Capítulo 6

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Noviembre fue un mes rico en encuentros, como jamás hubieran podido imaginar. Cada tres o cuatro días durante al menos al menos treinta segundos, establecían contacto. Era procedido por el acostumbrado escalofrío en la espalda, al que seguía un estado de bienestar psicofísico, una sensación de paz y serenidad. Ningún rumor o lamento perturbaba aquella quietud. Y ningún sufrimiento, salvo un ligero dolor de cabeza al final del encuentro.

Dialogo que, ahora era evidente ocurría a través del pensamiento. Para demostrarlo, Dinah cogió la filmadora digital de su padre y se encerró en su habitación  todo el fin de semana.

Montada sobre un caballete junto a la mesa de estudio, el objetivo encuadraba la zona de la cama. Bastaban pocos segundos para que empezara a grabar. Durante uno de los habituales escalofríos que preludiaban la conexión con Normani, lo consiguió.

-Dinah, eres tú...

La chica sintió una oleada de calor. Algo se estaba abriendo en su mente.

-Dinah-repitió la voz femenina en su cabeza.

Un suspiro sacudió su pecho, precisamente cuando toda sensación física estaba a punto de abandonar su cuerpo.

-Normani, debemos vernos.

A Dinah le pareció advertir el esbozo de una sonrisa.

-No es posible. ¿Cómo podríamos reunirnos? Oye, yo sé que estás ahí, siempre lo he sabido, pero todo esto es demasiado extraño...Me da miedo.

-También a mí, aunque no me preocupa. No sé cómo explicarlo, pero ya no puedo prescindir de ti, tu sonrisa existe en mi cabeza. Sé que quizás será distinto, que quizá serás distinta, y aun así no puedo pensar en irme a dormir aceptando que nunca te veré, aceptando que seas solo un sueño.

Las palabras de Dinah permanecieron sin respuesta unos instantes.

-Pero quizá si sea solo un sueño.

-Sí, el sueño más hermoso del mundo.

-Pero los sueños están destinados a desaparecer.

-Entonces no quiero despertar nunca.

Normani no añadió nada, pero ahora, además de su sonrisa, en la mente de Dinah aparecieron dos ojos brillantes, y la expresión de quien intenta contener la emoción mordiéndose el labio.

-Nunca he sentido algo semejante-añadió Dinah.

En su mente, aquellas palabras iluminaron el rostro de Normani. Su perfil apareció entorno a los ojos brillantes, sus  labios temblorosos, su frente ligeramente arrugada.

-Me parece verte-dijo Normani-. Tu rostro ha aparecido en mi mente.

Era exactamente lo que le estaba sucediendo a Dinah.

-¿Y si fuera distinta?

-¿Y si fuera distinta?

Las dos preguntas se persiguieron unos instantes en los pensamientos de ambas.

-Tú no eres un sueño, Normani, ahora formas parte de mi vida. Quiero conocerte, aunque deba cruzar todo el mundo.

Multiverso (Adaptación Norminah)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora