Hugo...

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Lamento subirlo tan tarde, pero me he distraído bastante y hasta apenas terminé xD Espero que les guste :3 Hugo anda por el multimedia xD por si andaban con el pendiente ;)

Sin duda iba a ser muy extraño ir a trabajar sin tener que pensar en qué lío me iba a meter con Benedict. Era muy raro sentir que incluso le podía llegar a gustar, a ese hombre, ¡gustarle! Bien, quizá me estaba viajando mucho, pero ese beso debía significar algo... ¿O no? ¿Lo hizo sólo porque estaba como un topo borracho?

─Ahí estás...─ me dijo Héctor mientras sostenía una bolsa con algo rojo sobre su cabeza mirándome ceñudo.

─ ¿Qué onda?─ dije sonriente. ─Voy a trabajar...─ dije mientras tomaba mi chamarra.

─ ¿Por qué tienes esa sonrisa?─ dijo apretando más la bolsa contra su cabeza.

─ ¡No lo vas a creer! ¡Benedict me pidió disculpas! Estamos bien ahora... No habrá más regaños ni peleas ni venganzas...

─Eres una fácil...─ se quejó.

─ ¿Eh?

─Fá-cil. Te hizo la vida imposible por una semana, con los peores tratos y nada más viene una noche en la madrugada, te dice "perdón" y ya, mágicamente todo queda arreglado... Fácil.

─Deja de quejarte, deberías estar feliz por mí. ¿Qué carajos hay en la bolsa?

─Un filete que saqué de la nevera...

─ ¡Eso es para comer en la semana, no manches!

─Lo devolveré una vez se me baje el dolor de cabeza, ahora baja la voz...

─ ¡NO! Qué asco... Voy al estudio, pena te debería dar venir a casa tan borracho...

─ ¡Shhhhh!─ puse los ojos en blanco y salí para ir directo al estudio, hacía frío, a pesar de ser las tres de la tarde. Una vez que llegué sentía mis hombros tan descansados y mi cuello tan ligero que no podía dejar de sonreír. Hugo me vio y se dirigió hacia mí corriendo.

─ ¡Jazz!─ gritó alegre y me abrazó. ¿Eh? Me rodeó muy fuerte con sus brazos, ya me empezaba a sentir incómoda.

─Hugo... ¿Por qué no me dijiste que regresaron ayer?─ le dije ceñuda y se soltó de mí. Puso cara de pena y se disculpó con un puchero.

─Lo siento, se me ha pasado el tiempo, y me he quedado dormido... ¿Quién te dijo que habíamos vuelto ayer?

─Bene...

─ ¡¿Te ha molestado de nuevo?! ¿Es que no se cansa de ser tan idiota?

─Tranquilo, Hugo... No ha pasado nada malo, todo lo contrario. ¿Te cuento luego? Debo ir a su camerino...

─Claro.─ dijo en un tono de reproche. Como si le doliese que me entusiasmara la idea de ir al camerino del actor y no quedarme con él. ─Jaz, ¿no quieres ir en la noche al cine? Hoy sólo grabaremos una escena o dos, serán difíciles, pero tendremos libre como a partir de las diez...

─Ammm, pues no tengo nada que hacer... Claro, ¡vamos! Pero yo elijo la película, ¿ok?

─Por supuesto...─ Hugo sonrió de una manera extraña, me despedí de él y caminé hacia el camerino de Ben, llamé a la puerta. ¿Qué me estaba pasando? Ya hasta era amable...

─ ¡Pasen!─ gritó, abrí la puerta y lo encontré inclinado sobre la mesita estudiando su guión con el ceño fruncido. El alma se me vino abajo, ¿es que estaba enojado? ¿Es que todo lo que había pasado había sido un vil engaño?

─Hola...─ susurré. Benedict giró su rostro y sonrió, el aliento me volvió al cuerpo, era su sonrisa bonita, no la del bad boy. Se puso en pie y me abrazó, ¿qué le pasaba hoy día a todos los hombres y por qué todos me estaban abrazando? Lejos de lo incómoda que me sentí con Hugo, el abrazo de Benedict me gustó y me quejé cuando se separó.

Tres, dos, uno... ¡Acción!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora