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Ser amigo de Baltazar tiene sus ventajas, sobre todo cuando me hace invitaciones para ir al río cerca de su casa. Normalmente le digo que no para evitar ser una molestia, pero en un día tan caluroso como hoy, no pude negarme; podríamos decir que es como estar en el infierno.

El viaje en el impala pasó rápido, sobre todo al tener a Sam para molestarlo y la gran playlist de rock, que me he encargado de acoplar durante un tiempo. Unas cuantas canciones por cantar fueron aligerando la trayectoria de unos 45 minutos aproximadamente.

-Hey Sammy, ¿puedes mandarle un mensaje a Baltazar diciendo que estamos afuera y que traiga su trasero para que nos habra la puerta?
-¡Es Sam! Sammy suena a un niño gordo, y lo sabes.
-Lo que tú digas Sammy.
-Dice que te va a venir a abrir Castiel. ¡Nunca me contaste que tenía un hermano!
-Bueno, Baltazar siempre me molesta diciendo que me voy a enamorar de su hermano menor. Y bueno, no es el único hermano, también tiene uno llamado Gabe y también está Anna.
-¿Y tú lo has visto?
-No, pero creo que es el que viene por ahí.

Un chico venía caminando junto con un perro que parecía un pony peludo y blanco.

-Hola, -dijo el chico- tú debes de ser Dean.
-Hola. Tu debes ser Castiel, un gusto.

En cuanto estreché su mano con la mía, puedo jurar que pasó un recorrido electrónico a través de mí. Al mismo tiempo, mis ojos se encontraron con sus ojos azules, y juro que no había visto unos ojos así de azules en toda mi existencia; he visto pero no unos así de gloriosos.

-Lindos ojos - ¡rayos! ¿Lo dije en voz alta? Parezco una niñita hablando con su amor platónico.
-Gracias. Los tuyos también son lindos - a lo lejos pude escuchar la risa de mi hermano. Genial, me molestará en todo el viaje.
-¡SAM! ¡Dean!
-¿Qué tal Baltazar? -dijo mi hermano.
-Pasen a la casa, Gabe está en la cocina.

Después de tener un almuerzo peculiar con la familia de mi amigo y de unas intensas miradas con Castiel, decidimos salir al río, o ese era el plan, pero algunos terminaron por estar tan agotados que sólo me quede con Cas. ¿Acaso es el destino actuando? No puedo creer lo que acabo de pensar.

-Dean.
-¿Qué pasa Cas?
-Ya que los demás se fueron a dormir una siesta, y tú estas aquí, me preguntaba si quieres ir al río.
-Claro, me iré a poner mi traje de baño.
-Te espero fuera.
-Ok.

Después de intentar relajarme, me puse mi traje de baño y fui en busca de Cas. Pero me encuentro con la viva imagen de un dios griego. Cas se encuentra sin polera dejando ver sus músculos, mientras el perro se le lanza a su encuentro. No podía creer que Cas tuviera ese cuerpo, además de ser guapo se notaba inteligente.

-¿Dean? ¿Estás bien?
-¿Qué?
-Que si estás bien.
-Estoy increíble. ¿Cómo se llama tu perro?
-Impala
-¿Impala? Qué chistoso, yo conduzco uno.
-Sí, es mi sueño. Cuando Balt me contó que tenía un amigo con un impala, no pude contener mi emoción y tuve que venir a verlo por mí mismo.
-¿Balt te ha hablado de mí?
-Claro, siempre es como sabías que Dean... O a Dean le gusta esto y bla bla.

No pude evitar una carcajada

-Me ha hecho lo mismo que a ti.
-Rayos. Siempre me avergüenza. A saber qué cosas te ha dicho sobre mí.
-No me ha dicho nada malo, ¿pero sabes? Tengamos un nuevo comienzo.
Hola soy Dean.
-Soy Castiel.
-Un gusto, Cas.

A Castiel no le molestó escuchar una abreviación de su nombre, mas le fascinó, sobre todo al ser de su amor platónico. Puede que lo acabara de conocer, pero todas las cosas que le habían dicho su hermano eran verdad. Se enamoró del mejor amigo de su hermano.

Hola chicos, quería disculparme por no haber escrito antes pero ñeee pasadlo super nos leemos.
Lamento que este capítulo no sea una obra maestra ni la biblia.
See u then bees!

I need uDonde viven las historias. Descúbrelo ahora