mano. El vestido blanco estaba ceñido a su figura completamente, salvo la cola que descansaba en la alfombra. Héctor soltó el control al piso, Tom abrió la boca.

─Jazmín, estás...

─Ahórrate tus comentarios, mi rubio, no quiero problemas con Cris.─ susurró Jazmín con un color rojo en sus mejillas. Cris se rió y negó alentando a hablar a su novio que sonrió.

─Realmente hermosa.─ terminó el británico.

─Me quiero volver heterosexual...─ susurró Héctor provocando una carcajada general.

Jazmín no había podido dejar de llorar desde hacía dos meses, en que se había gestado la cena en que Benedict le había pedido matrimonio. Bueno, no es que anduviera en la lágrima todo el día. Pero a cualquier provocación soltaba el llanto, nunca creyó que pudiera llegar a ser tan feliz en esta vida.

─ ¡Es hora, es hora!─ anunció Amanda terminando de arreglar el saco de Joe, su hijo y luego el vestido rosa de Grace. Ambos eran los indicados para alzar la cola de la novia en la entrada a la iglesia. Jazmín se puso pálida, realmente estaba muy nerviosa.

En la limousine que se había rentado, subió Jazmín con Héctor. Tom, Cristina, Judith y Amanda fueron en el carro del actor. Jazmín aún no tenía bien claro todo, hasta que salían de Londres le cayó la realidad encima: iba en camino a la iglesia, ¡para casarse con Benedict Cumberbatch! Se empezó a morder las uñas de manera inconsciente, Héctor le dio un manotazo.

─ ¡Te vas a arruinar las uñas!

─Lo siento, estoy nerviosa...

─ ¿No estarás arrepintiéndote, verdad?

─Primero me corto la pierna antes de arrepentirme de casarme con él... Sólo que... Aún no me lo creo.

─Quizá cuando el reverendo te eche agua encima para sacarte el demonio, ahí te des cuenta...

Tres, dos, uno... ¡Acción!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora